Masacre de My Lai: ¿qué ha aprendido Estados Unidos?
Clare Richardson
16 de marzo de 2018
La masacre de civiles a manos de las tropas estadounidenses en un pueblo vietnamita en 1968 obligó a Estados Unidos a reflexionar sobre su política militar.
Imagen: picture alliance/CPA Media Co
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El 16 de marzo de 1968, un pelotón de soldados atacó un pueblo en el sur de Vietnam, en la región de Son My, con el fin de aniquilar a los combatientes del Viet Cong. Solo encontraron civiles a los que violaron y asesinaron. El Ejército de Estados Unidos lo calificó entonces de victoria hasta que el reportero Seymour Hersh publicó la verdad de los hechos y, desde entonces, la Matanza de My Lai se convirtió en el símbolo de las masacres de los estadounidenses en el extranjero.
"Muchos fueron acordonados en pequeños grupos y recibieron disparos. Otros fueron arrojados a las acequias o zanjas y baleados y a muchos los tirotearon al azar cerca de sus casas. Algunas de las mujeres más jóvenes y muchachas fueron violadas”, escribió Hersh en un reportaje para The New Yorker en 1972.
Al final , solo cuatro hombres pisaron un tribunal militar y solo uno, el oficial William L. Calley Jr., fue condenado por asesinar a 22 personas. El número de asesinados se puede leer en un muro de mármol: 504 personas, desde niños hasta ancianos de 80 años.
Aquellos asesinatos en la actualidad todavía plantean la pregunta sobre si las acciones de las tropas fueron una aberración de la conducta belicista del honorable estadounidense o un indicador de la capacidad de la gente de a pie para llevar a cabo atrocidades cuando se enfrenta a la violencia implacable.
"Creo que los estadounidenses en 1968 perdieron de verdad la confianza en el Ejército como institución después de My Lai”, explicó Fred Borch, historiador de la Fiscalía Militar General en Washington. El Ejército tuvo que trabajar muy duro para volver a ganarse la confianza de la opinión pública.
Un resultado, añadió el experto, conseguido tras My Lai fue la supervisión legal en las posteriores operaciones militares. "La metamorfosis de los pasados 50 años se produjo debido a la integración de abogados en las operaciones militares en todos los niveles de modo que los comandantes, cuando se movilizan, cuentan con el asesoramiento legal donde quiera que estén”, dijo.
Do Chuc y su hijo, Do Ba, supervivientes de la masacre.Imagen: Imago/UIG
Hersh rechaza la idea de que se hayan llevado a cabo reformas para abordar el problema. Este supo que las consecuencias a corto plazo de su informe serían socavar la mayoría moral de Nixon. "Yo sabía que Nixon ya no podía contar con ella, menos aún después de que Cally fuese acusado por su pelotón de asesinar a civiles”.
Hersh no se hace ilusiones sobre el impacto a largo plazo que My Lai pudo haber tenido en la política de su país: "Tenemos a un presidente que está intentando acabar con el acuerdo iraní y cuenta con una nueva opción de que el director de la CIA dirija el Gobierno del país”, dijo.
William Laws Calley, fue hallado culpable por su papel en la masacre de My Lai.Imagen: picture alliance/CPA Media
Estados Unidos sigue bombardeando
La matanza de My Lai se ha ido destiñendo en la memoria de los estadounidenses y solo se menciona en algunos casos sobre crímenes de guerra. "Cuando fuimos a la (primera) Guerra del Golfo, un comandante se volvió hacia sus hombres y les dijo: no más My Lais. Por supuesto sabemos qué sucedió en Irak, Afganistán y Abu Ghraib”, dijo Howard Jones, catedrático emérito de la University of Alabama y autor de My Lai: Vietnam, 1968, and the Descent into Darkness, refiriéndose a los soldados estadounidenses que abusaron de los reclusos iraquíes.
Después de My Lai, el Gobierno hizo todo lo posible para prevenir futuras atrocidades, comentó Anthony Cordesman, de la cátedra A. Burke del Centro de de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington. "Cuando sucedió una vez, tienes que garantizar que no volverá a suceder”, dijo el experto.
Cordesman también ve diferencias entre la Guerra en Vietnman y las operanciones militaries actuales. Estados Unidos es también responsable de entrenar a las tropas de tierra de otros países. "Se trata de que estás lidiando con fuerzas extranjeras y las estás entrenando para que no cometan atrocidades o causen muertes civiles innecesarias”, añadió Cordesman.
My Lai puede ser un caso excepcional, pero no significa que Estados Unidos haya encontrado su brújula moral, aseguró Hersh, pero "no hemos vuelto a vivir algo similar, pero en verdad seguimos bombardeando ciudades diariamente".
Clare Richardson (RMR/EL)
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Vietnam, entre conmemoración y comercio
Hace 40 años terminó la Guerra de Vietnam, con la caída de Saigón.
Imagen: picture-alliance/dpa
El fracaso de Estados Unidos
En el techo de la embajada de Estados Unidos, numerosos vietnamitas que habían estado al servicio de los norteamericanos intentan, presas del pánico, subirse a uno de los últimos helicópteros que evacuaban al personal en abril de 1975. Pero muchos de ellos no lo lograron. Esta foto, mundialmente famosa, se convirtió en un símbolo del fracaso de Estados Unidos en Vietnam.
Imagen: picture-alliance/dpa/H. Van Es
Recuerdos de guerra
Cerca del lugar donde se encontraba la embajada de Estados Unidos, un museo recuerda los más de 35 años de guerra en Vietnam. La lucha por la independencia de Francia está documentada allí, al igual que la "guerra estadounidense", como llaman los lugareños a la Guerra de Vietnam. El museo, que atrae a muchos turistas, exhibe también una colección de obras de fotógrafos vietnamitas y extranjeros.
Imagen: AFP/Getty Images/Hoang Dinh Nam
El horror de Cu Chi
Allí puede verse también la imagen de Cu Chi, a 20 kilómetros de Saigón, captada por un fotógrafo desconocido. En Cu Chi, los vietnamitas había construido un enorme sistema de túneles, con centrales de comando, hospitales y cocinas de campaña. Pese a años de bombardeos, del uso de gases tóxicos y perros rastreadores, Estados Unidos nunca logró expulsar al adversario.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Atracción turística
En la actualidad, miles de turistas recorren cada año los túneles de Cu Chi, que en su momento fueron agrandados para que pudieran entrar personas occidentales. No obstante, esta atracción no es recomendable para quienes sufren de claustrofobia.
Imagen: picture alliance/Robert Harding World Imagery
Descanso en el palacio presidencial
Un día después de la partida de los últimos helicópteros estadounidenses, tropas norvietnamitas descansan en el parque del palacio presidencial de Vietnam del Sur. Tras décadas de privaciones y millones de muertos, se había logrado, no solo la independencia, sino también la reunificación.
Imagen: AFP/Getty Images
Palacio de la reunificación
Hasta el día de hoy, el parque del "Palacio de la Reunificación" es un lugar que atrae a muchos visitantes en Ciudad Ho Chi Minh (la antigua Saigón). Las áreas verdes no abundan en esa metrópoli. El edificio alberga actualmente un museo, en el que se presenta no tanto el aspecto militar sino la dimensión política de la Guerra de Vietnam, naturalmente desde el punto de vista del Partido Comunista.
Imagen: AFP/Getty Images/Hoang Dinh Nam
My Lai
Mucho antes de la caída de Saigón, la operación bélica de Estados Unidos había perdido legitimidad a los ojos de muchos. Tristemente célebre se volvió la masacre de My Lai, de 1968. Soldados estadounidenses mataron allí a 504 personas, entre las que se contaban ancianos, mujeres y niños. No fue un caso único.
Imagen: Keystone/Getty Images
Monumento a las víctimas
A la entrada del lugar, un monumento recuerda hoy a las víctimas. Tras él se encuentra un pueblo fantasma. Las cabañas fueron reconstruidas, pero están deshabitadas. En los caminos hay huellas de pies, que representan a los muertos.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Findeis
Hanoi Hilton
Tran Trong Duyet fue director de la temida cárcel de Hoa Lo, bautizada por los estadounidenses como "Hanoi Hilton". En esta foto, el director habla a los prisioneros. Muchos pilotos estadounidenses, cuyas naves fueron derribadas, estuvieron internados en el "Hanoi Hilton".
Imagen: F. Zeller/AFP/Getty Images
De prisionero a senador
El exprisionero más famoso del Hanoi Hilton es el actual senador estadounidense John McCain. El político visitó esa cárcel en 2009 y fue recibido cordialmente.
Imagen: AFP/Getty Images/Hoang Dinh Nam
Legitimación bélica
Hasta la actualidad, buena parte de la legitimidad el gobernante Partido Comunista de Vietnam se deriva de la guerra. Viejos afiches propagandísticos recuerdan hoy la victoria de 1975. Nunca se dice, sin embargo, que esa conflagración fue también una guerra civil.
Imagen: AFP/Getty Images/Hoang Dinh Nam
Éxito de ventas
Los afiches de entonces son ahora un verdadero éxito de ventas. En Hanoi y en la antigua Saigón hay docenas de negocios especializados en su venta. Prácticamente toda la clientela proviene de Occidente.
Imagen: AFP/Getty Images/Hoang Dinh Nam
Café de los comunistas
Cerca de dos tercios de los 90 millones de vietnamitas son menores de 35 años. Solo conocen la guerra por los relatos que han escuchado. La Guerra de Vietnam suele estar menos presente para los lugareños que para los visitantes occidentales. Eso se aprovecha para hacer negocios. Por ejemplo, en Hanoi, el Cong Caphee (Café de los comunistas) atrae con una decoración que pretende ser original.