La fusión alumbrará al mayor grupo farmacéutico del mundo, con una facturación anual de unos 60.000 millones de dólares (unos 56.400 millones de euros), muy superior a la que registraron el año pasado el grupo francés Roche (43.800 millones de euros) o el alemán Bayer (42.200 millones de euros).

Con esta operación, Pfizer se asegura una cartera de productos más amplia pero sobre todo, consigue ventajas fiscales. Para ello, formalmente será Allergan la que compre a Pfizer, ya que Irlanda tiene mejores condiciones fiscales.

¿Solo una maniobra para no pagar impuestos?

Allergan, que antes era una empresa estadounidense, pasó a tener sede fiscal en Dublín tras ser adquirida por la firma irlandesa Actavis. Pfizer ya intentó el año pasado una maniobra similar para reducir su pago de impuestos: trató de comprar a la británica AstraZeneca pero esta se negó.

Los inversionistas de Allergan recibirán 11,3 acciones de la nueva empresa -que se llamará Pzifer- por cada uno de los titulos de la compañía irlandesa. Esto supone una prima de más del 30 por ciento respecto a la cotización de Allergan antes de que aparecieran las primeras informaciones sobre la operación.

Los accionistas de Pfizer podrán elegir entre recibir una acción de la nueva empresa por cada una de las que tienen actualmente, o canjear sus títulos por dinero en efectivo bajo ciertas condiciones. La fusión se hará efectiva en el segundo semestre de 2016, siempre que reciba el visto bueno de los organismos de la competencia.

JOV (dpa, Reuters)