Joër Meyer tiene 72 horas para salir de territorio maliense. Las tensiones entre Bamako y París crecen luego de que los golpistas decidieran negociar con mercenarios rusos para combatir el terrorismo.
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El gobierno de Mali dio este lunes (31.01.2022) 72 horas al embajador de Francia, Joër Meyer, para abandonar el país tras los "escandalosos” comentarios realizados por las autoridades galas sobre el régimen de transición que lidera el estado africano, señaló un comunicado leído en la televisión pública maliense. Meyer se presentó esta mañana ante el ministro de Exteriores, Abdulaye Diop, quien le comunicó la instrucción.
El ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, dijo el viernes que la junta militar de Mali estaba "fuera de control”, en medio de las crecientes tensiones entre los dirigentes malienses y sus aliados europeos. Le Drian también señaló que el actual gobierno de Mali era ilegítimo. En tanto, la ministra de Defensa gala, Florence Parly, aseguró el sábado que las tropas francesas presentes en Mali para combatir a los grupos yihadistas no se van a quedar allí a cualquier precio.
"El embajador francés en Bamako fue convocado y notificado de la decisión del gobierno de invitarlo a dejar el territorio nacional en las próximas 72 como consecuencia de los comentarios hostiles y escandalosos vertidos recientemente por el ministro francés de Asuntos Exteriores”, dice el comunicado de los golpistas.
"Cada vez más difícil” trabajar
Bamako y sus aliados europeos se han distanciado tras una serie de desaires de las nuevas autoridades malienses contra las fuerzas militares francesas. Los golpistas han expresado su descontento con la presencia de la fuerza militar europea Takuba que lidera Francia y han estado negociando con la empresa rusa de mercenarios Wagner, que se vincula con el presidente ruso, Vladimir Putin.
El despliegue francés fue solicitado por las autoridades malienses en 2013, en un intento por controlar el creciente impacto que tiene en la seguridad del país la actividad de grupos yihadistas. Francia desea continuar su misión en el Sahel, dijo la ministra Parly, porque "no podemos permitir que se constituyan santuarios yihadistas o terroristas en esa parte del mundo". Pero reconoció que las condiciones de esa intervención "son cada vez más difíciles".
Actualmente hay unos 5.000 soldados franceses en la fuerza Barkhane desplegada por varios países del Sahel y en el dispositivo europeo Takuba para asistir al ejército de Mali.
DZC (Reuters, EFE)
Los años sangrientos de Mali
Pese a la misión de la ONU y los acuerdos de paz, la violencia en Mali no cesa. Desde 2012, tuareg e islamistas luchan contra el Gobierno en Bamako. En varias ocasiones también extranjeros se han convertido en blanco.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/H. Traore
Ataque en el corazón de la capital
Los grupos terroristas Al Qaeda del Magreb Islámico y Al Murabitun reivindicaron el atentado contra el hotel Radisson Blu en Bamako, en el que los islamistas tomaron como rehenes a 170 personas. Decenas de huéspedes y empleados del hotel lograron escapar. 18 personas podrían haber muerto. El hotel alberga a muchos diplomáticos y periodistas de todo el mundo.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/H. Traore
Islamistas en el norte
En el país existen muchos grupos armados. Por ejemplo, las milicias islamistas Ansar Dine, que se autodenominan “Defensores de la Fe” y que están bajo el mando de Iyad Ag Ghaly. Desde 2012, luchan por un Estado islámico en el norte de Mali.
Imagen: Romaric Hien/AFP/GettyImages
Terror y destrucción del patrimonio cultural
En 2012, Ansar Dine se hizo en poco tiempo con el control de amplias regiones del norte de Mali. Allí las milicias establecieron un régimen de terror, por ejemplo, cortaban las manos a presuntos ladrones y lapidaban a presuntos adúlteros. Ansar Dine llamó la atención mundial por la destrucción sistemática del valioso patrimonio cultural del país, como esta mezquita del siglo XV en Tombuctú.
Imagen: Getty Images
Bombas sobre Trípoli, con réplicas en Mali
También la guerra en Libia atizó el conflicto en Mali. Como consecuencia del caos y de los enfrentamientos armados tras el derrocamiento del dictador Gadafi, a partir de 2011 grandes cantidades de armas y numerosos combatientes cruzaron la frontera de Mali.
Imagen: picture alliance / dpa
¿Azawad o Estado islámico?
Después de haber luchado conjuntamente durante cierto tiempo, las milicias islamistas desplazaron también a los rebeldes tuareg más moderados. Por ejemplo al Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA), que lucha por un territorio independiente de la tribu tuareg en el norte de Mali.
Imagen: picture-alliance/dpa/Bindra
Operación Serval
A principios de 2013, los islamistas amenazaban con entrar en la capital, Bamako, ante lo cual el presidente francés, François Hollande, ordenó una operación militar contra los rebeldes. Hasta el verano de ese año, los franceses lograron reconquistar, con el apoyo de tropas malíes y de África Occidental, las ciudades más importantes del norte de Mali, en el marco de la llamada Operación Serval.
Imagen: dapd
MINUSMA deberá garantizar estabilidad
Alrededor de 10.000 soldados de la ONU deberán preservar la frágil paz en Mali. También el Ejército alemán ha enviado a 200 soldados al sur del país. Además, en la capital de Bamako están estacionados otros 50 soldados germanos, en el marco de una misión europea de entrenamiento para el ejército local. En la imagen se puede ver a la ministra de Defensa alemana visitando a las tropas en Mali.
Imagen: Reuters
Un poco de paz
No obstante, rebeldes y delincuentes no dejan que el país recobre la tranquilidad. Las noticias sobre atentados y secuestros están a la orden del día. En años recientes, cientos de miles de malíes se han visto obligados a abandonar su país. Los niños en la imagen viven en un campamento de refugiados en el país vecino, Burkina Faso.