Merkel criticó la encarcelación de tres integrantes de la banda punk "Pussy Riot", acusadas de vandalismo y odio religioso luego de un "rezo punk" en una catedral ortodoxa rusa en febrero.

La canciller concedió que un hecho de ese tipo hubiera molestado también en Alemania, pero luego remarcó: "Nos estamos preguntando si esto es bueno o no para el desarrollo de la sociedad civil rusa". Putin, en cambio, defendió la decisión de la justicia rusa. Con Merkel a su lado, el presidente acusó a la banda de antisemitismo y dijo que bajo la ley alemana las activistas hubieran enfrentado hasta tres años de prisión.

Pese a las diferencias en materia de derechos humanos, ambos países sellaron importantes acuerdos económicos. Merkel estuvo acompañada por una extensa comitiva que incluyó a miembros de su gabinete y empresarios.

Alemania es el principal socio comercial de Rusia. El año pasado, el comercio entre ambos países alcanzó los 75.000 millones de euros (95.000 millones de dólares).

La empresa alemana Siemens firmó un memorando de entendimiento con la compañía estatal ferroviaria rusa RZD para la venta de 695 motores para trenes por unos 2.500 millones de euros.

El operador bursátil alemán Deutsche Boerse AG y su par ruso Moscow Exchange también firmaron acuerdos. Putin además prometió el apoyo ruso al euro y expresó su confianza en que la crisis de deuda en el eurozona será resuelta. "Estamos convencidos de que las dificultades serán superadas".

Fuente: dpa

Editor: José Ospina-Valencia