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Maltrato infantil en Alemania: la inocencia perdida

Luna Bolívar Manaut17 de diciembre de 2006

Cada semana, tres niños mueren en Alemania víctimas de los malos tratos. El sistema de protección del menor se encuentra en el país al borde del colapso, critica el presidente de la Asociación Alemana para la Infancia.

Pequeños e indefensos.Imagen: Illuscope

En 2005, los malos tratos o el comportamiento imprudente de los padres causaron la muerte a 178 pequeños en Alemania. Se calcula que de 50.000 a 200.000 niños alemanes son sometidos a algún tipo de violencia física o de abandono por parte de sus progenitores. Pero aquí las cifras se pierden en las imprecisiones puesto que resulta extremadamente difícil recaudar datos fidedignos en estas situaciones.

Padres y madres desbordados en su responsabilidad: éste suele ser el patrón por el que se corta el maltrato a los hijos. En la mayoría de los casos, aseguran los expertos, es posible predecir la tendencia y actuar antes de que se produzca el daño al menor. Pero para ello hacen falta medios. Psicólogos y asistentes sociales que aconsejen a las familias desde el embarazo hasta que la situación se presente estable. Todo el tiempo que haga falta. Todos los días del mes si es necesario. Pero los recortes en el presupuesto y el personal de las respectivas Oficinas del Menor no contribuyen a facilitar el trabajo, ni a evitar casos como el de Leon.

Abandonados por todos

Tim tenía dos años cuando el novio de su madre acabó con su vida.Imagen: AP

Leon tenía diez meses. Su hermana Lena, dos años. Su madre, 20. Avasallada por las deudas, con la electricidad cortada por falta de pago, la joven dejó a los dos niños cuatro días solos en casa. Cuatro días porque este domingo personal de la Oficina del Menor acudió a buscar a los pequeños, después de que la madre no se hubiera presentado a dos citas con el pediatra. Para Leon, la intervención de las autoridades llegó demasiado tarde. Más de 24 horas sin ingerir líquidos resulta crítico para un bebé. Leon murió deshidratado. Lena se recupera en el hospital. La madre fue detenida mientras se encontraba en casa de una amiga.

Casos como el de Leon y Lena no son sucesos aislados. Cada poco tiempo, la prensa alemana se llena de terribles historias que narran aberraciones y malos tratos ejercidos sobre aquellos que no pueden defenderse. Tampoco el fracaso de los funcionarios es excepcional. "La política alemana no se toma absolutamente nada en serio la protección de los niños", aseguraba Norbert Struck, representante de la Organización Alemana para la Ayuda a Niños y Jóvenes, en entrevista al periódico germano Welt am Sonntag. "El sistema de asistencia a niños y jóvenes en Alemania se encuentra al borde del colapso", se quejaba al mismo rotativo Heinz Hilgers, presidente de la Asociación Alemana para la Infancia.

Armin Laschet, ministra de Familia del Estado federado de Renania del Norte-Westfalia, niega que la apreciación de Hilgers sea correcta. El sistema no corre ningún peligro. El dinero que se destina a la protección de la infancia es suficiente. El objetivo se concentra ahora en desarrollar un método para que la prevención sea efectiva.

Poner fin a la tragedia

Proteger a las familias y a los niños: la primera labor.Imagen: AP

En algunos Estados federados alemanes se han tomado ya medidas para enfrentar esta dramática realidad. Muchas de ellas, sin embargo, pasan por conceder más medios y más personal a las Oficinas del Menor. "Hay que destinar más dinero a las Oficinas del Menor. Además, se deberían instaurar revisiones médicas obligatorias para todos los niños en edad preescolar y recortes en la renta por hijo [que el Estado alemán concede mensualmente a las familias por cada niño] a los padres que no cumplan con ellas", dijo Gerd Landsberg, directivo de la Asociación de Ciudades y Comunidades Alemanas.

En el mismo sentido, en el de lograr una protección mayor del menor, se ha pronunciado el Bundesrat, la Cámara Alta alemana, pidiendo que se faciliten las denuncias de malos tratos o abandono de menores para que la Justicia pueda actuar con mayor agilidad. Porque no son pocos los casos en los que la vida de un pequeño no pudo salvarse a falta de una denuncia que incitase a las autoridades judiciales a tomar cartas en el asunto.

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