Mejora calificación de España pese a incertidumbre política
21 de septiembre de 2019
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La calificadora de riesgo S&P subió este viernes (20.09.2019) un escalón la nota de España a "A" desde un nivel de "A-", destacando la "resiliencia económica" del país, pese al estancamiento político cuando el país se encamina a las cuartas elecciones en cuatro años. Esta es la segunda mejora de la nota de España desde marzo del año pasado, pero la agencia señaló que la perspectiva es estable.
"Esta mejora refleja un crecimiento económico equilibrado y una mejora de la situación presupuestaria que han colocado el ratio entre la deuda del gobierno y el PIB en una trayectoria descendente más firme", dijo la agencia en un comunicado. Los analistas de S&P proyectan que en 2019 el déficit será 2% del PIB, tocando un mínimo en 12 años, y que se espera que la economía crezca 2,2%, con una desaceleración hacia 2022. Estas previsiones coinciden con las proyecciones del gobierno para el crecimiento de 2019, después de que en 2018 la economía del país se expandió 2,4%.
"Pese al impasse político, el crecimiento del PIB de España debería continuar excediendo al promedio de la zona euro en 2019-2022", indicó la agencia. S&P señaló que hay riesgos en el panorama, después de que los partidos políticos fallaron a la hora de formar gobierno tras las elecciones de abril pasado y el país se encamina a sus cuartas elecciones en cuatro años.
La agencia proyectó que el país cerrará el año con un 13% de desempleo, una cota más baja que el máximo que tuvo durante la crisis de un 26,9%. "Anticipamos que las tensiones políticas en Cataluña van a persistir", dijo la agencia, que admite que podría volver a subir la nota de España si la consolidación presupuestaria se acelera más allá de las expectativas, con una caída de la proporción de la deuda con respecto al PIB de un 80%. (afp)
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La odisea europea de Puigdemont
España retiró la euroorden de detención contra el expresidente de Cataluña, dado que un tribunal alemán había accedido a extraditarlo para ser juzgado solo por malversación. Pero no es el punto final de esta historia.
Imagen: Reuters/F. Lenoir
Huida a Bruselas
Tras un convulso mes de octubre en Cataluña y ante la perspectiva de la actuación de la Justicia española contra él, Puigdemont huyó a Bruselas. El Gobierno del entonces presidente Mariano Rajoy lo acababa de destituir como presidente de Cataluña y la Fiscalía se había querellado contra él por rebelión, sedición y malversación.
Imagen: Reuters/F. Lenoir
La internacionalización del conflicto catalán
Además de eludir la actuación de la Justicia española (a la que sí se enfrentaron otros miembros de su antiguo Gobierno), Puigdemont asegura querer "internacionalizar" el conflicto catalán. Es decir, abogar por la causa de la independencia catalana y sumar a esta fuerzas internacionales.
Imagen: Reuters/Y. Herman
Mientras, en España, la cárcel...
Poco después de iniciarse el periplo europeo de Puigdemont, el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras y ocho exconsellers del Gobierno catalán entran en prisión. La juez Carmen Lamela decretó su prisión incondicional por alto riesgo de reiteración delictiva y de fuga.
Imagen: picture-alliance/dpa/AP/M. Fernandez
Euroorden de detención... y retirada de la euroorden
La Justicia española emite una euroorden de detención contra Puigdemont y cuatro de sus exconsejeros huídos, que se entregan a la Justicia belga. Pero el delito de rebelión no existe en aquel país, por lo que no pueden ser deportados por ese delito. El juez español retira la orden de detención europea. Así evita que Puigdemont sea juzgado en España solo por los delitos que reconoce Bélgica.
Imagen: Reuters/E. Vidal
Con mal pie
Su estrategia de implicar a fuerzas de la UE no empezó con buen pie. Durante una entrevista, Puigdemont definió a la UE como "un club de países decadentes, obsolescentes, en el que mandan unos pocos, además muy ligados a intereses económicos cada vez más discutibles” y “donde hay varias varas de medir”. Incluso dice que los catalanes “deberían decidir si quieren pertenecer a esta UE".
Imagen: Reuters/E. Vidal
De conferencia en conferencia
"¿Aún importa la independencia en la Europa del siglo XXI?" se titula el encuentro celebrado en marzo de 2018 en Ginebra, Suiza, al que acude el expresidente catalán. Una vez asentado en Bruselas, Puigdemont hace pequeñas escapadas para difundir el relato independentista.
Imagen: picture-alliance/dpa/AP Photo/S. Di Nolfi
Visita al Parlamento finlandés
En enero fue Copenhague y en marzo Helsinki. Puigdemont busca apoyos en suelo nórdico. En la imagen, junto al parlamentario finlandés Mikko Kärnä.
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Detención en Alemania
El 23 de marzo, el juez Pablo Llarena procesa por el delito de rebelión a 13 personas por su participación en el proceso independentista, incluido Carles Puigdemont. Un día después, el Tribunal Supremo reactiva la orden europea de detención y extradición cuando Puigdemont se encontraba en Finlandia. Este decide volver a Bruselas en auto, pero la policía alemana lo detiene en su territorio.
Imagen: picture-alliance/dpa/L. Schulze
12 días en prisión
Puigdemont ingresa en la cárcel de Neumünster. Tras revisar la euroorden española, la Fiscalía alemana pide a la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein la extradición por los delitos de rebelión y malversación de fondos públicos. Pocos días después, el tribunal descarta el delito de rebelión y deja en libertad al expresidente catalán bajo fianza mientras estudia la entrega por malversación.
Imagen: Reuters/F. Bimmer
Apoyo también en Alemania
La detención de Puigdemont creó un enorme revuelo en Alemania. La prensa dedicó gran espacio a valorar los cargos de la Justicia española contra el expresidente. Sobre todo el relativo a la rebelión, que podría tener un similar en Alemania. En la imagen, un grupo de personas se manifiesta en Berlín por la libertad de los "presos políticos catalanes".
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Schreiber
Expectación desmedida
El 6 de abril de 2018, Puigdemont abandona la cárcel de Neumünster. Deposita una fianza de 75.000 euros y se compromete a residir en Alemania y presentarse periódicamente ante las autoridades del país. Los medios estaban expectantes ante sus declaraciones.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Heimken
En Berlín y Hamburgo
Primero estuvo en la capital de Alemania. Después, por "motivos de seguridad", Puigdemont trasladó su residencia a Hamburgo. Mientras, la Justicia española trata de probar con material gráfico que sí se produjo el delito de rebelión.
Imagen: picture-alliance/NurPhoto/E. Contini
Extradición sí, pero solo por malversación
En un fallo inapelable del máximo tribunal regional de Schleswig-Holstein, el 12 de julio se aprobó la entrega de Puigdemont a España por malversación de fondos, descartando el delito de rebelión. Así pues, en España solo podría ser juzgado por ese delito. Eso lo pone en situación de ventaja respecto a los líderes independentistas procesados que no huyeron de España.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Gateau
Retirada de la euroorden de detención
El Tribunal Supremo español retiró este 19 de julio la euroorden contra Carles Puigdemont. La Justicia española rechaza así su entrega a España solo por el delito de malversación y no por rebelión. Puigdemont, que actualmente está en libertad provisional en Alemania, quedará libre, pero si regresara a España sería detenido automáticamente hasta que prescriban los delitos, en 20 años.