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Merkel deja de ser el motor de Europa

13 de noviembre de 2018

Nada nuevo en el discurso de Angela Merkel ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo. El mensaje parecía más bien decir: Esperen a que llegue mi sucesor, opina Bernd Riegert.

Frankreich Strassburg - Angela Merkel im Europaparlament
Imagen: Reuters/V. Kessler

El presidente francés, Emmanuel Macron, fue durante mucho tiempo un rayo de esperanza para muchos amigos de la UE. Con su impulso juvenil, ideó una serie de proyectos de reformas para profundizar la integración europea en política exterior, de defensa, monetaria y económica. Desarrolló sus visiones con pasión y persuasión. Pero en realidad, otros tienen que ser los encargados de materializar sus ideas. Sobre todo, el gobierno federal de Berlín, del que se espera que ayude a Macron a hacer realidad sus propuestas con entusiasmo. Pero no es tan simple como parece.

En la cancillería reaccionaron más bien con bastante cautela ante las enérgicas iniciativas de París. Angela Merkel se propuso solo desarrollar algunas ideas factibles del presidente francés. Esto lo volvió a dejar claro  hoy en su discurso en el Parlamento Europeo en Estrasburgo. Reiteró las medidas de reforma acordadas en varias ocasiones con Francia: una fuerza de intervención europea que eventualmente se convierta en un ejército europeo "real". Una unión bancaria que al final proteja de riesgos a los inversores. Un presupuesto de inversión en la eurozona y una política de migración y asilo basada en la solidaridad.

Bernd Riegert, corresponsal de Europa.

Merkel en un bucle eterno

La canciller respondió indirectamente a las críticas de Francia de que esta bloquea el progreso, anunciando que se quiere alcanzar, hasta mediados de diciembre, resultados concretos en torno a la tributación de empresas digitales y la unión bancaria. La hoja de ruta ya había sido acordada con el socio francés Emmanuel Macron en Meseberg en junio.

Merkel repitió lo que ya se sabía. De su boca no salieron nuevas propuestas, ni visiones, ni objetivos, a los que debería encaminarse la UE. Perdió la oportunidad de esbozar a conocer en Estrasburgo su legado europeo. Solo advirtió a Polonia, Hungría, Italia y a otros países que deben cumplir las reglas y mantener el Estado de derecho. La solidaridad fue el concepto central de su discurso. Más de lo mismo.

La canciller citó en el discurso al único presidente alemán de la Comisión de la UE, Walter Hallstein. Este dijo ya en 1969 que el proyecto europeo era una "osadía sin precedentes". Hoy no se pudo apreciar dicha osadía en Merkel.

La canciller fue consciente de que probablemente este haya sido su último gran discurso ante los representantes democráticos de los 500 millones de ciudadanos de la UE. Después de renunciar a la presidencia de su partido, Angela Merkel tiene presumiblemente los días contados en la cancillería. Sin embargo, el mayor Estado miembro, Alemania, también desempeñará un papel decisivo en la UE sin la canciller Merkel, quien defendió la estabilidad y el pragmatismo durante más de 12 años. Esta señaló durante el discurso que es bastante reservada y que se hizo cargo de lo que era viable. Con esta canciller, hoy quedó claro en Estrasburgo, que no pasará mucho más.

Esperando a la próxima canciller

El presidente francés, quien se encuentra bajo gran presión en su país, tendrá todavía que esperar un poco al próximo socio (o socia) en Berlín. No está claro si el cambio y, por lo tanto, el nuevo impulso se producirá antes de las elecciones al Parlamento Europeo en mayo de 2019. Macron se había fijado como plazo en dichas elecciones, en las que lo fundamental es mantener a raya en lo posible a los populistas hostiles a la UE. Será complicado llevar a cabo una campaña electoral proeuropea con una canciller tan rezagada.

Una cosa está clara, incluso el próximo jefe de gobierno alemán no podrá poner en práctica todas las ideas de Macron. Siempre se ha tratado de llegar a acuerdos en la UE. Esa es la fuerza de Europa. Además, Francia y Alemania no deciden todo por sí solas. También deben tener en cuenta los intereses de los otros 26 Estados miembros. Angela Merkel lo recalcó hoy en Estrasburgo. El presidente Macron habrá posiblemente escuchado el mensaje.

(rmr/er)

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