Como una ola que arrasa con todo: con el silencio, el ocultamiento, la mentira, la doble moral y el miedo. Así se está expandiendo la voluntad de la gran mayoría de las mujeres en todo el mundo de revelar los abusos que sufrieron. La etiqueta #MeToo, creada en EE. UU. por Tarana Burke, violada por su padrastro desde los 13 años, fue alzada como bandera en 2017 por la actriz Alyssa Milano y difundida en todo el mundo a través de Twitter por más de otras 80 actrices de Hollywood, que acusaron al productor de cine Harvey Weinstein de acoso sexual, agresión sexual o violación a quienes se negaron a acceder a sus avances. Acompañado de denuncias similares en Alemania (#aufschrei) y otros países del mundo, el "efecto Weinstein” dio paso al movimiento #MeToo, que es parte de la agenda de varios países.

#NiUnaMenos: América Latina contra los feminicidios

En América Latina, el grito de denuncia surgió primero desde mucho más abajo. No fueron las actrices las primeras en romper el silencio, sino mujeres comunes, estudiantes, trabajadoras, amas de casa, madres y abuelas. Salieron -y salen- a la calle a protestar, cansadas de ver cómo los modelos machistas de sociedades fundamentadas en el patriarcado las someten, las cosifican y rebajan, desde siempre, hasta convertirlas en objeto de placer y de servicio. Y peor aún: están hartas de ver cómo violan y matan a sus compañeras de trabajo, de estudio, a sus hijas y nietas.

El movimiento #NiUnaMenos, contra los feminicidios, empezó a ganar las calles en Argentina en 2015 y se dispersó por toda Latinoamérica. Siguen quedando aún impunes terribles asesinatos, como el de la joven argentina Lucía Pérez, de 16 años, drogada, brutalmente violada y empalada hasta la muerte por sus ejecutores, Matías Farías y Pablo Offidani, de 23 y 41 años. Y los nombres siguen, porque en Argentina se comete un feminicidio cada 19 horas: un total de 895 asesinatos desde junio de 2015, según el Observatorio "Ahora Sí Nos Ven”.

Además, en 2018, luego de 13 años de lucha, en Argentina la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, #AbortoLegalYa, saltó a los titulares y dio lugar a numerosas manifestaciones con un mar de pañuelos verdes en todo el país antes de la votación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en el senado argentino, el 8 de agosto. Sin embargo, dicha ley no obtuvo la mayoría necesaria.

También en México hubo manifestaciones similares en pro del aborto legal y para acabar con las muertes de mujeres que se someten a abortos clandestinos. En ese país,además, nueve mujeres son asesinadas diariamente. Según la ONU. América Latina es considerada como el territorio más peligroso para las mujeres fuera de una zona de guerra. Y el lugar más peligroso para una mujer latinoamericana, alerta la organización, es su hogar. Esa organización también resalta que en 2017 se cometieron seis feminicidios por hora en el mundo. Y de 87.000 feminicidios en todo el mundo en 2016, en 50.000 casos el perpetrador fue su pareja o expareja.

El #MeToo argentino: #MiráCómoNosPonemos

Sin embargo, en Latinoamérica, el #MeToo parece estar ganando terreno ahora también entre las figuras públicas. La sociedad argentina se vio sacudida el 11 de diciembre de 2018 por la denuncia de abuso sexual de la actriz Thelma Fardin, conocida por su actuación en la exitosa telenovela "Patito Feo”, de difusión en toda Latinoamérica. En un video de contenido altamente emocional, divulgado por el colectivo Actrices Argentinas, Fardin denunció que fue violada el 17 de mayo de 2009, cuando tenía 16 años, por su compañero de elenco, el actor Juan Darthés, entonces de 45 años, en un hotel, en Nicaragua, durante el rodaje. La actriz presentó su denuncia en ese país.

Así nació #MiráCómoNosPonemos, en alusión a lo que Darthés dijo a Fardin al besarla en el cuello, a pesar de que ella le dijera que no lo hiciera: "Mirá cómo me ponés”, refiriéndose a su erección. #MiráCómoNosPonemos es ahora el lema de decenas de figuras públicas argentinas que apoyan a la actriz: "Mirá cómo nos ponemos: nos ponemos fuertes, unidas, frente a tu violencia y tu impunidad, estamos juntas. Que se haga justicia por nuestra compañera y por todes”, escriben las integrantes de Actrices Argentinas en una carta abierta publicada en el periódico Página12.

"El caso de Thelma Fardin demuestra que ella fue capaz de denunciar los abusos que sufrió y a los que son sometidas mujeres que han callado durante años. Gracias a que esas otras valientes mujeres ya no callan, ella tuvo el coraje de hacer esta denuncia”, dijo la escritora nicaragüense Gioconda Belli al respecto en entrevista con DW.

Según una encuesta reciente de SAGAI (Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes), citada por ese periódico, el 66 por ciento de las intérpretes afirmó haber sido víctima de algún tipo de acoso y/o abuso sexual. Tras la denuncia de Fardin, las líneas de asistencia a víctimas de violencia en Argentina se dispararon.

Juan Darthés, el acusado, hizo su descargo ante las cámaras de A24 relatando, a su vez, una historia en la que él había sido acosado por la entonces menor Fardin. Darthés ya había sido acusado antes de abuso sexual por otras dos actrices, pero fue declarado inocente, por lo cual su actitud de intentar convertirse en víctima da lugar a dudas acerca de la veracidad de su relato. El modus operandi de echarle la culpa a quien se revela como víctima parece ser un patrón que se repite en América Latina.

En México, la actriz Karla Souza denunció recientemente a miembros de la cadena Televisa, pero se mantuvo bajo reserva el nombre del agresor. Aunque no hubo consecuencias, es un comienzo. La ola feminista también sacude a Chile. La antropóloga Sonia Montecino dijo a DW que "son las estudiantes quienes le dan una característica esencial a este movimiento actual”, refiriéndose a la marcha feminista, el 16 de mayo de este año, en Santiago. Las chilenas también marcharon bajo el lema de #NiUnaMenos en repudio al empalamiento de Lucía Pérez y se manifestaron por la legalización del aborto.

¿Qué sucederá con la denuncia de Thelma Fardin?

"No confío en la Justicia nicaragüense, porque en este momento Nicaragua es un país sin Justicia, donde la Constitución ha sido olvidada, maltratada, violada, y donde no se está respetando la Ley. Por eso no puedo esperar nada para ella de este sistema judicial. En todo caso, va a depender, como depende todo en este país, de la pareja presidencial”, señaló Gioconda Belli a DW respecto de la suerte que podría correr la denuncia presentada por Thelma Fardin contra Juan Darthés.

Para la escritora, "las consecuencias que van a seguir a la denuncia de Fardin son las que hemos estado viendo. Ella va a animar a otras mujeres a hacer denuncias a su vez, y poco a poco vamos a ir creando un Estado de opinión y un temor de los hombres de pasarse de los límites aceptables cuando se trate de aproximarse a una mujer, y de negar el valor del 'no' de una mujer. Y eso creo que tiene un valor incuestionable para el futuro de las relaciones entre los hombres y las mujeres.” El #NiUnaMenos y el #MiráCómoNosPonemos son algunos de los lemas más poderosos de la lucha de las mujeres latinoamericanas por la igualdad de derechos, y contra la misoginia y la violencia machista. Los primeros y más fuertes, pero, seguramente, no los últimos.

(JOV)

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