Marruecos: Cumbre del Clima llama a la “justicia climática”
7 de noviembre de 2016
La vigésima segunda sesión de la ONU sobre el cambio climático (COP22) comenzó este 7 de noviembre en la ciudad de Marrakech con un llamamiento a la "justicia climática" entre los pueblos.
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La ministra francesa de Medio Ambiente y presidente saliente de la anterior cumbre climática de París, Ségolène Royal, anunció la apertura de los trabajos de la COP22 y subrayó que esta cita constituye una oportunidad "para inventar un mundo que viene y concretamente para conseguir una justicia climática".
Royal se congratuló de que 100 países hayan ratificado el Acuerdo de París y llamó a los 93 que quedan a hacerlo antes de finales de este año. La responsable francesa subrayó que esta cumbre también hará especial hincapié sobre el continente africano, que más asume los efectos del cambio climático pese a que a nivel mundial es un emisor casi insignificante de gases de efecto invernadero.
Tras inaugurar la cumbre climática pasó el relevo al nuevo presidente de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, el marroquí Salahedin Mezuar, todavía ministro marroquí de Asuntos Exteriores en funciones. Mezuar subrayó que la cumbre quiere dar relevancia a los países más vulnerables al cambio climático y prometió que este foro demostrará que existen modelos innovadores de desarrollo sostenible capaces de desarrollar las economías de los países del sur.
Mantener el calentamiento por debajo de dos grados
"Si París dio al mundo un pacto que compromete a los gobiernos, Marrakech es una nueva sesión que abarcará a todas las partes para trabajar", sostuvo Mezuar quien se comprometió a reforzar un "diálogo abierto y transparente" con todas las partes a favor del clima.
El Acuerdo de París adoptado en diciembre de 2015 y ratificado once meses después por al menos cien países tiene como fin principal bajar el calentamiento global de la atmósfera muy por debajo de dos grados centígrados antes de finales de este siglo. Más de 30.000 personas participan en la cumbre climática de Marrakech que durará dos semanas.
JOV (efe, n-tv)
Islas hundiéndose: contra la marea del cambio climático
El IPCC dará el lunes a conocer su último informe. El panel ha alertado de que el impacto del cambio climático se dejará sentir en todo el mundo, sobre todo en las áreas más bajas, en las islas y en las zonas costeras.
Imagen: AFP/Getty Images
Paraíso perdido
Las pequeñas naciones insulares de todo el mundo ya están notando el impacto de la subida del nivel del mar. Y probablemente más que ninguno, las Maldivas, en el Océano Índico, considerado el país de menor elevación del planeta. La altura media de sus 26 atolones es de solo 1,5 metros sobre el nivel del mar, por lo que no haría falta mucho para que el país se volviese completamente inhabitable.
Imagen: picture alliance/chromorange
Propiedades bajo el agua
La subida de las aguas ya ha forzado a algunos isleños a abandonar sus hogares por otro en un lugar más alto. En Kiribati, en el Pacífico, algunos pueblos han sido completamente inundados. Los agricultores locales también tienen que enfrentarse a la invasión de agua salada en sus cultivos. El avance del mar significa menos área de cultivo y una mayor necesidad de traer los alimentos de lejos.
Imagen: John Corcoran
Huida temporal
En torno a 113.000 personas tienen su hogar en las islas de Kiribati. Los habitantes que han sido desplazados a menudo terminan en la isla principal de Tarawa Sur, que cuenta con un muro de contención para proteger las tierras y propiedades costeras de las zonas más bajas contra la crecida de las aguas. Pero eso no supone una solución permanente.
Imagen: picture-alliance/AP
Manteniendo el océano en su redil
Los holandeses, que construyeron sus primeros diques hace más de mil años, son famosos por sus esfuerzos para contener el mar. Hoy en día, un sofisticado sistema de presas y diques permite que dos tercios de la población vivan por debajo del nivel del mar. Su subida, sin embargo, sigue preocupando en los Países Bajos, donde ya hay planes para fortalecer los diques y construir barreras adicionales.
Imagen: picture-alliance/Ton Koene
Patrimonio mundial sumergiéndose
Venecia, en el noreste de Italia, no es ajena a las inundaciones. Y, según los expertos, la emblemática ciudad seguirá hundiéndose. El gobierno italiano ha invertido 9.600 millones de euros en el "proyecto Moisés", diseñado para proteger a la ciudad, Patrimonio Mundial de la UNESCO, de la crecida de las aguas. Se espera que sus barreras estén terminadas para el 2016.
Imagen: AP
Crisis en el Caribe
Muchas pequeñas islas, repartidas por el océano, no tienen dinero para financiar la lucha contra el cambio climático a gran escala. Y, a menudo, no se enfrentan solo al aumento del nivel del mar, sino también a los cada vez más frecuentes ciclones y huracanes. En las islas caribeñas de Santa Lucía y Dominica es habitual que las tormentas arrasen los cultivos locales, como plátanos y aguacates.
Imagen: picture-alliance/Robert Harding World Imagery
Tormentas de efectos más severos
La devastación causada en Filipinas por el tifón Haiyán el pasado noviembre es un claro ejemplo de cómo la imprevisibilidad del cambio climático puede volver más dañinos estos fenómenos meteorológicos. Muchos de los hogares que arrasó a su paso el tifón no estaban preparados para resistir huracanes, que antes tendían a atacar únicamente el norte del país. Más de 6.200 personas perdieron la vida.
Imagen: DW/T.Kruchem
El precio de la prosperidad
Algunos argumentan que los países más pobres y menos desarrollados están sufriendo las consecuencias de la industrialización occidental. En la reciente conferencia sobre el clima celebrada en Varsovia, el comisionado filipino Yeb Saño suplicó apasionadamente que se hiciera algo: "Lo que mi país está atravesando como resultado de este extremo fenómeno climatológico es de locura".
Imagen: DW/ A. Rönsberg
Flotando en la inundación
Aunque Bangladesh está en el Asia continental, se enfrenta a un gran riesgo por el cambio climático debido a la baja altitud de su orografía y a su densidad de población. El aumento de un solo metro en el nivel del mar dejaría a medio país bajo el agua. Las comunidades han empezado a adaptarse a las cada vez más inundaciones mediante el uso de tecnologías agrícolas flotantes en sus cultivos.
Imagen: dapd
Un nuevo tipo de refugiado
Existe el temor de que las subidas del mar desplace a poblaciones enteras, creando hordas de refugiados víctimas del cambio climático. Una idea sugerida hace años por el presidente de Kiribati, Anote Tong, es construir islas artificiales en las que puedan vivir los desplazados. Dubai podría ayudar compartiendo su experiencia en proyectos de islas artificiales turísticas, como el ilustrado aquí.