Colombia busca tener en Alemania a un socio privilegiado en el marco de la Unión Europea (UE). Sólo así se explica que Berlín haya sido la única escala que el presidente colombiano, Álvaro Uribe, se ha permitido tras su paso por el Foro Económico Mundial, en Davos. Una visita relámpago en la que el apartado económico ha centrado buena parte de la agenda. No en vano, Alemania fue el mayor socio comercial de Colombia en el seno de la UE en 2007, con un volumen de alrededor de 1.800 millones de euros.

Sin embargo, también ha habido un hueco para tratar la cuestión de los derechos humanos en Colombia. Ni Uribe ni la canciller alemana, Angela Merkel, rehuyeron el tema, planteado por los periodistas en la rueda de prensa celebrada en la cancillería y plasmado en la calle por la protesta de unas decenas de manifestantes.

"La situación no es ideal, pero ha mejorado"

Merkel destacó los avances realizados en el país en los últimos seis años, coincidiendo con el mandato de Uribe. Pese a reconocer que la situación no es "ideal", la mandataria alemana insistió en que "la tendencia positiva no se puede negar". Además, enfatizó el apoyo incondicional de su gobierno para proseguir en la línea emprendida en los últimos años y colaborar en todo lo posible en los esfuerzos de democratización de la sociedad colombiana.

Por su parte, Uribe acudió a las cifras para defender su gestión. Destacó que hoy en día, en Colombia, la tasa de asesinatos es la menor en 30 años, mientras que los secuestros se redujeron a niveles que no se veían desde hacía un cuarto de siglo. Además, afirmó que la Justicia y las Fuerzas Armadas del país han recuperado eficacia y confianza por parte de los ciudadanos.

Una opinión que no todos comparten, a tenor de las protestas con las que algunas decenas de manifestantes recibieron al presidente colombiano en Berlín, tanto a su salida de la reunión mantenida con empresarios alemanes en un importante hotel de la capital alemana, como a su llegada a la cancillería para entrevistarse con Merkel. Reclamaban a la canciller que antepusiera la exigencia del respeto a los derechos humanos en Colombia a los intereses comerciales de su país.

Socios privilegiados

Sea como sea, las relaciones entre Colombia y Alemania van por buen camino. Así lo constataron los mandatarios de ambos países. Mientras Angela Merkel destacó los avances en la cooperación en materia económica y educativa, Álvaro Uribe anunció la pronta culminación de dos tratados bilaterales. Por un lado, un acuerdo destinado a la promoción y protección recíproca de inversiones. Por otro, un pacto para eliminar la doble tributación para las empresas alemanas instaladas en Colombia.

Además, el presidente colombiano recibió el apoyo del gobierno alemán para que la Unión Europea acepte cerrar un acuerdo de libre comercio con la Comunidad Andina (CAN) respetando que cada uno de sus miembros establezca distintas velocidades en las negociaciones. Mientras Colombia y Perú pretenden cerrar un acuerdo a la mayor brevedad posible, Bolivia y Ecuador han reclamado más tiempo.

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Encuentro con empresarios

Previamente a la reunión con Angela Merkel, el presidente colombiano mantuvo sendos encuentros con los ministros de Economía y Educación alemanes, Michael Glos y Annette Schavan. Posteriormente, con un nutrido grupo de empresarios germanos, que querían conocer de primera mano la situación en el país andino. Buen momento para presumir de cifras macroeconómicas: el Producto Interior Bruto (PIB) colombiano creció un 7,7 por ciento en 2007 y un 4 por ciento en 2008, las exportaciones aumentaron un 200 por ciento y las inversiones directas un 300 por ciento desde 2002, mientras que el paro se redujo a la mitad en el mismo periodo. Eso sí, el propio Uribe reconoció que la crisis global tendrá efectos en su país y que ahora más que nunca es necesario atraer a inversores internacionales.

Grandes datos al margen, lo cierto es que los empresarios alemanes ven cada vez más a Colombia como un socio seguro. Para ellos, el aumento de la seguridad juega un papel clave. Es el caso de Friedrich Döpp, director gerente de Ischebeck Titan, una empresa del sector de la construcción. "Vemos muchas oportunidades en el área de las infraestructuras en Colombia", declaró Döpp a la Deutsche Welle. Sobre todo, porque "hoy en día uno puede moverse con seguridad por el país". Y, no menos importante, "por el potencial de gente especialidad de que dispone Colombia".

También es el caso de la compañía Sarah Consult, dedicada desde hace 25 años a asesorar a empresas alemanes que quieren asentarse en Colombia. Falk W. Spahn es su gerente: "en la cuestión de la seguridad, la situación ha mejorado positivamente. Se ha convertido en un país muy estable y, lo más importante, la confianza del inversor ha aumentado". Algo que muchos de los empresarios atribuyen a la labor de Uribe en sus seis años de mandato.

¿Tercer mandato?

Precisamente, el año que viene hay elecciones en Colombia y Uribe podría presentarse a la reelección para un tercer mandato. Cuestionado sobre el tema en la rueda de prensa conjunta con Merkel, el presidente colombiano no quiso responder con un sí o un no a la pregunta de si optará a la reelección, aunque dejó entrever que no se presentará. "Mi interés no es perpetuar al presidente", dijo, sino "tener la posibilidad de ver que unas políticas a través de muy buenos líderes se puedan proyectar en el largo plazo". "Estoy seguro que muchos de mis compañeros van a buscar exitosamente ese liderazgo", concluyó.