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Medalla Goethe para Latinoamérica y Macedonia del Norte

Rainer Traube
21 de agosto de 2024

Estas tres mujeres representan el poder de la cultura: el premio más alto en política cultural exterior de Alemania es para Claudia Cabrera, Carmen Romero Quero e Iskra Geshoska.

Goethe-Medaille
Imagen: Loredana La Rocca

Las Medallas Goethe 2024 premian a tres mujeres luchadoras: la directora teatral Carmen Romero, de Chile, la traductora literaria Claudia Cabrera, de México, y la gestora cultural Iskra Geshoska, de Macedonia del Norte. A las tres ganadoras de este galardón las une su fe incondicional en la fuerza de la cultura como factor de cambio en la sociedad.

Ninguna de ellas "se deja desanimar por el viento en contra ni los obstáculos", dijo Carola Lentz, presidenta del Instituto Goethe, en entrevista con DW. La Medalla Goethe, el premio más importante de la política cultural exterior de Alemania, se entregará en una ceremonia que se celebrará el 28 de agosto en Weimar, la ciudad de Goethe.

Iskra Geshoska, gestora cultural de Macedonia del Norte.Imagen: Rainer Traube

Cuando Iskra Geshoska les muestra a los visitantes el centro de su ciudad natal, Skopje, vuelve la rabia por las falsas fachadas neoclásicas, que con sus columnas, su estuco y sus esculturas simulan una historia nacional que nunca existió. Por un telón arquitectónico que el Gobierno conservador nacionalista impuso a la capital de Macedonia del Norte hace más de una década.

La verdadera Skopje, una mezcla de historia romana, bizantina y otomana, y de modernismo socialista, está desapareciendo. "Se están robando nuestras historias", dice Iskra Geshoska a DW, "y debemos responder con una estrategia de resistencia creativa".

Una lucha solitaria en Skopje

La historiadora del arte tiene experiencia en creatividad y en resistencia. La oenegé Kontrapunkt, que Geshoska fundó hace más de dos décadas, y el centro cultural Tocka, pronto se transformaron en plataformas para la escena cultural independiente de Macedonia del Norte.

Y son tan críticas e incómodas que Tocka incluso tuvo que cerrar debido a la masiva presión política en 2010. "Esta pequeña comunidad que lucha por una cultura contemporánea independiente, es como un árbol solitario en medio de un desierto", señala Geshoska, y sigue desarrollando obstinadamente proyectos como el centro cultural Jadro, o un festival de crítica cultural.

Un ícono de la escena cultural de Chile

Carmen Romero es directora de Teatro a Mil, el festival de teatro más importante de Sudamérica, fundado hace 30 años en Santiago de Chile. Desde el comienzo, Romero apostó por un teatro potente y crítico de la sociedad, que abordaba las consecuencias de la dictadura militar chilena, así como los derechos humanos y la desigualdad social. De ese modo, se convirtió en un elemento central de la escena cultural chilena y en una de las intelectuales más importantes del país.

Carmen Romero, directora del festival Teatro a Mil, "cambió la vida de muchas personas".Imagen: Willie Schumann

Para Michelle Bachelet, quien en su segundo mandato como presidenta de Chile se comprometió con una política cultural activa, Carmen es "una visionaria y pionera. Su misión es brindar acceso a personas que no pueden permitirse la cultura. Creo que cambió la vida de muchas personas".

Traducir contra el olvido

El teatro también es un género fundamental para Claudia Cabrera, una de las mejores traductoras literarias del alemán al español de México. Acaba de traducir una obra clave de la autora alemana Anna Seghers, "La excursión de las niñas muertas", esta vez, para una versión teatral en Ciudad de México.

Para ella, se trata de una experiencia completamente distinta a la de traducir novelas, como lo describe en entrevista con DW: "Cuando veo obras de teatro que he traducido yo misma, puedo comprobar de primera mano si la traducción es correcta: ¿reíste en el lugar correcto? ¿Te horrorizaste en el momento adecuado?".

La traductora literaria mexicana Claudia Cabrera.Imagen: Claudia Cabrera

La nueva traducción de la obra de Seghers, que vivió exiliada en México en la década de 1940, es su proyecto actual. Anteriormente, tradujo a Kafka y Musil, así como a Heiner Müller, Rainer Werner Fassbinder y Cornelia Funke. Pero su corazón está en la literatura del exilio. "Para mí, traducir literatura antifascista es definitivamente un acto consciente", afirma. "Vivimos tiempos muy peligrosos y no debemos olvidar lo que pasó hace 80 años".

(cp/rml)