La política exterior ha sido, durante mucho tiempo, el campo predilecto del presidente del Parlamento Europeo. ¿Será que está mirando hacia Berlín para ser ministro de Exteriores o… canciller?
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Tras la elección de Donald Trump, Martin Schulz reaccionó como un verdadero diplomático. "Ambas partes deben, a partir de ahora, comenzar desde cero y darse una oportunidad”, dijo inesperadamente el presidente del Parlamento Europeo. "Trump merece el respeto de su alto cargo”, añadió el político socialdemócrata. Schulz, siempre un partidario de la claridad, había advertido sobre el magnate inmobiliario, como tantos otros, e incluso lo había calificado como un hombre irresponsable que se convertiría en un problema no solo para Europa, sino para el mundo entero. Pero eso fue antes de las elecciones.
¿Oficina a la medida?
Esporádicamente se ha mencionado el nombre de Schulz en Berlín como candidato a llegar al ministerio de Exteriores. Por ejemplo, cuando en Bruselas es calificado como experimentado y serio. O cuando la verde Franziska Brantner alude directamente a Schulz en el Parlamento como posible sucesor de Frank-Walter Steinmeier. Se trata de encontrar a alguien que sea capaz de "organizar una posición europea común”, especialmente en temas de derechos humanos y derecho internacional, dijo.
Armar alianzas, esa parece ser la mayor fortaleza de Martin Schulz. Y su colega Jo Leinen ya lo elogió en el diario Die Zeit: "Schulz sería un excelente representante de la política internacional alemana”. El presidente del SPD, Sigmar Gabriel, también podría también aprovechar esta movida en la campaña electoral y quitarse de encima a un potencial competidor. ¿Están las especulaciones a la orden del día solo porque se requiere un sucesor para Steinmeier y los socialdemócratas carecen de personalidades con perfil internacional?
¿Y quiere Schulz ir a Berlín?
"No está cocinado el pavo”, dijo el diputado socialdemócrata Knut Fleckenstein en Bruselas sobre este tema. El primer y mayor deseo de Martin Schulz es seguir como presidente del Parlamento Europeo (PE) en la capital belga. Y el político no ve problemas en las conversaciones entre los cristianodemócratas y socialdemócratas, pese a que en medio de este período electoral debería haber un cambio en la cúpula del Parlamento Europeo.
Lo que habla en contra de su calma es el hecho conocido de que tres dirigentes de los conservadores podrían liderar la institución europea. Y con ello podría instalarse un escenario potencialmente explosivo, pues muchas de las decisiones del PE son tomadas en una especie de coalición informal entre los dos mayores grupos (socialdemócratas y conservadores). Así pudo evitar Schulz, por ejemplo, que los populistas de derecha y eurófobos dividieran o paralizaran al Parlamento.
Solo Schulz podría poner en orden a la colorida tropa de los socialdemócratas y así garantizar también el funcionamiento democrático del Parlamento, dice Fleckenstein. Si, por el contrario, los conservadores asumen el control total, podrían olvidarse de una vez de la cooperación de los socialdemócratas. Quizás en un escenario así los parlamentarios alemanes de ambos bandos puedan seguir trabajando, pero eso no se replicaría en el resto de la UE. Por ello, "el Plan A es que Schulz siga en Bruselas”, asegura el parlamentario. Todo el resto sería fantasía periodística.
Política exterior, su tema
Se puede decir que Schulz ha llevado más lejos que cualquiera de sus antecesores el cargo de presidente del Parlamento Europeo e incluso se ha manifestado sobre asuntos que son extracomunitarios. Se preocupó por el retorno de Cuba a la comunidad internacional, exigió trabajo conjunto a Putin en la crisis de Siria y se comprometió con el acuerdo nuclear con Irán. También habló de un acuerdo sobre refugiados con Egipto y otros países africanos y conversó con Erdogan sobre el pacto entre la UE y Turquía.
Desde entonces también Schulz, así como otros europarlamentarios, ha criticado fuertemente la deriva antidemocrática que ha tomado Turquía. Hoy hay una mayoría que piensa que deben romperse las negociaciones para la adhesión de ese país a la UE, debido al rompimiento de las reglas de la democracia. La próxima semana el Parlamento debatirá y votará el tema. Pero en este asunto Schulz vuelve a expresarse sospechosamente diplomático: "La falta de diálogo nunca ha conducido a nada, sino que alimenta el riesgo a una escalada”, dijo el político socialdemócrata en una entrevista. No habría ganadores si se rompieran las negociaciones: "Al contrario, nos privaríamos de un medio importante para influir en el desarrollo de Turquía y, quizás, ayudar a cambiar las cosas para mejor”.
¿Habló entonces el presidente de Parlamento Europeo o el posible sucesor de Frank-Walter Steinmeier? Como mucho a fines de diciembre tendremos una respuesta y sabremos si Schulz será aliado de Merkel o si, por el contrario, decide postularse a la cancillería y enfrentar a la líder de la CDU.
Autora: Barbara Wesel (DZC/JOV)
Angela Merkel: hacia el cuarto mandato
Los alemanes la llaman “Mutti”: Angela Merkel, una muchacha de provincia que ahora es la mujer más poderosa del mundo, irá por un nuevo mandato como canciller. Aquí los capítulos más importantes de su vida.
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Y de pronto apareció Angela
Angela Merkel, una mujer de la Alemania del Este sin grandes contactos políticos, fue primero presidenta del partido conservador Unión Demócrata Cristiana (CDU) y luego se convirtió en canciller. Fue reelecta tres veces, y este domingo anunció que buscará un cuarto mandato. ¿Cómo llegó a la cima de la política alemana?
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Cuando "Mutti" todavía era "Angie"
¿Quién hubiera pensado entonces que Angela Dorothea Kasner sería alguna vez la mujer más influyente del mundo? Disciplina, objetividad, moderación y sensatez: la pequeña Angela creció en un hogar protestante en Templin, Brandeburgo. Su padre era pastor, su madre, ama de casa. Angela tiene dos hermanos más pequeños.
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La familia
En la foto vemos a los abuelos de Angela Merkel, la “Oma” Greta y el “Opa” Ludwig, con su hijo, Horst Kazmierczak, quien luego sería el padre de Angela. La familia, de raíces polacas, vive en Poznan, Prusia Occidental (luego Polonia) y más tarde se traslada a Berlín, donde cambia su apellido por el de Kasner.
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Alumna ejemplar
Angela va a la escuela en Brandeburgo. En la foto se la ve en un campamento, poco después de recibirse de Bachiller, en 1973, con un promedio de 1,0, el más alto en Alemania. Se destaca en matemáticas y en ruso. Durante su etapa escolar, Angela es miembro de la Juventud Socialista.
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Los 70: ciencia, no rock & roll
Merkel comienza su carrera de Física en Leipzig, y luego pasa a trabajar en la Academia de las Ciencias de la RDA en Química. Se doctora con una tesis sobre reacciones de desintegración. "Angela me llamó la atención por su forma de ser abierta, amable y natural”, recuerda su primer marido, Ulrich Merkel. La canciller gusta mucho de viajar. En la foto, en una estadía en Praga.
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Cambio de vida
“Un día empacó sus cosas y se fue de la habitación en la que vivíamos, de 10 metros cuadrados”, cuenta Ulrich Merkel. “Ella se llevó el lavarropas; yo me quedé con los muebles”. Años más tarde, Angela Merkel comienza su actividad en la política en la CDU. Un nuevo hombre entra en su vida política: Helmut Kohl, su mentor.
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Contra viento y marea
De la mano de Kohl, alguna vez llamado "el canciller eterno", Merkel asciende en su carrera política: en 1990 se convierte en diputada del Parlamento alemán. Kohl la nombra ministra de Mujer y Familia. Cuatro años más tarde será ministra de Medio Ambiente en el gabinete de Kohl, responsable de la seguridad nuclear. Merkel podría estar más tiempo como canciller que Kohl, que estuvo 16 años.
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La ganadora
Wolfgang Schäuble, que presidía la CDU, la propone como secretaria general del partido en 1998. Dos años más tarde ya es ella la jefa del partido. En 2005 gana las elecciones con la CDU y es la primera canciller alemana, muy a pesar de Gerhard Schröder, que hubiera querido seguir en el cargo. Bajo el mando de Merkel, la CDU toma un giro hacia el centro y se vuelve menos conservadora.
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Su segundo marido
Angela Merkel se casó con su segundo esposo, Joachim Sauer, en 1998, antes de su ascenso en la política. Sauer es profesor de Química y tiene dos hijos de su primer matrimonio. Se lo considera poco afecto a aparecer en público.
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Una vida sin lujos
Lo que para otros jefes de Estado es la Casa Blanca o el Elíseo es para el matrimonio Merkel-Sauer su departamento en Berlín. Angela Merkel no vive una vida de lujos. Va al supermercado, como todo el mundo. Y se dice que su esposo cocina para ella.
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El escote de la canciller
Este escote dio mucho que hablar: la canciller se presentó así en la Ópera de Oslo. En la foto, junto al expresidente noruego, Jens Stoltenberg. Angela Merkel es una amante de la música clásica y visita regularmente los Festivales Wagner en Bayreuth.
Imagen: Bjorn Sigurdson/AFP/Getty Images
Emoción futbolística
Angela Merkel estuvo presente durante el Mundial de Fútbol en Brasil y hasta se sacó fotos con jugadores de la selección alemana. Según una encuesta de la cadena ARD, en Alemania un 70 por ciento de la gente estaba muy contenta con su canciller. Pero eso era en 2014...
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"Lo lograremos"
El 31 de agosto de 2015, Merkel pronuncia su célebre frase "Lo lograremos" ("Wir schaffen das"), en cuanto a la llegada de cientos de miles de refugiados a Alemania, en medio de una crisis humanitaria. La frase fue mal recibida en círculos conservadores. En septiembre de 2016, la CDU registró grandes pérdidas en la elección de Mecklemburgo-Pomerania Occidental.
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Crisis entre aliados
Algunas de las críticas más fuertes a Merkel por su política de refugiados provienen de su partido aliado, la CSU de Baviera, dirigida por Horst Seehofer (izq.). Pero incluso en medio de la controversia, el partido bávaro no ve otra alternativa que apoyar a Angela Merkel de cara a las próximas elecciones generales.
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¿Merkel hasta 2021?
Tras mucho hacerse esperar, finalmente el 20 de noviembre de 2016 la canciller anunció que buscará la reelección para gobernar "toda la legislatura" hasta el año 2021. Dijo haber reflexionado mucho sobre el tema, pero que siente la responsabilidad de mantener el mando en tiempos difíciles. Además, manifestó estar feliz de poder devolver a Alemania algo de lo mucho que el país le ha dado a ella.