Masacre en Etiopía: ataque deja cientos de muertos
20 de junio de 2022
Grupo amhara acusa a milicia oromo de haber desatado el infierno en una localidad de Oromiya. Los fallecidos podrían ser más de 350, según algunos testigos.
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Un ataque perpetrado por un grupo de hombres armados en el región occidental de Oromiya, en Etiopía, dejó al menos 260 civiles muertos el sábado, de acuerdo con dos testigos que conversaron con la agencia Reuters. Ambos participaron en el entierro de los cuerpos en fosas comunes y aseguraron que las víctimas eran del grupo étnico amhara, minoritario en esa región.
Temprano este lunes (20.06.2022), el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, condenó lo que describió como "actos horrendos” en Oromiya. "El ataque contra civiles inocentes y la destrucción de sus bienes por parte de fuerzas ilegales e irregulares es inaceptable”, escribió en Twitter. Los primeros reportes apuntan a que miembros de la etnia oromo, mayoritaria en Etiopía, serían los responsables de la masacre.
El ataque tuvo lugar en el distrito de Gimbi. "Hemos enterrado 260 cuerpos, yo participé en la recolección de los cuerpos y en los entierros. Los metíamos en fosas, de 50 o 60 por cada una”, dijo uno de los residentes, quien sobrevivió escondiéndose en una zanja cuando ocurrió el ataque, pero perdió a cuatro hermanos y tres primos en los hechos.
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Se culpan mutuamente
Otro vecino aseguró que los atacantes eran oromos de un grupo llamado Ejército de Liberación Oromo (OLA), grupo declarado terrorista por el gobierno central. "Fue una masacre de amharas”, aseguró. Este testigo sostuvo que se escondió en un bosque y escuchó a los atacantes hablar en la lengua oromo. El OLA negó cualquier responsabilidad en lo ocurrido. "Los asesinatos y la destrucción de propiedades el Tole, en el distrito de Gimbi, fueron cometidos por la milicia Gaachana Sirna, creada por el estado de Oromía", aseguró Odaa Tarbii, portavoz del OLA.
Testigos aseguran que sigue habiendo cuerpos tirados en las calles y que el ataque duró varias horas. "Perdí a mi hija de 16 años, le llegó una bala disparada por un tirador del OLA”, dijo a la AFP un hombre. Otro aseguró haber ayudado a enterrar 61 cuerpos el domingo, "día en que en total enterramos a 351 personas”. Según él, el objetivo del ataque es expulsarlos de la región. "Destruyeron nuestras casas”, agregó.
La Comisión de Derechos Humanos de Etiopía confirmó que ha habido enfrentamientos entre tropas del gobierno y el OLA, y que se han reportado "muchas víctimas civiles”. Las autoridades locales también apuntan al OLA como responsable de la masacre. El Ejército de Liberación Oromo formó una alianza el año pasado con el Frente Popular de Liberación del Tigray (TPLF), que combate a las fuerzas federales en el norte del país. Nada hace suponer que el TPLF esté relacionado con el ataque del sábado.
DZC (Reuters, Europa Press, AFP)
Etiopía: un año de crisis en Tigray
El conflicto que enfrenta al Gobierno central con los rebeldes de la región etíope de Tigray (también llamada Tigré) no muestra señales de que vaya a terminar pronto, y la crisis humanitaria es cada vez más grave.
Imagen: AP Photo/picture alliance
Una ciudad en llamas
Residentes de la capital de Tigray, Mekele, revisan los escombros dejados por uno de los bombardeos lanzados por las fuerzas gubernamentales el pasado 20 de octubre. Los militares aseguran que el objetivo era una fábrica de armas operada por el Frente de Liberación del Pueblo del Tigray (FLPT), afirmación que las fuerzas rebeldes niegan.
Imagen: AP Photo/picture alliance
Humos de guerra
El humo de un reciente ataque aéreo se alza sobre las calles de Mekele. Los combatientes tigrinos acusan al Gobierno de haber matado civiles con estas ofensivas, pero las autoridades centrales insisten en que solo atacan objetivos militares. Los vecinos han confirmado que al menos un importante complejo industrial de la ciudad fue destruido por los proyectiles.
Imagen: Million Haileselassie/DW
Soldados capturados
Capturados por las fuerzas rebeldes, soldados del Gobierno etíope y de milicias aliadas esperan ser trasladados a un centro de detención. La imagen es del pasado 22 de octubre. Los militares fueron exhibidos por las calles de Mekele, a bordo de camiones descapotables, como una demostración de fuerza, el mismo día en que se cumplían cuatro jornadas consecutivas de bombardeos sobre la capital.
Imagen: picture alliance/AP
Cruz Roja en camino
Un vehículo de la Cruz Roja de Etiopía avanza por Mekele, tras los bombardeos gubernamentales. La entidad ha estado trabajando incansablamente para entregar ayuda médica y albergues básicos en la región. En medio de un apagón comunicacional en Tigray, la Cruz Roja también es vital para reconectar a familias separadas por el conflicto.
Imagen: Million Haileselassie/DW
Escasa ayuda
Un avión de carga de la organización de ayuda Samaritan's Purse descargó suministros en el aeropuerto de Mekele, el pasado mes de marzo. Desde entonces, el flujo de la ayuda humanitaria se ha visto fuertemente limitado, con barricadas en rutas clave -que impiden el paso de convoyes- y ataques aéreos -que obligan a abortar vuelos con suministros.
Imagen: AA/picture alliance
Una súplica desesperada
Trabajadores de la salud protestan frente a la oficina de Naciones Unidas, en Mekele, para condenar la muerte de pacientes debido a la grave escasez de alimentos y medicamentos. Las existencias de suministros cada vez son menores, mientras las tasas de desnutrición entre los niños se disparan. Pero la ONU ya anunció que tendrá que retirar a la mitad de sus funcionarios desplegados en Etiopía.
Imagen: Million Haileselassie /DW
Víctima de la guerra
Una víctima del ataque aéreo a Togoga recibe asistencia médica. El 22 de junio, un día de mercado, la Fuerza Aérea de Etiopía lanzó un ataque contra la ciudad tigrina de Togoga, matando a 64 civiles e hiriendo a 184. Las ambulancias que intentaban ayudar fueron inicialmente bloqueadas por soldados, antes de que otro convoy rompiera el cerco y llevara a 25 lesionados a un hospital de Mekele.
Imagen: Million Haileselassie/DW
Protestas internacionales
Al otro lado del mundo, cientos de personas se congregaron en Whitehall, Londres, el 19 de octubre, portando banderas y gritando consignas por el fin de la violencia y del bloqueo en Tigray. Muchos de los manifestantes eran mienbros de la diáspora tigrina, etíope y eritrea.
Imagen: Tayfun Salci/picture alliance/ZUMAPRESS
Autoridades y activistas progubernamentales
En septiembre, en Adis Abeba, frente a la oficina del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, manifestantes protestaron contra el envío de ayuda al Tigray. El Frente de Liberación Popular de Tigray (FLPT) es calificado como organización terrorista por el Gobierno etíope. Autoridades y activistas acusan a sus combatientes de cometer toda clase de atrocidades, como reclutar soldados infantiles.