Masiva protesta por visita de Erdogan a Alemania
24 de mayo de 2014 En Alemania viven 1,5 millones de turcos. El respetable número fue razón más que suficiente para que surgieran las dudas sobre la visita del primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan a Colonia, donde dio un discurso en el Lanxess Arena ante unos 15 mil simpatizantes, aprovechando el décimo aniversario de la Unión de Demócratas Turco-Europeos. Otros vieron en la visita de Erdogan una astuta jugada política preelectoral.
Por primera vez, los turcos que viven en el extranjero podrán votar en las presidenciales de agosto. Por ello la actividad del premier turco fue recibida con malos ojos incluso por la prensa alemana. El diario más vendido de Europa, Bild, tituló con un demoledor “Señor Erdogan, no es bienvenido”. Una prueba de la división que generó su presencia fueron los 30.000 manifestantes que salieron a las calles a protestar por el discurso de Erdogan.
El político no se dejó amilanar por la fuerza de las protestas y exigió respeto para el pueblo turco, usando precisamente esas manifestaciones en su contra como muestra de una oposición demasiado dura. “Una revista llegó incluso a titular 'Al diablo con Erdogan'”, criticó. “¿Cómo puede suceder algo así?”, se preguntó, despertando los abucheos del público. Erdogan aprovechó para asegurar que el accidente de los mineros en Soma será esclarecido.
No es bienvenido
Erdogan llamó a los líderes europeos a no “inmiscuirse” en los asuntos nacionales de Turquía. Se quejó también de que “en Turquía algunas fuerzas intentan utilizar la situación y han emprendido en parte acciones ilegales. Una minoría está en contra de nosotros”, apuntó. Y agregó que en su aís existían “organizaciones ilegales” que buscaban cometer “actos terroristas”, por lo que se hacía necesaria la firme intervención de la policía.
Parte de esa “minoría” se manifestó en las calles de Colonia, acompañada de carteles que llamaban a “Parar al dictador Erdogan”, además de calificarlo de “Asesino” y “Fascista”. El accidente de Soma ha dividido a la sociedad turca y reforzado a quienes se oponen al mandatro del primer ministro. “Erdogan no debe pensar que es bienvenido aquí, no debe pensar que hemos olvidado que es un asesino”, afirmó un manifestante citado por la revista Der Spiegel.
La visita de Erdogan tampoco contó con el apoyo de la política alemana. “El viaje al extranjero es una provocación consciente tras el accidente en la mina y en un contexto de luchas violentas en Turquía”, afirmó el alcalde de Colonia, Jürgen Roters, la mañana de este sábado en declaraciones a la emisora de radio WDR 5. Incluso la canciller Merkel llamó a su colega turco a “participar de este acto con sentido de responsabilidad y sensibilidad”.
DZC (dpa, EFE)