Matan en Honduras a líder indígena activista contra maderera
29 de septiembre de 2019
Llevaba desaparecido desde el lunes. La policía baraja el móvil de "motivos personales", pero Milgen Idán Soto Ávila había recibido amenazas de la empresa.
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Un líder indígena tolupán hondureño, que luchaba en defensa del bosque contra empresas madereras en las montañas del departamento de Yoro, fue asesinado por desconocidos, informaron este sábado (28.09.2019) activistas humanitarios y confirmó la policía. Esta dijo en un comunicado que las autoridades reconocieron el cuerpo de Milgen Idán Soto Ávila, de 29 años, en la jurisdicción de Locomapa, departamento de Yoro, unos 220 km al norte de la capital.
Añadió que Soto había sido reportado como desaparecido desde el lunes pasado por vecinos de la comunidad que el viernes hallaron una fosa clandestina, de la cual las autoridades forenses sacaron el cadáver este sábado. La policía aseguró que sospechan que lo habrían matado por "problemas personales" pero el dirigente del no gubernamental Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ), Víctor Fernández, dijo a la AFP que responsabilizan a una empresa maderera que está cortando 28.500 árboles en esa zona.
Soto, que también era miembro del MADJ, "había recibido amenazas de una empresa por liderar una lucha" contra la depredación del bosque en la zona de la tribu de San Francisco Locomapa, añadió Fernández, abogado de profesión y defensor de los derechos humanos y del medio ambiente. Explicó que ocho dirigentes ambientalistas de la tribu que emprendían la lucha contra los aserraderos fueron criminalizados en los tribunales que en el juicio les prohibieron continuar las protestas, por lo cual Soto había asumido un liderazgo importante en el movimiento.
En febrero pasado otros dos tolupanes, Salomón Matute y su hijo Juan Samael Matute, miembros también de la tribu de San Francisco de Locomapa y emparentados según la prensa local con Soto Ávila, fueron asesinados por defender sus territorios frente a los terratenientes. Honduras está catalogado por organismos humanitarios internacionales como uno de los países más peligrosos para los defensores de derechos humanos y del ambiente porque son asesinados, amenazados y criminalizados por empresarios con el apoyo de las autoridades. El caso más emblemático fue el asesinato en marzo del 2016 de Berta Cáceres, una dirigente lenca que impedía con manifestaciones indígenas la construcción de una hidroeléctrica en el oeste del país.
lgc (afp/criteriohn)
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Honduras, el reino de la fuerza bruta
En Honduras, entre diez y doce personas mueren a diario por causas violentas. Ese riesgo lleva a un segmento nada desdeñable de su población a huir en caravanas, con la vida por todo tesoro, hacia países menos inhóspitos
Imagen: Reuters/E. Garrido
De la fiesta, la resaca
En esta nación centroamericana, cada año suele empezar y terminar como los anteriores: con el silencio de los muertos y el llanto de los dolientes. Fuentes policiales informaron que al menos trece personas fueron asesinadas –diez de ellas con armas de fuego– durante las fiestas de Nochevieja y Año Nuevo. Las mismas celebraciones dejaron al menos veinte muertos en 2017.
Imagen: Reuters/E. Garrido
En las manos equivocadas
A lo largo de 2018, la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (FUSINA) decomisó aproximadamente 2.400 armas de distinto calibre en territorio hondureño tras determinar que eran portadas ilegalmente. 123 de ellas, piezas de alto poder, eran utilizadas por bandas criminales. Un año antes, la cifra de armas de fuego decomisadas por tenencia ilegal fue de 3017.
Imagen: Reuters/E. Garrido
El saldo del negocio
La Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (FUSINA) sostiene que Honduras cerró 2018 con un saldo de 3.614 homicidios. Muchos de esos asesinatos son producto de la violencia asociada al narcotráfico. El año pasado, las autoridades locales decomisaron más de 8,7 toneladas de drogas y detuvieron a más de 12.000 personas, principalmente por vínculos con bandas criminales.
Imagen: Reuters/E. Garrido
Las pandillas del Triángulo Norte
Las autoridades de los tres países que conforman el Triángulo Norte de Centroamérica –Honduras, Guatemala y El Salvador– planean asestarles duros golpes a las pandillas con la operación “Escudo Regional III”, que contempla allanamientos, decomisos, capturas y acciones penales públicas contra cabecillas y miembros de grupos como la Mara Salvatrucha MS-13 y Barrio 18 (dos integrantes en la foto).
Imagen: Reuters/E. Garrido
“Escudo Regional III”
La operación “Escudo Regional III” buscará echarles el guante a bandas responsables de “una gran cantidad de delitos de asesinato, homicidio en su grado de ejecución de tentativa, robo agravado, robo de vehículo agravado, adquisición de vehículo robado, uso ilegal de armas prohibidas, porte ilegal de arma de fuego comercial y asociación ilícita”, informó el Ministerio Público hondureño.
Imagen: picture-alliance/dpa
La “mano dura” estatal
No toda la violencia prevalente en Honduras es atribuida a las bandas criminales. Según varias organizaciones no gubernamentales, el Ejecutivo de Juan Orlando Hernández viola sistemáticamente los derechos humanos de quienes lo acusan de haber cometido fraude para garantizar su reelección como presidente en los comicios de noviembre de 2017. Se habla de asesinatos (38) y persecución política (465).
Imagen: Getty Images/AFP/O. Sierra
Mujeres y niños primero
Unas 6.000 mujeres fueron asesinadas en Honduras entre 2002 y el primer semestre de 2018. Más del 90 por ciento de los casos está impune por falta de investigación, sostiene el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras (CONADEH). Las mujeres y los niños suelen ser víctimas de las formas de violencia más disímiles: la de las bandas criminales y la ejercida por sus allegados en casa.
Imagen: Reuters/E. Garrido
Violencia de género
El CONADEH asegura que cientos de hondureñas se ven forzadas a abandonar sus hogares por amenazas de muerte, asesinatos de familiares, extorsión y por el reclutamiento forzoso de niños y adolescentes llevado a cabo por bandas criminales. Pero, además, las mujeres son vulnerables en sus propias casas y, cuando son asesinadas, los homicidas suelen dejar indicios de saña, crueldad y odio.
Imagen: Reuters/E. Garrido
La impunidad como motor
La Asociación para una Ciudadanía Participativa presentó un informe según el cual más del 90 por ciento de los asesinatos y las violaciones de los derechos humanos quedaron impunes en Honduras en 2018. A juicio de sus voceros, eso propicia la violencia al evidenciar la debilidad de las instituciones y le da impulso a la emigración masiva, por la desconfianza que inspira la Justicia local.
Imagen: Getty Images/AFP/O. Sierra
¡Adiós, Honduras!
En diciembre de 2018, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) publicaron un atlas que refleja detalladamente los ciclos migratorios en el norte de Centroamérica. Según ese mapa, el número de hondureños que abandonaron su país aumentó en un 94 por ciento entre los años 2000 y 2010. Nada apunta a que ese éxodo amaine.
Imagen: Getty Images/AFP/P. Pardo
Turismo improbable
El Gobierno de Estados Unidos les desaconseja a sus ciudadanos viajar a Honduras debido a los niveles de violencia que allí se registran. No obstante, el Ejecutivo de Donald Trump ha sido criticado por cancelar la protección migratoria especial concedida a 57.000 hondureños después de que el huracán “Mitch” devastara a su país en 1998; ellos sí que deberán regresar a esa realidad a corto plazo.