Manifestantes encapuchados rompieron ventanas de coches, arrojaron ladrillos y se enfrentaron con la policía anti-disturbios en el pueblo cercano de Stirling cuando se dirigían al hotel de Gleneagles, protegido por 10.000 policías y rodeado por una valla de acero de ocho kilómetros.

Los manifestantes levantaron barricadas improvisadas y pusieron obstáculos en las carreteras que rodean a Gleneagles, bloqueando partes de la principal autopista entre el norte y el sur en el centro de Escocia. La policía dijo que había hecho 16 arrestos por "delitos menores contra el orden público". Los manifestantes pertenecían a una serie de grupos anti-capitalistas, anti-globalización y anarquistas.

La mayoría de las protestas previas a la reunión del G8, incluida una marcha en la que participaron 200.000 personas en Edimburgo el fin de semana pasado, han tratado de presionar a los líderes mundiales para que ofrezcan un alivio de la deuda y más ayuda para África.

Algunos manifestantes llevaban ropas de camuflaje, otros iban vestidos como payasos, haciendo sonar silbatos y tocando tambores mientras cantaban consignas contra el G8, formado por Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Japón y Rusia.

Durante el miércoles una marcha compuesta por 5.000 manifestantes se acercará a las barricadas que rodean el hotel de Gleneagles. La policía ha dicho que responderá con contundencia si se producen hechos de violencia.