Por qué la fiesta está dedicada a San Fermín, nadie lo sabe, ni siquiera en la propia Pamplona. No es ni patrón de la ciudad ni de la región y su día es, en realidad, en octubre. Por lo menos, nació en Pamplona. Los Sanfermines se celebran desde el siglo XIV y han hecho famosa a esta ciudad española de 200.000 habitantes.

Una de las actividades más famosas de los sanfermines es el encierro, que consiste en un recorrido de 849 metros delante de los toros y que culmina en la plaza de toros, donde estos son sacrificados. Las fiestas atraen todos los años a más de 1,5 millones de visitantes.

Vallados de madera que se instalan a lo largo de las calles protegen a los espectadores. No obstante, está autorizado, que quien quiera pueda participar en la corrida delante de los toros. Muchos –particularmente hombres– lo consideran una prueba de valor.

El encierro comienza a las 8 en punto de la mañana. Antes, los corredores cantan la canción “A San Fermín pedimos” y solicitan la bendición del santo. La manada está compuesta por seis toros y ocho cabestros, seguidos de unos mozos que hacen de pastores en caso de que los toros o los cabestros se queden rezagados. La manda tarda unos 4 minutos en recorrer el trecho. .

Una y otra vez se producen accidentes. Este año hubo numerosos heridos ya durante los primeros días. El último caso de muerte se registró en 2009. Desde 1911 murieron en los encierros 15 personas.

Según el Gobierno regional, solo el primer día de encierros de 2017 sufrieron heridas cinco turistas estadounidenses, tres pampelonenses y dos franceses. Dos los turistas estadounidenses heridos durieron corneados. El resto sufrió raspones y golpes, al caer sobre el empedrado en medio del gentío.

Los protectores de animales protestan contra el encierro. El viernes se manifestaron unos 100 miembros de la asociación “La tortura no es cultura” ante el ayuntamiento de Pamplona contra la fiesta, pintados de rojo. Dicen que los animales no están acostumbrados a correr rápido y se resbalan constantemente. Por la noche, los animales, debilitados, son sacrificados en la plaza de toros.

En medio del gentío, en el que hombres y mujeres se hallan apretujados, se producen a menudo abusos sexuales. El año pasado, su número fue el más alto hasta ahora. Las autoridades reparten folletos en los que se advierte de ese peligro. Además, se aconseja a las mujeres molestadas gritar fuerte “¡fuego!”, para llamar la atención.

Razón para festejar Además del encierro, parte de los Sanfermines son numerosos conciertos, fiestas y procesiones religiosas. La sangría fluye entonces abundantemente.