Las autoridades alemanas expulsaron del país a un escolta del fallecido líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, que permanecía detenido desde finales de junio, según fuentes. a pesar de estar amenazado de tortura en su país.
Publicidad
Sami A., de 42 años, abandonó Alemania desde el aeropuerto de Düsseldorf con destino a su país de origen, Túnez, en un vuelo comercial a las 7:00 de la mañana (5:00 GMT), según informaron hoy a la agencia DPA fuentes de seguridad.
El ex guardaespaldas residía en Alemania desde 1997. Formado según los investigadores en un campamento terrorista de Afganistán, tenía desde hace años obligación de comparecer a diario ante la Policía germana debido a que estaba considerado una "amenaza seria para la seguridad pública".
A finales de junio, la Policía lo detuvo cuando se personó en la comisaría de Bochum, en el centro-oeste de Alemania, para cumplir con esa obligación.
Hasta ahora no había podido ser repatriado a su país porque la Justicia entendía que allí corría riesgo de ser víctima de tortura. Recientemente, la Oficina Federal de Migración y Refugiados del país (BAMF) había revocado ese impedimento.
Sami A. vivía en esta ciudad de la cuenca del Ruhr junto a su mujer y sus hijos de las ayudas sociales. Según información facilitada por el Ministerio del Interior en abril, ha estado cobrando mensualmente del Estado alemán 1.168 euros (unos 1.500 de dólares) en concepto de prestaciones.
Bin Laden, abatido en 2011 en Pakistán por un comando estadounidense, fue el fundador de Al Qaeda y está considerado el cerebro de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York que causaron alrededor de 3.000 muertos.
CP (dpa, afp)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos enFacebook | Twitter | YouTube |
Los alemanes intentan recuperar la normalidad tras el atentado de Berlín
Un camión irrumpió en un mercado navideño berlinés: doce muertos y casi cincuenta heridos. Berlín y el país están de luto. Se han aumentado las medidas de seguridad, y la gente intenta volver a la vida cotidiana.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Pedersen
En el corazón de Berlín
Berlín y todo el país están de luto por el atentado del lunes. Un día después se guardó un minuto de silencio en honor a los fallecidos. Cerca de la Iglesia Memorial del Emperador Guillermo tuvo lugar una ceremonia religiosa. Se oye una y otra vez la frase: "No nos dejaremos doblegar".
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Pedersen
Lugar para reflexionar
Tras solo tres días del atentado, el mercado navideño en la Breitscheidplatz abrió de nuevo sus puertas. Los organizadores prescinden allí de música y luces que inviten a festejar y, por el contrario, quieren ofrecer "un espacio para reflexionar". La Policía patrulla por el recinto y los visitantes acuden a este mercadillo navideño.
Imagen: Reuters/H. Hanschke
La seguridad es prioridad
El autor del atentado aún no ha sido detenido. La seguridad es muy relevante. En la Breitscheidplatz, como en otros muchos mercados de Navidad en Alemania, se construyen barreras, para evitar atentados similares.
Imagen: Reuters/H. Hanschke
La locura navideña continúa
El atentado y la búsqueda del autor del suceso siguen dominando los titulares de los medios de comunicación alemanes. Mucha gente no quiere dejarse intimidar por el miedo al terrorismo. En una encuesta, cuatro de cada cinco ciudadanos dicen sentirse "seguros" tras el atentado. Las zonas y centros comerciales de las ciudades están, como cada año antes de Navidad, repletas de gente.
Imagen: Imago/R. Peters
Elogio a la prudencia
La búsqueda del presunto terrorista tunecino va a toda marcha. Mientras aumentan las críticas contra las autoridades alemanas por las investigaciones y Angela Merkel, la canciller, demuestra tranquilidad y optimismo. Se siente "muy orgullosa" y añade que "la mayoría de la gente en esta situación reaccionó de forma muy prudente".
Imagen: Reuters/H. Hanschke
Manifestación de la derecha...
La Alternativa para Alemania (AfD) y otros grupos de ultraderecha aprovecharon la ocasión para exigir nuevamente la dimisión de la canciller. Un político de la AfD llamó, poco después del atentado, a las vícitmas mortales "los muertos de Merkel". Otros piensan que ha llegado el momento de poner fin a la política de migración. Alrededor de 100 personas participaron en las manifestaciones.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. von Jutrczenka
Y contra la derecha
Al mismo tiempo, cientos de personas alzaron la voz contra los lemas de la ultraderecha. La gente portaba corazones rojos y carteles con la frase: "Ningún nazi, en ninguna parte. Ningún islamista, en ninguna parte". Los manifestantes exigían tolerancia y solidaridad.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Kappeler
Concierto espontáneo
Dos coros berlineses sientan un precedente al reunirse espontáneamente para ofrecer un concierto en el lugar del atentado. Más de 200 personas cantaban "We are the world", "Shine and Light" y clásicos navideños, como "Noche de paz". Una señal de humanidad y solidaridad.