Perú: Vizcarra presenta proyecto para adelantar elecciones
1 de agosto de 2019
Ahora, el poder Legislativo debe aprobar una medida que goza de gran popularidad entre los peruanos, pero que los congresistas en su mayoría rechazan.
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El Gobierno del presidente de Perú, Martín Vizcarra, presentó formalmente el proyecto de reforma constitucional que permita el adelanto de las elecciones generales para el tercer domingo de abril de 2020, tal como lo anunció el jefe de Estado hace algunos días.
El documento fue presentado ante el Parlamento para que sea analizado por las comisiones legislativas y aprobado, antes que sea puesto en consideración en un referéndum que se llevará a cabo a fines de este año.
El presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar, confirmó la entrega del proyecto en una rueda de prensa. Anunciando que la medida "busca que, como Nación, superemos estos tres años de inestabilidad política, dominados por la crispación".
En lo formal, la reforma planteada pide la modificación del artículo 112 de la Constitución Política, que establece que el periodo presidencial es de cinco años y que el mandatario no puede reelegirse, tampoco podrán reelegirse los actuales congresistas ni los parlamentarios andinos.
El anuncio de Vizcarra, que sorprendió a todo Perú, tiene como objetivo fundamental terminar con la crisis institucional que persiste después de la renuncia del presidente Pedro Pablo Kuczynski y que se ve reflejada continuamente en pugnas permanentes entre los poderes Legislativo y Ejecutivo. El presidente busca "superar estos tres años y ha planteado una salida seria, una salida que implica un gesto de desprendimiento para que superemos esta crisis política", dijo el primer ministro Del Solar.
Acogida y rechazo
La propuesta de Martín Vizcarra fue bien recibida por la ciudadanía, pero enfureció a los líderes opositores que dominan el Congreso, aglutinados en torno al fujimorismo, quienes instaron al mandatario a renunciar si no se siente capaz de gobernar.
Por otro lado, la cúpula empresarial peruana aplaudió la medida, aunque algunos temen que la incertidumbre afecte a la economía, que ha perdido dinamismo desde 2017 a raíz de los escándalos de corrupción y la crisis política que condujo a la renuncia de Kuczynski.
mn (efe, afp)
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América Latina: escándalos judiciales de expresidentes
Empezamos con Perú porque es el país sudamericano con más expresidentes en prisión.
Imagen: picture-alliance/dpa
Perú: Alberto Fujimori (1990-2000)
Se encuentra en la cárcel cumpliendo una condena de 25 años por varios delitos, como corrupción, peculado, usurpación de funciones, por desviar fondos y por su responsabilidad en el asesinato de estudiantes de La Cantuta.
Imagen: Reuters
Perú: Ollanta Humala (2011 -2016)
Humala y su esposa, Nadine Heredia, se encuentran en la cárcel cumpliendo prisión preventiva por dieciocho meses. A ambos se les acusa de lavado de activos por los aportes que recibió su partido político en las campañas electorales de 2006 y 2011.
Imagen: picture-alliance/dpa
Perú: Alejandro Toledo (2001-2006)
Se encuentra prófugo de la Justicia. Existe una orden de captura por presuntos delitos de tráfico de influencias, lavado de activos y colusión. Se le acusa de haber recibido sobornos por 20 millones de dólares de la constructora Odebrecht.
Imagen: picture-alliance/dpa/AP/K. Navarro
Perú: Alan García (1985-1990 / 2006-2011)
Se ha visto involucrado en varios casos judiciales, pero ha logrado salir airoso de todos. Sobre él pesaban acusaciones por corrupción, enriquecimiento ilícito y violaciones de los derechos humanos. El escándalo más sonado durante su gobierno fue el de los ‘petroaudios’, que revelaron un presunto manejo irregular en licitaciones de lotes petroleros en beneficio de una empresa extranjera.
Imagen: Mirra Banchon
Argentina: Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015)
Sobre Kirchner pesan varias acusaciones: por el presunto delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado y por presunto blanqueo de capitales. Además, fue acusada de encubrir a los sospechosos iraníes del atentado perpetrado en 1994. El próximo 9 de noviembre deberá declarar ante el juez por los supuestos delitos de lavado de dinero por el caso “Hotesur”.
Imagen: picture-alliance/dpa/L. La Valle
Brasil: Lula Da Silva (2003-2010)
En julio de este año, la Justicia lo condenó, en primera instancia, a nueve años y medio de prisión por los crímenes de corrupción pasiva y lavado de dinero. El 9 de septiembre el expresidente brasileño deberá declarar ante la Justicia por los supuestos sobornos que habría recibido del grupo Odebrecht.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Schincariol
Brasil: Dilma Rousseff (2011-2016)
En el año 2016 afrontó un juicio político por presuntas manipulaciones de las cuentas públicas para ocultar el déficit fiscal, conocidas como “pedaladas fiscales” en portugués. Rousseff fue destituida como presidenta en agosto de 2016.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Gomes
Bolivia: Luis García Meza (1980-1981)
En 1993, fue condenado a 30 años de prisión, sin derecho a indulto, por crímenes de lesa humanidad. Actualmente se encuentra en prisión cumpliendo su condena, que concluye en el año 2025.
Imagen: GONZALO ESPINOZA/AFP/Getty Images
Bolivia: Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003)
La Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia aprobó en 2016 un juicio de responsabilidad en su contra por presuntos delitos de contratos lesivos al Estado. En 2003, renunció a la presidencia y huyó a Estados Unidos.
Imagen: AP
Colombia: Álvaro Uribe (2002-2010)
Fue acusado de haber presionado y amenazado a los magistrados que revisaban el proceso contra exfuncionarios por las chuzadas del DAS, escándalo surgido tras las interceptaciones telefónicas y seguimientos ilegales durante su pasado gobierno. En 2016, la Corte Suprema falló a favor de Uribe.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Duenas Castaneda
Paraguay: Fernando Lugo (2008-2012)
Fue destituido de su cargo como presidente por un controvertido juicio político alegando mal desempeño en sus funciones. La mayoría de los gobiernos latinoamericanos de ese entonces condenaron dicha destitución, calificándola de 'ruptura del orden democrático'.