Acrobacia, energía y dinamismo: tales las características esenciales de la coreografía de "Maracaná", que rompe en forma espectacular con las tradiciones visuales y parece acabar con la ley de gravedad.

El escenario se transforma en una cancha de fútbol y las butacas de los espectadores en tribunas repletas de aficionados cuando los 16 bailarines, brasileños y alemanes, redefinen estéticamente movimientos característicos del juego de fútbol, tales como el foul, la gambeta, el paso corto, el sprint y el tiro al arco hacia atrás suspendido en el aire, la "chilena".

El sentido del espacio y el equilibrio y dominio del cuerpo distinguen tanto a futbolistas como a bailarines. La diferencia se halla sólo en el contexto: el juego gira en torno a la conquista del balón y el gol, pero a fin de cuentas, en lo que se refiere a empleo de fuerzas, velocidad y cambio de ritmo, no está muy lejos de la danza.

Futbolistas: los mejores bailarines del mundo

"Los futbolistas son los mejores bailarines del mundo", dijo Colker con ocasión de la presentación del proyecto en Hamburgo. La producción es parte del programa cultural oficial del Mundial FIFA Alemania

Brasil prueba así también que el fútbol y la danza tienen mucho en común. En ningún otro país del mundo existen no sólo ligas de fútbol, sino también ligas de samba. Los brasileños son futbolistas excepcionales porque también son excelentes bailarines de samba... o al revés.

Las estrellas del césped brillan a menudo con jugadas individuales como si fueran bailarines de ballet. Al fin y al cabo ballet y balón tienen mucho que ver: en el siglo XVI, en Italia se llamaba "ballo" a un baile rápido con saltos. De ballo a baile y ballet no hay entonces mucho trecho.

Colker aclamada en Alemania

El estreno de "Maracaná", una producción con el Teatro de Colonia, tiene lugar en Hamburgo el 25 de enero. Luego, el espectáculo sale de gira por Europa, como aporte de danza internacional al mega suceso Mundial 2006.

Con su compañía, Deborah Colker ha entusiasmado ya a cientos de miles de espectadores en Brasil. En noviembre de 2001 debutó en Alemania con su pieza "Rota", siendo aclamada por crítica y público.

A "Rota" siguieron otros espectáculos a sala llena,"Casa" y "4 por 4", y escenografías por encargo, entre otras una para la Komische Oper de Berlín ("Ela") y otra para el Festival "Movimentos", en Wolfsburgo, donde estrenó "Knots" en mayo del 2005.