Centenares de neonazis marcharon hoy por Berlín y Nuremberg, en el aniversario de la muerte de Rudolf Hess. Unos 500 cabezas rapadas desfilaron por el centro de la capital alemana y otros 350 lo hicieron en Nuremberg, convocados por el ultraderechista Partido Nacional Democrático (NPD), a modo de compensación tras la prohibición de hacerlo en Wundsiedel (Baviera), lugar donde está enterrado el lugarteniente de Hitler. El Tribunal Constitucional prohibió el jueves la convocatoria en esa ciudad bávara, convertida desde hace años en lugar de peregrinación de neonazis en el aniversario de la muerte del 'mártir' de la ultraderecha, el 17 de agosto de 1987. Organizaciones cívicas y partidos habían llamado a los ciudadanos de Wundsiedel a 'plantar cara' a los neonazis, convocatoria a la que respondieron 2.000 personas. Algo más de 500 participaron asimismo en otra manifestación de protesta contra los neonazis, en Nuremberg, anunciada tras levantarse ahí la prohibición del acto del NPD. Los restos de Hess fueron enterrados en Wundsiedel seis meses después de aparecer éste ahorcado, a los 93 años, en su celda de la ciudadela de Spandau, en Berlín, donde pasó 46 años.