Guerra en el Cercano Oriente, crisis en Europa, rearme en casi todos los continentes: motivos para manifestar a favor de la paz no faltan. Pero las tradicionales marchas pacifistas de Pascua se han debilitado. ¿Por qué?
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Como cada año, en el domingo de Pascua tendrán lugar marchas pacifistas. En Alemania, estas se realizan desde hace ya 57 años. El origen de ese movimiento estuvo en Gran Bretaña, donde la Campaña por el Desarme Nuclear organizó en 1958 una marcha hacia el Centro de Investigación Nuclear de Aldermaston, para protestar contra las armas atómicas. 10 mil personas acudieron a esa manifestación.
En su cúspide, el movimiento pacifista llegó a sacar a las calles a unas 300 mil personas, tan solo en Alemania. Eran las postrimerías de la década del sesenta, durante la guerra de Vietnam. También en la década del ochenta marcharon cientos de miles de personas, en protesta contra la decisión de la OTAN de instalar misiles.
Motivos suficientes para protestar
Pero, entretanto, el movimiento pacifista se ha debilitado. De acuerdo con los organizadores, el año pasado participaron unas 10 mil personas en las cerca de ochenta marchas realizadas en Alemania.
"La sociedad ha cambiado desde los años ochenta”, señala Kristian Golla, de la Red de Cooperativas por la Paz, aludiendo a la entrada en escena de las redes sociales. Hace notar que la calle ya no es el único escenario de expresión de las protestas pacifistas. A su juicio, lo fundamental no es la cantidad de gente que acuda a las Marchas de Pascua de Resurrección. "Para mí, la fortaleza de este movimiento radica en que desde hace años hay una cantidad similar de manifestaciones, en ciudades pequeñas y grandes. La fortaleza del movimiento pacifista está en su continua presencia en Semana Santa”, indica.
Motivos para protestar no faltan. El ejército alemán está activo en varios lugares, como Afganistán o Mali. La sangrienta guerra de Siria continúa. A través de los numerosos refugiados que han llegado a Alemania, la gente siente de cerca las repercusiones de esos conflictos. La Unión Europea, garante de la paz en Europa, se encuentra en una profunda crisis. En Estados Unidos hay un presidente impredecible. El Kremlin se involucra en el conflicto de Siria y se prolonga, con menor perfil, el de Ucrania. A eso se suma un rearme general.
Nuevas formas de expresión
Hoy día, muy pocos pueden comulgar con el credo de “deponer todas las armas”, dice la politóloga Nicole Deitelhof. Agrega que, en vista de la situación actual, también intelectuales de izquierda se preguntan si es posible prescindir por completo de intervenciones militares, o si se necesitan en casos puntuales para proteger los derechos humanos. A su juicio, el rito de las marchas de Pascua ya no atrae a los jóvenes. "Ellos prefieren aportar sus propias modalidades e ideas creativas”, indica, explicando que las actividades actuales por lo general se centran en un tema determinado y se organizan vía Internet.
Un ejemplo de ello es "Pulse of Europe”, un movimiento que da qué hablar desde hace algunas semanas. Decenas de miles de personas salen desde entonces a la calle a manifestarse a favor de una Europa unida. Wolfgang Kraushaar, del Instituto de Investigaciones Sociales de Hamburgo, observa puntos en común entre "Pulse of Europe” y el movimiento pacifista. Pero, ya que se trata de un sector similar de la población, no espera que dé nuevos impulsos a las marchas de Pascua de Resurrección.
No obstante, no hay que darlas por acabadas. Ya en una ocasión el movimiento pacifista se debilitó, en los años noventa. La Guerra Fría había terminado y se había frenado por lo pronto la carrera armamentista. Pero cuando Estados Unidos invadió Irak en 2003, el movimiento pacifista volvió a movilizar a unas 100 mil personas en Alemania.
Alta distinción: el Premio Nobel de la Paz
El Premio Nobel de la Paz es otorgado desde 1901, cada año. Entre los galardonados se cuentan más de 20 organizaciones y numerosas figuras que han dejado huella en la historia. Aquí les presentamos una selección.
2021: Periodistas valerosos
La filipina Maria Ressa y el ruso Dmitri Murátov ganaron el Premio Nobel de la Paz 2021. "Son periodistas que sufren amenazas personales, que continuamente se enfrentan a la censura y la represión para informar de las noticias", dijo en un comunicado el director del Comité para la Protección de los Periodistas, agregando que, desde 1992, 1.416 reporteros han sido asesinados en el mundo.
2020: Alimentos para el mundo
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas recibió el Premio Nobel de la paz de 2020. La distinción le fue otorgada por "sus esfuerzos en la lucha contra el hambre, su contribución para mejorar las condiciones de paz en las zonas de conflicto y por haber impulsado los esfuerzos para no convertir el hambre en un arma de guerra".
Imagen: Alissa Everett/Reuters
2017: Por la abolición de las armas nucleares
La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) fue la ganadora del Nobel de la Paz 2017. Según esta ONG y otras fuentes académicas, todavía hay más de 13.000 ojivas o cabezas nucleares en el mundo, casi el 90 % de ellas en poder de Estados Unidos y de Rusia (efe).
Imagen: Getty Images/O. Messinger
2016: Juan Manuel Santos
Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, logró lo que sus antecesores no habían conseguido: desarrollar un proceso de paz que culminó finalmente con la desmovilización de las FARC y su integración en la vida política. Recibió el Nobel de la paz "por sus grandes esfuerzos para finalizar la guerra civil de más de 50 años en Colombia".
Imagen: Getty Images/AFP/T. Schwarz
2014: Malala Yousafzai y Kailash Satyarthi
Malala Yousafzai, la chica paquistaní que se transformó en todo un símbolo tras haber sido víctima de un ataque de extremistas por defender el derecho de las niñas a la educación en su país, compartió el galardon con Kailash Satyarthi, de India. Ambos recibieron el Nobel de la Paz por su labor en favor de los derechos de niños y jóvenes.
Imagen: Reuters/S. Plunkett
2013: Un mundo sin armas químicas
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2013, por su "extenso trabajo para eliminar" dichas armas. La OPAQ, cuyos inspectores han iniciado ya el desmantelamiento de los arsenales químicos sirios, es la responsable de hacer cumplir la Convención sobre Armas Químicas de 1997.
Imagen: picture-alliance/dpa
2012: La Unión Europea
La Unión Europea fue galardonada como ejemplo de la integración de países otrora enfrentados. Se subrayó que la UE contribuyó sustancialmente a afianzar la paz y la democracia en el Viejo Continente. Thorbjörn Jagland, presidente del Comité del Premo Nobel, y Geir Lundestad, director del Instituto Nobel, eran desde hace años partidarios de premiar a la UE.
Imagen: picture-alliance/dpa
2010: Liu Xiaobo
El Comité del Premio Nobel distinguió al escritor chino Liu Xiaobo por su “larga lucha pacífica a favor de los derechos fundamentales en China”. El disidente y co-impulsor del manifiesto “Carta 88” ha pagado cara su lucha y cumple desde 2009 una pena de prisión.
Imagen: picture-alliance/dpa
2009: Barack Obama
Barak Obama fue premiado más que nada por representar una esperanza. Voces críticas reprocharon que se le haya concedido el Premio Nobel de la Paz prematuramente. Obama ya había hecho público su concepto de un mundo libre de armas nucleares, pero no había llevado nada de eso a la práctica
Imagen: picture-alliance/dpa
2007: Al Gore
Al Gore fue la primera figura galardonada con el Nobel de la Paz por su trabajo en pro del medio ambiente, junto con Rajendra Kumar Pachauri, presidete del Consejo Mundial del Clima. En su discurso de agradecimiento, responsabilizó a Estados Unidos y China de no hacer lo necesario para luchar contra el cambio climático.
Imagen: AP
2003: Shirin Ebadi
La abogada Shirin Ebadi fue la primera mujer musulmana y la primera iraní en ser distinguida con el Nobel por sus “méritos especiales en el trabajo por la paz”. Recibió el premio por su lucha en pro de la democracia y los derechos humanos, y en especial por los derechos de las mujeres y los niños.
Imagen: DW
2002: Jimmy Carter
El expresidente estadounidense Jimmy Carter (que gobernó de 1977 a 1981) fue galardonado por su trabajo de décadas en pro de los derechos humanos y la superación de conflictos. Entre otros méritos se cuenta su crucial aporte al acuerdo de Camp David entre Israel y Egipto, en 1978.
Imagen: AP
1994: Arafat, Peres y Rabin
La esperanza de lograr la paz en el Medio Oriente parecía realista tras la firma de los acuerdos de Oslo. Yaser Arafat, jefe de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Shimon Peres y Yitzak Rabin, por ese entonces ministro de RR.EE. y primer minsitro de Israel, recibieron el Nobel de la Paz, en reconocimiento por "un acto político que requirió gran valentía de ambos lados".
Imagen: Getty Images
1993: De Klerk y Mandela
Como presidente, Frederik de Klerk tuvo un papel importante en la abolición del apartheid en Sudáfrica. Nelson Mandela, líder del antaño proscrito Congreso Nacional Africano, pasó más de 27 años en la cárcel por luchar contra ese sistema. Ambos compartieron el Premio Nobel de la Paz por poner fin al apartheid. Un año después, Mandela se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica.
Imagen: AFP/Getty Images
1992: Rigoberta Menchú
Rigoberta Menchú fue la primera mujer indígena en recibir el Nobel de la paz. La defensora de los derechos humanos guatemalteca fue galardonada por "su trabajo en pro de la justicia social y de la reconciliación etno-cultural basado en el respeto de los derechos de las personas indígenas".
Imagen: AP
1990: Michail Gorbachov
Con su política de la glasnost y la perestroika, Michail Gorbachov hizo posible la caída del Muro de Berlín y la reunificación de Alemania. En 1990 no pudo viajar sin embargo a recibir el premio personalmente a Oslo, debido a la tensa situación política de su país. Comenzaba el ocaso de la Unión Soviética.
Imagen: picture-alliance/dpa
1987: Oscar Arias
El ex Presidente de Costa Rica recibió el premio Nobel de la Paz por haber tenido un papel clave en los procesos de paz en América Central en la década del 70. El acuerdo de Esquipulas, que sirvió de base para la pacificación de la región, fue conocido también como “Plan Arias”.
Imagen: picture-alliance/dpa
1983: Lech Walesa
Cuando Lech Walesa ganó el Nobel de la Paz, envió a su mujer, Danuta, y a su hijo, a recibirlo. El líder del sindicato Solidaridad se hallaba en diciembre de 1983 en prisión domiciliaria y siguió la ceremonia por radio de onda corta. En 1990 ganó las elecciones presidenciales en Polonia.
Imagen: AP
1980: Adolfo Pérez Esquivel
El argentino Adolfo Pérez Esquivel fue galardonado por su defensa de los derechos humanos en América Latina. En particular fue distinguido por su lucha no violenta contra las dictaduras militares que reprimían a los opositores en varios países del continente.
Imagen: Reuters
1971: Willy Brandt
Willy Brandt fue el primer alemán que ganó el Premio Nobel de la Paz después de la II Guerra Mundial. Recibió el galardón por su “Ostpolitik”, dirigida a lograr una distención con los países del bloque de Europa oriental.