En el verano de 2001, la señora Weber-Wulff, profesora de Informática de Medios de la Escuela Superior de Ciencias Aplicadas de Berlín, les dio una alternativa a sus estudiantes: escribir una monografía a cambio de un examen final. Treinta y cuatro estudiantes aceptaron la oferta.

A la hora de la corrección, Weber-Wulff encontró que en 12 trabajos pasajes habían sido copiados sin mencionar la fuente. Dos además habían sido copiados letra a letra con dos alteraciones: el nombre y apellido del autor. Desde ese momento la mencionada profesora decidió convertirse en “cazadora de plagios”.

Acto de contrición: por lo menos una vez

Nada fácil, toda vez que la concepción de plagio es muy flexible. “Copiar de un libro es plagio, de dos, es un ensayo, de tres, una compilación y de cuatro, una disertación”, dice irónicamente Weber-Wulff.

No hay datos exactos sobre la difusión de plagios en escuelas y universidades alemanas. Sarah Knoop, de la facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Münster, dice que “la mayoría de los estudiantes entrevistados ha admitido haber plagiado alguna vez algún contenido del Internet”.

Wikipedia: una fuente de plagiadores

Una de las fuentes más usada con mayor frecuencia por los plagiadores es Wikipedia que, según Weber-Wulff, “se presta para ser citada por no ser científica”. Pero más importantes que esta “enciclopedia virtual” son para los escolares los bancos de datos que ofrecen trabajos completos.

La página virtual en alemán “hausarbeiten.de” (tareas para hacer en casa), por ejemplo, tiene una oferta de más 60.000 textos en más de 400 disciplinas.

“Textos que pueden ser citados, pero no copiados”, advierte Weber-Wulff. “Un cambio de estilo o una sintaxis trastocada pueden ser indicios de que el escolar ha tomado el texto del Internet”, explica la profesora.

Detective electrónico

Una señal de que el plagio está popularizándose en el Internet es la aparición de programas como "Plagiarism-Finder", que detectan en 30 minutos si el texto ya existe en Internet. Software que ya está siendo utilizado en más de mil escuelas y universidades alemanas.

La Universidad de Hamburgo ha anunciado que desde finales de 2006 implementa el uso del programa caza-copias "Turnitin", tras haber descubierto 320 casos de plagio en los últimos años.

Multa de 50 mil euros

La profesora berlinesa considera el plagio como un “problema social” y sugiere la institución de comisiones de ética en escuelas y universidades para combatirlo. Los castigos a los plagiadores en Alemania varían de estado en estado. En Renania del Norte-Westfalia los estudiantes tienen que contar con la anulación del diploma y el pago de multas que van desde los 10 mil a los 50 mil euros.