Gracias a Greta Thunberg, el cambio climático ha ganado más relevancia a escala mundial. El 2 de diciembre se lleva a cabo en Madrid la COP. Pero es posible que decepcione a los ecologistas.
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Greta Thunberg, activista sueca, emprendió un viaje rumbo a Chile, donde originalmente estaba programada la cumbre sobre el cambio climático. Pero hubo cambio de planes, está regresando a Europa, en barco, por supuesto. La COP se celebrará en Madrid, España, debido a la crisis política que se está viviendo en Chile. Se espera que Greta llegue a Portugal y luego continúe su viaje hacia la metrópolis española.
Gracias a España
"En primer lugar le quiero agradecer a España por ser el anfitrión de la COP. Es un gran símbolo de solidaridad, ya que acogerán entre 20.000 y 25.000 personas. Esta es una señal muy importante. La COP será exitosa si logramos aumentar las ambiciones, es decir, que los países hagan más de lo que prometieron”, explicó la ministra alemana de Medio Ambiente, Svenja Schulze.
La cancelación de Estados Unidos
En el Acuerdo de París, en 2015 los más de 190 líderes de la ONU se habían comprometido a que la temperatura no debía superar los 1,5 grados. Por lo tanto, todos los estados debían mejorar su planes climáticos. Ahora, los científicos advierten que el cambio climático está progresando con mayor rapidez. ¿Se acordarán objetivos más ambiciosos en Madrid? Esto es todavía muy incierto. Hasta el momento, solo algunos países africanos y asiáticos prometieron una mayor protección ambiental. A principios de noviembre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien no cree en el cambio climático, se retiró del Acuerdo de París. "Lo lamentamos mucho, pero esperamos que sea una despedida por poco tiempo. No debemos dejar que las disidencias políticas sobre el clima se disipen rápidamente. Probablemente, el próximo año, la presidencia del G7, Estados Unidos, ni la presidencia del G20, Arabia Saudita, impulsarán alguna política climática”, dijo Heiko Maas, ministro alemán de Asuntos Exteriores.
Alemania también se debilita
Por otro lado, Alemania no está haciendo bien las cosas. El objetivo de ahorrar el 40 por ciento de los gases de efecto invernadero para 2020, fecha que se cumplirá en muy pocas semanas, está muy lejos de cumplirse. Muchos expertos ponen en duda la eliminación paulatina del carbón para 2038. Además, las emisiones del transporte público han aumentado en los últimos años. "La presión de la calle es crucial. Las manifestaciones tienen lugar todos los viernes. Esta presión también existe entre los políticos, la necesidad de hacer más por la protección del clima, se hará evidente”, señaló Ann-Kathrin Schneider, de la Federación alemana para el medioambiente y la conservación (BUND).
Una conferencia en tiempos turbulentos
Los objetivos que cada país se han fijado deben ser transparentes y sobre todo comparables. En entrevista con DW, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, expresó: "Será crucial que todos los estados y el sector privado, empresas y la sociedad civil, quejen en claro que quieren superar esta situación, porque no es sostenible”.
¿Compensación por pérdidas y daños?
Los grupos ecologistas también esperan que se progrese en un tema que hasta ahora no se ha tocado en profundidad en las conferencias sobre clima: la compensación por daños y pérdidas, en especial en los países más pobres. Sabine Minninger, experta en clima de "Pan para el mundo” (Brot für die Welt), dice a DW que los estados ricos quieren evitar ese problema porque tienen miedo de tener que emitir un cheque en blanco por los costos de los principales sucesos meteorológicos. Pero para la experta ese tema es fundamental. "Es particularmente difícil para los estados más pobres volver a ponerse de pie luego de un desastre natural o un suceso climático extremo, ya que carecen de recursos financieros. Y para ellos es difícil conseguir préstamos en los mercados de capitales para adaptarse al cambio climático".
Todas las miradas estarán puestas sobre la COP, ya que Greta Thunberg ha hecho mucho más visible este problema. Tal vez la presión por parte de las multitudes sea suficiente para persuadir a cada país para que se proponga objetivos aún más ambiciosos.
(bt/jov)
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¿Cómo actuar para proteger el clima?
El próximo 20 de septiembre, el Gobierno alemán tiene previsto concretar su política climática para poder alcanzar sus objetivos de protección ambiental.
Imagen: DW/P. Große
Fenómenos climáticos extremos
En los últimos 50 años, los fenómenos climáticos extremos han aumentado a más del doble en Alemania. Pese a ello, el Gobierno alemán va con retraso respecto a sus objetivos de protección ambiental. El próximo 20 de septiembre, un "gabinete del clima" aprobará nuevas medidas para poder cumplir con el Plan de protección climática 2050" que se aprobó a finales de 2016.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Weigel
Causante del cambio climático
El efecto invernadero es provocado por gases que provienen mayoritariamente de la actividad humana, como el metano, el óxido de nitrógeno o el dióxido de carbono (CO2). Este último representa casi un 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Entre 1990 y 2017 estas emisiones se han reducido en un cuarto, pero el objetivo para 2030 de una reducción del 55% sigue estando lejos.
Imagen: picture-alliance/dpa/Geisler-Fotopress
Seguir desarrollando las energías renovables
El plan de protección climática prevé que las emisiones del sector energético se reduzcan en hasta un 62% para 2030 respecto a 1990. ¿Cómo? A través de la consolidación de las energías renovables, de una mayor eficiencia energética y de la reducción de los combustibles fósiles.
Imagen: Areva Multibrid/Jan Oelker
La industria, el segundo mayor pecador
La industria emite más del 20% de los gases de efecto invernadero alemanes, sobre todo en la producción de hierro y acero, de productos minerales (cemento) y de sustancias químicas. Dos tercios de las emisiones del sector provienen del uso de energía, el resto de los procesos de producción industrial. En los últimos 15 años la emisión de gases de efecto invernadero solo se ha reducido ligeramente.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Berg
Planes para la industria
De aquí a 2030, la industria debería sumar no más de la mitad de las emisiones de 1990, de acuerdo con el plan de protección ambiental. Las empresas deberían emplear menos energía e invertir en procesos productivos más eficientes. El calor de escape también tendría que utilizarse mejor. La investigación es clave para dar con nuevas posibilidades de ahorro.
Imagen: Fotolia/Franz Pfluegl
Buenas razones para avergonzarse del tráfico
El tráfico es el origen de casi el 18% de los gases de efecto invernadero alemanes. En 2016, las emisiones absolutas de este sector estaban incluso por encima de las de 1990. Más del 60% de las emisiones provienen de los automóviles y en torno al 30%, de los vehículos de servicio.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Gollnow
Mejor evitar volar
El que piense que volar no es tan perjudicial, se equivoca. Además de las emisiones de CO2, la combustión de sustancias de queroseno, aerosoles y vapor de agua contribuye al efecto invernadero, pues a esa altura tardan mucho más en descomponerse que en tierra.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. May
La electromovilidad y otras ventanas al futuro
Para 2030 las emisiones del tráfico tienen que reducirse en aproximadamente un 40% respecto a 1990, ello a través de la digitalización y de vehículos con mayor eficiencia energética, así como de alternativas en la tracción y en los combustibles. Asimismo, deberían impulsarse los transportes de cercanía públicos, como el tren, el uso compartido de automóviles, la bicicleta o el ir a pie.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Spata
Calentar el planeta al calentar la casa
Los hogares emiten un 10% de los gases de efecto invernadero en Alemania. Desde 1990, estas emisiones se han reducir en más de un 30%. Si se tuvieran en cuenta las emisiones indirectas (como las provenientes de la producción de electricidad y calefacción para los hogares), el porcentaje de emisones conjuntas sería en realidad más del doble.
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Schlesinger
Potencial de ahorro en las viviendas
Para 2030 los hogares deberían haber reducido sus emisiones en dos tercios respecto a 1990. Las principales vías para lograr esto son la contrucción de nuevos edificios capaces de ahorrar energía, la renovación de edificios antiguos y el abandono progresivo de los sistemas de calefacción que utilizan combustibles fósiles.
Imagen: Fotolia/Ingo Bartussek
También en el campo se contamina
La agricultura es responsable de casi el 8% de las emisiones. Sobre el problema aquí son el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), no tanto el CO2. Las vacas, al rumiar, producen estos gases, pero también vienen de los abonos y fertilizantes y de la ganadería. Por lo menos, desde 1990 estas emisiones se han reducido en un 20%.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Scholz
Algunas emisiones son inevitables...
De aquí a 2030 la agricultura debería emitir un tercio de gases de efecto invernadero menos que en 1990. muchas emisiones vienen de procesos naturales y no se pueden evitar por completo. Se pretende fomentar la agricultura biológica, que no hace uso de fertilizantes minerales o químicos, lo cual reduce las emisiones de CO2.
Imagen: picture-alliance/dpa
Un brindis (y a seguir trabajando)
Las emisiones de las empresas, el comercio y los servicios suponen un 4% del total y se han reducido desde 1990 en más de un 50%. Una gran parte de estas emisiones provienen de la calefacción (o el aire acondicionado) de los edificios. También a este respecto es necesario actuar.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Woitas
La basura como ejemplo
El porcentaje de emisiones procedentes del reciclaje, incluyendo el tratamiento de las aguas residuales, es muy pequeño, y pese a ello se han logrado avances: desde 1990 las emisiones han caído tres cuartos, la disminución más fuerte de todos los sectores. En el futuro debería reciclarse más y los residuos deberían utilizarse de forma más efectiva para la producción de electricidad y calefacción.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Wolf
Los bosques como almacenes de CO2
En los bosques se almacena el CO2. En 2016 se redujeron las emisiones totales por esta vía en 14,5 millones de toneladas. Pero la agricultura y la silvicultura intensivas liberan el CO2 almacenado. A día de hoy, las tierras alemanas almacenan solo la mitad de los gases de efecto invernadero que en 1990.