Medios: Accidente nuclear en Francia fue minimizado
4 de marzo de 2016
Un accidente nuclear ocurrido en 2014 en la central de Fessenheim, en Francia, fue más serio de lo que se dio a conocer. Medios alemanes denuncian que las autoridades ocultaron la gravedad de los hechos.
Publicidad
Tanto la autoridad de energía atómica francesa, la ASN, como la compañía operadora de los dos reactores nucleares de Fessenheim, el gigante energético francés EDF, ocultaron de manera deliberada informaciones sobre la gravedad del accidente sucedido el 9 de abril de 2014, cuando uno de los reactores tuvo que ser desactivado porque se encontró una pérdida de agua en diferentes sectores de los mismos.
Según investigaciones publicadas este viernes (4.3.2016) el diario alemán Süddeutsche Zeitung y la cadena pública WDR, el incidente de Fessenheim -en la región de Alsacia, cercana a la frontera con Alemania- podría ser "uno de los accidentes nucleares más dramáticos jamás ocurridos en Europa Occidental".
La denuncia de estos medios se basa en un documento al que dijeron haber tenido acceso y que fue enviado por miembros de la ASN a su junta directiva el 24 de abril de 2014.
Indicios de accidente grave
La carta y la consiguiente respuesta revelan que no fue posible desactivar el reactor en la forma acostumbrada, ya que las barras de control de combustible estaban atascadas. De acuerdo con un experto, el reactor tuvo que ser desactivado agregando boro a la cubas de presión, un procedimiento inusual en Europa Occidental.
"No tengo conocimiento ningún caso en el que un reactor en Europa Occidental haya tenido que desactivarse luego de un incidente añadiendo boro", explicó Manfred Mertins, experto y asesor gubernamental en seguridad nuclear, a la cadena WDR y al Süddeutsche Zeitung.
Según las investigaciones, los informes oficiales de la ASN no contenían información sobre el añadido de boro ni sobre el atascamiento de las barras de control, y tampoco se reportó acerca de eso al Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA).
Alemania también entró en una disputa con Bélgica por la central nuclear de Tihange, cerca de la frontera entre ambos países. Dicha central fue cerrada en marzo de 2014, pero volvió a entrar en funcionamiento en diciembre de 2015 a pesar de que se dieron a conocer rupturas en las cubas.
El primero de los dos reactores del complejo de Fessenheim, ubicado a orillas del Rin, junto a la frontera alemana, empezó a producir electricidad en marzo de 1977, y el segundo en 1978. El presidente francés, François Hollande, aplazó el cierre de esa central nuclear, la más antigua del país, al menos a 2018, cuando su promesa electoral era hacerlo en 2016.
Francia tiene en total 58 reactores en funcionamiento, que proporcionan el 80 % de la electricidad generada. Hollande pretende disminuir el peso relativo del sector nuclear en la producción de electricidad al 50 % en el horizonte de 2025.
La larga sombra de Fukushima
Cuatro años después del desastre de Fukushima, la respuesta global a la energía nuclear ha cambiado. Mientras que algunos países continúan desmantelando sus centrales nucleares, otros ven un futuro con energía atómica.
Imagen: Reuters/Kyodo
El terremoto de Tohoku y el posterior tsunami
Fue el peor desastre de la historia de Japón después de la II Guerra Mundial. Hace cuatro años, un terremoto de magnitud 9,3 registrado frente a las costas de la región de Tohoku provocó un tsunami que devastó la costa del noreste de Japón. El resultado: al menos 15.880 fallecidos y 2.694 desaparecidos, además de 6.135 heridos.
Imagen: dapd
Fuga radioactiva en Fukushima
El problema es que lo que empezó siendo un desastre natural acabó convirtiéndose en tragedia por culpa de la tecnología. El terremoto provocó un tsunami de 13 metros que arrasó la central nuclear de Fukushima Daiichi. Tras el impacto, los sistemas de refrigeración de la planta fallaron, provocando el sobrecalentamiento de tres reactores y la consiguiente fuga radioactiva.
Imagen: Reuters/Kyodo
Central de Three Mile Island
El caso de Fukushima no es el primero de la historia. En el año 1979, en la planta nuclear de Three Mile Island, en Middletown, Pensilvania, un fallo en el circuito de la planta provocó una fuga radioactiva. Las bombas de alimentación dejaron de funcionar, provocando la fuga de 120.000 litros de refrigerante del circuito primario. Unas 140.000 personas, entre mujeres y niños, fueron evacuadas.
Imagen: AFP/Getty Images
El legado de Chernóbil
Hasta Fukushima, el desastre de Chernóbil fue el peor accidente nuclear de la historia. En 1986, un repentino incremento de potencia en la Unidad 4 de la central de Chernóbil, en Ucrania, destruyó el reactor y liberó una nube radiactiva que se extendió por Rusia y Europa. 335.000 personas fueron evacuadas en un radio de 30 kilómetros y al menos 30 murieron como consecuencia del accidente.
Imagen: picture-alliance/dpa
Nueva planta nuclear en EE. UU.
A la Unidad 2 de la planta Watts Bar en Tennessee se le están dando los últimos retoques, luego de un largo retraso por una baja demanda en la región. Su planta hermana, Watts Bar Unidad 1, se inauguró en 1996 y era, hasta ahora, la central nuclear de apertura más reciente. El país prevé seguir abriendo plantas nucleares, pues las considera una alternativa viable a los combustibles fósiles.
Imagen: picture-alliance/AP/Tennessee Valley Authority
Período de transición en Alemania
A pesar del fuerte movimiento antinuclear, la coalición de centroderecha de la canciller Angela Merkel trató de retrasar la fecha de eliminación de la energía nuclear de 2022 a 2034. El objetivo de 2022 había sido establecido por su predecesor, Gerhard Schröder, de centroizquierda. Merkel justificó el retraso alegando que se trataba de un período de transición hacia las energías renovables.
Imagen: picture-alliance/dpa
Merkel reacciona con rapidez
Después de la catástrofe de Fukushima, el gobierno alemán reaccionó con rapidez y cerró de manera definitiva ocho plantas nucleares. La coalición de Merkel decidió eliminar por completo el uso de la energía atómica hasta el 2022, adoptando la fecha originalmente establecida por Schröder. Ahora, Alemania ha decidido extender el uso de energías renovables en un 80 por ciento para el año 2050.
Imagen: picture alliance/Hinrich Bäsemann
Italianos confirman la prohibición nuclear
Al igual que Alemania, Italia también tiene una larga historia de activismo antinuclear. Después del desastre de Chernóbil, los italianos votaron para prohibir la energía nuclear en 1987. Sin embargo, en 2011, el entonces primer ministro, Silvio Berlusconi, trató de reintroducir la energía atómica. En un referéndum, los italianos rechazaron nuevamente el uso de energía nuclear en su país.
Imagen: picture-alliance/dpa
El futuro nuclear en Reino Unido
La coalición conservadora-liberal en Reino Unido también promueve la energía nuclear para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, la planta más reciente desde 1996, Hinkley Point C en Somerset (en la foto), se enfrenta a un proceso legal por el uso de dinero estatal para su construcción. El costo de la planta se calcula en unos 34 mil millones de euros.
Imagen: picture-alliance/Simon Chapman/LNP
La India amplía el uso de energía atómica
Nueva Delhi planea cuadruplicar su capacidad nuclear en 2020, abasteciendo así un 25 por ciento de la electricidad en el país. Sin embargo, el plan ha sido fuertemente rechazado. Manifestantes han interrumpido repetidamente los trabajos de construcción de la central nuclear de Kudankulam, parcialmente subsidiada por Rusia. Moscú ha ofrecido construir una docena de reactores nucleares en la India.
Imagen: picture-alliance/dpa
China mira más allá del carbón
Pekín está buscando un aumento más modesto en su capacidad nuclear. La República Popular planea generar un 6% de su electricidad a través de energía atómica para el 2020. Actualmente se encuentra en construcción la central de Changjiang (en la foto), en la provincia de Hainan. La energía nuclear puede reducir, en gran medida, la dependencia de China de las contaminantes plantas de carbón.
Imagen: picture-alliance/dpa
La dependencia de Francia
El 75% de la electricidad que consume Francia procede de energía nuclear. A pesar de que el presidente Hollande prometió reducir la dependencia atómica del país, sólo se ha anunciado el cierre de una planta, situada en la frontera con Alemania. El resto de las centrales, que suman 20, siguen humeando en el corazón de Europa.