La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó no ver motivos para cambiar de rumbo en su política de asilo, al tiempo que reiteró la necesidad de una solución europea e internacional a la crisis de los refugiados.
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Al mismo tiempo, Merkel que reiteró la necesidad de una solución europea e internacional a la crisis de los refugiados con la participación de Turquía y su oposición a un límite a la acogida de refugiados.
En una entrevista en la primera cadena de la televisión pública alemana, ARD, centrada en la crisis de los refugiados, Merkel subrayó el domingo (28.2.2016) que no tiene sentido fijar topes cuando no es posible determinar cuántos peticionarios de asilo llegarán y subrayó que mucho depende ahora de cómo se desarrolle la situación en Siria.
"Me he propuesto no prometer nada que vaya a durar tres semanas", declaró la canciller al referirse a aquellos que le exigen dar una cifra máxima a la llegada de refugiados. En este sentido, agregó que retractarse después de lo prometido "provocaría una decepción hacia la política todavía mayor".
"Necesito esa libertad y si la justifico con fundamentos, la gente me la dará", se mostró convencida. Recordó que lo importante ahora es "ordenar, dirigir y reducir sensiblemente" la cifra de refugiados, para lo cual reiteró la necesidad de abordar las causas que llevan a las personas a huir, proteger las fronteras exteriores de la UE, luchar contra las mafias de traficantes y combatir la inmigración ilegal para legalizarla.
"Europa debe hallar un camino común"
A las críticas por haber abierto las fronteras a los refugiados en septiembre pasado, Merkel señaló que ya "estaban abiertas" y que ella únicamente "no las cerró" en respuesta a lo que ya estaba pasando, al referirse a los trenes especiales con refugiados a bordo que llegaban a Alemania procedentes de Hungría.
Recordó que los políticos tienen el deber de actuar de manera sensata en respuesta a situaciones difíciles y en ese sentido subrayó que su "maldita responsabilidad y obligación consiste en que esta Europa encuentre un camino común".
Asimismo, garantizó que no se "dejará sola" a Grecia en la crisis de los refugiados y agregó que no se puede permitir tampoco que ese país caiga "en el caos". "No mantuvimos a Grecia dentro de la zona euro para ahora abandonarla a su suerte", afirmó la canciller, al tiempo que insistió ahí en que la situación no puede resolverla "un país en solitario", sino que debe buscarse una solución europea, como se hizo para atajar la crisis financiera de la zona euro.
"La dignidad humana es intangible"
Merkel apeló a que cada estado miembro debe "asumir su responsabilidad" frente a esta crisis, tanto por razones humanitarias como para defender "los grandes logros" de la Unión Europea (UE), como el espacio Schengen que, aseguró, todos quieren mantener en pie.
Hay que evitar "salidas en solitario", sea con la implantación de límites a la acogida de refugiados o el cierre de fronteras, dijo Merkel, ya que proceder así implica "actuar en detrimento" de otro. Con todo, la canciller se mostró "muy optimista" de que "triunfará el rumbo europeo".
Por otra parte, la canciller reconoció que existe una "polarización" y también una "politización" en la sociedad alemana en lo que respecta a los refugiados, pero recordó que se trata de "una época importante en la que se decidirá cómo se va a situar Alemania en Europa".
Respecto a los crecientes ataques contra centros de acogida de refugiados en todo el país, Merkel expresó su total repulsa a cualquier tipo de agresión, que calificó de "injustificable".
"La dignidad humana es intangible" recordó al referirse al artículo primero de la Ley Fundamental alemana, y agregó que esta afirmación es válida para todo el que esté en Alemania, tanto para los alemanes, como para los refugiados.
Al mismo tiempo, se mostró dispuesta a dialogar con todo aquel que quiera manifestar sus preocupaciones de forma pacífica y este dispuesto a escuchar. Aseguró que la percepción que puedan tener algunos de que en Alemania se hace todo por los refugiados y nada por los ciudadanos es errónea y recordó que ella "hace política para todos en Alemania".
El año de los refugiados
Nunca antes hubo tantos refugiados como en 2015. Muchos han llegado a Alemania. "Es un desafío histórico", señaló la canciller Angela Merkel. Una mirada retrospectiva a un año estremecedor.
Imagen: Reuters/O. Teofilovski
Grecia: una puerta hacia la UE
Estos jóvenes procedentes de Siria superaron una peligrosa etapa de su viaje. Llegaron a Grecia y, por ende, a la Unión Europea. Pero con ello no alcanzaron todavía su meta. Quieren seguir rumbo al norte, hacia otros países de la UE. La mayor parte huyó en 2015 a Alemania y Suecia.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Peligro en el Mediterráneo
El camino que han recorrido encierra peligros mortales. Reiteradamente zozobraron embarcaciones no aptas para la travesía. Estos niños sirios y su padre tuvieron suerte. Fueron rescatados en el Mediterráneo por pescadores griegos de la isla Lesbos.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
La imagen que conmovió al mundo
Aylan Kurdi, de tres años de edad, no sobrevivió. A comienzos de septiembre se ahogó con su hermano y su madre en el Egeo, cuando intentaban llegar a la isla de Kos. La foto de este niño sirio muerto dio la vuelta al mundo, conmoviendo a miles de personas.
Imagen: Reuters/Stringer
Contrastes a la vista
Kos, a menos de cinco kilómetros de Turquía, es la meta de muchos refugiados. Llegan a las playas donde solo solía haber turistas. Este grupo de refugiados paquistaníes logró arribar con un bote inflable.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Caos total
Muchos refugiados quedan varados en Kos, porque solo pueden continuar viaje a tierra continental tras haberse registrado. En el verano, la tensión escaló cuando las autoridades hicieron esperar a los refugiados en un estadio para hacer ese trámite, a pleno sol y sin agua.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Un transbordador para refugiados
Debido a la insostenible situación imperante en la isla se produjeron disturbios. Para reducir la tensión, las autoridades griegas arrendaron un barco en el que se habilitaron posibilidades de alojamiento para 2.500 refugiados y una oficina de registro.
Imagen: Reuters/A. Konstantinidis
El dilema de Europa
Por la misma época, más al norte, en la frontera greco-macedonia, policías fronterizos impiden el paso a la gente. En el tumulto hay niños que lloran, separados de sus padres. "Pura desesperación" se llama la foto tomada por Georgi Licovski. La Unicef la distinguió como la foto del año, ya que plasma "el dilema de Europa y su responsabilidad".
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Licovski
Un símbolo negativo
A fines del verano, Budapest se convirtió en un símbolo del fracaso de las autoridades y de la xenofobia. Miles de refugiados acampaban en los alrededores de una estación ferroviaria de capital húngara. El gobierno les prohibió continuar su viaje. En consecuencia, muchos siguieron su camino a pie, rumbo a Alemania.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Roessler
Se abre el paso
El 5 de septiembre se despejó el camino para los refugiados. La canciller alemana, Angela Merkel, tomó con su par austríaco, Werner Feymann, la decisión de permitir a la gente continuar el viaje. Varios trenes especiales y buses se dirigieron por esos días a Viena y Múnich.
Imagen: picture alliance/landov/A. Zavallis
Bienvenidos, refugiados
El primer fin de semana llegaron a Múnich cerca de 20.000 refugiados. En la estación central de la ciudad se reunieron innumerables voluntarios para atender a los refugiados y proporcionarles alimentos y vestimenta.
Imagen: Getty Images/AFP/P. Stollarz
"Lo lograremos"
Mientras Merkel era aclamada por los refugiados y los partidarios de darles asilo, en otros sectores de Alemania surgía el descontento. En una conferencia de prensa, Merkel respondió a las críticas con estas palabras: "Si tenemos que disculparnos por mostrar un rostro gentil en una situación de emergencia, este no es mi país". Otra frase se convirtió en su mantra: "Lo lograremos".
Imagen: Reuters/F. Bensch
Historias en el equipaje
A fines de septiembre, la policía publicó una imagen conmovedora. Una niña refugiada hizo este dibujo y se lo regaló a un policía de Passau. Muestra el horror que vivieron muchos refugiados y su gran alegría de estar por fin a salvo.
Imagen: picture-alliance/dpa/Bundespolizei
El drama continúa
A fines de octubre habían llegado a Alemania más de 750.000 refugiados. Pero el flujo no cesaba. Los países de la denominada "ruta de los Balcanes" se veían superados y cerraron sus fronteras. Solo se siguió permitiendo el paso a sirios, afganos e iraquíes. Como una forma de protesta, algunos refugiados de otros países se cosieron los labios.
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Licovski
Sin final a la vista
"¡Ayúdanos, Alemania!", dicen los carteles de los manifestantes en la frontera con Macedonia. En Europa se acerca el invierno y miles de personas, incluyendo niños, se encuentran atrapadas en tierra de nadie. Entretanto, incluso Suecia, considerado un país abierto a los refugiados, estableció transitoriamente controles fronterizos. La UE cuenta para 2016 con otros tres millones de refugiados.