Debilitada por la edad y las enfermedades que la acosan últimamente, la ex primera ministra británica celebró su 85 aniversario con amigos en su residencia en Londres. Thatcher, cuya gestión es considerada como una de las más divisivas de la post-guerra británica será honrada este jueves con una recepción encabezada por el primer ministro David Cameron.

Cameron, que asumió el cargo en mayo pasado al frente de una coalición conservadora-liberal, invitó a Thatcher a Downing Street después de su elección y la describió como una de las mayores estadistas en tiempos de paz. Se espera que a la recepción con motivo de su 85 aniversario acudan unos 150 invitados, entre ellos antiguos ministros, parlamentarios y miembros de la Cámara de los Lores. “Será el mayor encuentro thatcheriano desde que dejó el cargo hace veinte años”, señala el diario The Independent. Medios británicos señalan que Cameron se encuentra enfrascado en un proceso de recortes incluso más profundos que los de su predecesora.

El Thatcherismo vuelve a Europa

La Dama de Hierro, como fue llamada por la dureza y terquedad con la que defendía sus posiciones, fue vista en público por última vez hace un mes cuando hizo una visita al Papa Benedicto XVI. Famosa por su peinado aglobado y su gran bolso de mano, es recordada por la Guerra de las Malvinas -que los británicos llaman Falkland- que ganó la potencia europea.

El Thatcherismo vuelve a ponerse de moda en Europa inspirado en la ola privatizadora que impulsó Thatcher en Gran Bretaña y la serie de recortes sin parangón del sistema social británico. La Dama de Hierro fue muy criticada por su apoyo a la liberación del ex-dictador chileno Augusto Pinochet cuando éste estuvo preso en el Reino Unido. Pinochet la había apoyado antes en la Guerra de las Malvinas.

“Descuento británico”

Margaret Thatcher gobernó su país de 1979 a 1990 y todavía se la recuerda en Bruselas, en donde muchos políticos se muestran exasperados cuando hablan del “descuento británico”, que consiguió Thatcher, que garantiza al Reino Unido menores aportes a los fondos de la Unión Europea.

“Maggie” como también era llamada, se opuso rotundamente a la reunificación alemana y conocida era su aversión al canciller alemán Helmut Kohl, quien alguna vez dijo evitar a Thatcher como el diablo al agua bendita.

Llaman la atención sus frases que hacen una clara división entre los géneros. "Si quiere que se diga algo en la política, entonces pregúntele a un hombre, si quiere que se haga algo en ella, entonces pídaselo a una mujer". Era tal su aplomo que no pocas veces recibió calificativos masculinos, y como ella misma reconoció, no necesitó del movimiento feminista. Según ella, para gobernar sólo era necesario tener sentido común. “Toda mujer que entienda cómo manejar su presupuesto doméstico tendrá una idea sobre el problema que es el conducir un país”, decía.

Autora: Eva Usi

Editora: Emilia Rojas