El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aprobó este miércoes (27.12.2017) destinar los más de 5.000 millones de barriles de petróleo "certificados" que según dijo hay en uno de los bloques de la Faja Petrolífera del Orinoco como respaldo para el Petro, la criptomoneda venezolana anunciada el 3 de diciembre.

"Estoy oficializando, con certificado internacional en mano, el campo número uno (del Bloque Ayacucho) como base de la criptomoneda que posee 5.000 millones de barriles de petróleo, lo cual significa una gran riqueza material de sustento de la única criptomoneda en el mundo que va empezar sus funciones sustentadas en una riqueza comprobable", dijo.

Señaló que con este mecanismo de moneda virtual Venezuela se pone a la "vanguardia del mundo", pues es el primer país que crea una criptomoneda con "sustento en la riqueza natural del país". "La riqueza de nuestro país es para invertirlo en la felicidad del pueblo, en la seguridad social, en la igualdad, justicia y para invertirla amorosamente en la vida de nuestro pueblo, en la vivienda, educación, salud, recreación y la cultura", afirmó.

Agregó que próximamente las minas de oro y diamantes del país se certificarán también para que sean sustento de esta criptomoneda.

Agregó que el petróleo significa una gran riqueza material de sustento de la única criptomoneda en el mundo que va empezar sus funciones sustentada en una "riqueza comprobable". 

Según Maduro, el cambio que se aplicará será que cada Petro será un barril de petróleo.

"Por cada Petro un barril de petróleo", agregó y recordó que las reservas petroleras de Venezuela representan 267.000 millones de barriles.

Alegó que con el Petro nacerá una "poderosa" moneda que iniciará una revolución financiera y monetaria. El economista Luis Oliveros señaló que con la explicación de Maduro concluye que el Petro no es una criptomoneda, sino un simple título de deuda venezolana con un activo que lo respalda: petróleo.

El Gobierno de Maduro decidió crear el Petro para sortear las sanciones financieras de Estados Unidos contra el Gobierno de Caracas, que han complicado el ya difícil acceso a crédito de un Estado venezolano que ha sido declarado en "default" junto a su empresa estatal, PDVSA, por retrasos en el pago a sus bonistas.

DG (efe, dpa)