"El incidente se produjo a las afueras de Arsal y algunos residentes siguieron al vehículo desde el que se abrió fuego contra el puesto de control hasta que entró en Siria", relató el jefe municipal Ali al Huyairi.

"Creemos que alguien está tratando de generar tensiones entre el Ejército libanés y la gente de Arsal", añadió. Los habitantes de Arsal son predominantemente musulmanes sunitas que apoyan a los rebeldes en Siria. La región es, además, un punto de paso para muchos refugiados sirios.

Nadie se ha atribuido por el momento el ataque, que se produce en medio de una creciente tensión entre los sunitas libaneses que apoyan a la insurgencia siria y el movimiento chiita Hezbollah, que ha enviado combatientes a sumarse a las tropas del gobierno de Bashar al Assad.

Tres granadas de mortero lanzadas desde Siria impactaron el domingo en un distrito de mayoría chiita y controlado por Hezbollah en el sur de Beirut, dejando al menos cinco heridos. Un día antes, el líder del movimiento, Hassan Nasrallah, había asegurado que su grupo seguirá combatiendo en Siria. Se teme que tales incidentes puedan arrastrar al Líbano a involucrarse en el conflicto sirio.

rml (dpa, reuters, afp)