Merkel dice que quiere seguir trabajando junto a la CSU
1 de julio de 2018
La canciller germana se enfrenta a la presión de sus propios aliados por el tema migratorio, y la estabilidad de su gobierno está en entredicho.
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La canciller de Alemania, Angela Merkel, dejó abierta la posibilidad de someter su mandato a un voto de confianza del Bundestag, en medio de una dura disputa con sus aliados bávaros de la Unión Cristianosocial (CSU) sobre el problema de la inmigración. La dirigente conversó este domingo (01.07.2018) con el programa del canal estatal ZDF "Berlin direkt". Agregó que en estos momentos ella trabaja promoviendo su propuesta de solución.
La líder cristianodemócrata se mostró optimista de los resultados que se obtendrán de las conversaciones que sostienen la CSU y su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), y expresó su confianza en que su Gobierno permanecerá unido. Al mismo tiempo, prometió que ella hace todo lo posible por mantener la alianza, toda vez que "tenemos una responsabilidad con nuestro país".
Merkel dijo comprender la preocupación de su ministro del Interior, el cristianosocial Horst Seehofer, sobre el tema de la inmigración secundaria y su exigencia de poner más orden en la llegada de personas al país. Para Seehofer, lo ideal sería detener en la frontera a los inmigrantes y devolverlos a aquellos países de la Unión Europea donde se registraron originalmente, una posición que ha generado discrepancias dentro de la alianza de Gobierno y ha puesto en riesgo su estabilidad.
Si es importante, hay que luchar
Angela Merkel recordó que todos los líderes de la Unión Europea acordaron defender las fronteras externas de la Unión y que ella comparte con Seehofer la idea de que es necesario reducir la inmigración hacia Europa. Donde no hay puntos de concordancia es en la forma de llevar a cabo ese objetivo. "El tema migratorio puede dividir a Europa", agregó la autoridad, por eso es tan importante actuar al respecto. "Y cuando algo es importante, hay que luchar por ello", añadió.
Seehofer ha amenazado con empezar a rechazar inmigrantes en la frontera sur del país, lo que conllevaría conflictos con el resto de la UE que Merkel busca evitar. Una alternativa para ella es sacar de su cargo al ministro del Interior, pero ello derivaría en un quiebre de la coalición gobernante. Merkel y Seehofer se reunieron el sábado a puerta cerrada en un intento de suavizar las diferencias. La canciller insistió este domingo en que su aspiración es seguir trabajando junto a la CSU en el Gobierno.
DZC (dpa, Reuters, epd)
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Los amigos y enemigos de Merkel (25.06.18)
En su búsqueda de una "solución europea" a la crisis migratoria, Angela Merkel necesita aliados entre los jefes de Gobierno de la UE. Pero cada vez son menos, y algunos incluso se oponen decididamente.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/O.Matthys
Emmanuel Macron
Si se puede hablar de un amigo político de Merkel, sería sin duda el presidente francés Emmanuel Macron. Tal como Merkel, está absolutamente interesado en una solución europea, porque teme, igual que ella, por la existencia de la UE.
Imagen: picture-alliance/Tass/dpa/M. Metzel
Pedro Sánchez
El nuevo presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, actuó con el espíritu de Merkel al permitir el desembarque de buques que transportaban refugiados africanos y que el Gobierno italiano había rechazado. Tanta humanidad es rara en estos días. Pero el socialista también ha dejado en claro que su país necesita apoyo para hacer frente a la migración.
Imagen: Getty Images/AFP/J. Soriano
Mark Rutte
La apertura de las fronteras interiores de la UE es muy importante para Holanda. En esto, el Primer Ministro Mark Rutte está de acuerdo con Merkel. Por otra parte, el estado de ánimo en el país es ahora bastante hostil hacia los migrantes. Rutte prefiere no dejar entrar en Europa a solicitantes de asilo sin perspectivas de obtenerlo. En esta situación Rutte podría asumir un papel mediador.
Imagen: Reuters/F. Lenoir
Alexis Tsipras
Hay mundos ideológicos entre la cristianodemócrata Merkel y el izquierdista Alexis Tsipras. Sin embargo, el primer ministro griego está muy a favor de la "solidaridad europea" para hacer frente a la migración y también apoya personalmente a Merkel. La razón de esto puede ser que él percibió a Merkel como comprensiva en la crisis de la deuda griega y que espera más concesiones en este tema.
Imagen: Reuters/A. Konstantinidis
Lars Lokke Rasmussen
En general, el danés Lars Lökke Rasmussen no parece ser un radical, pero en cuestiones de migración sí lo es. Casi ningún otro gobierno de la UE aplica una política de disuasión contra los solicitantes de asilo tan estricta como la suya. Rasmussen también lanzó la idea de crear centros de recepción fuera de la UE antes que otros.
Imagen: imago/Belga
Sebastian Kurz
El canciller austriaco, Sebastian Kurz, muestra buenos modales ante Merkel, pero no oculta su profundo rechazo a su política liberal de refugiados. Kurz se lleva de maravilla con los opositores internos de Merkel: desde el ministro de Salud, Jens Spahn, hasta el ministro del Interior, Horst Seehofer (del partido aliado de la CDU de Merkel, CSU) y el primer ministro de Baviera, Markus Söder (CSU).
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Kneffel
Giuseppe Conte
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, es uno de los oponentes más duros de Merkel. Conte no quiere recibir de vuelta a los refugiados anteriormente registrados en Italia. El ministro del interior, Matteo Salvini, de la xenófoba "Liga Norte", le sigue empujando hacia los extremos: "No podemos admitir ni uno más". Con frases como esta, la Liga Norte sube aún más en las encuestas.
Imagen: picture-alliance/ZumaPress
Viktor Orbán
A lo largo de los años, nadie ha criticado la política de Merkel tan vehementemente como el húngaro Viktor Orbán. Para él, la crisis es un problema de Merkel, no suyo. No asistió a la reunión de la UE para tratar el tema el 24 de junio, como tampoco los dirigentes de Hungría, Eslovaquia, la República Checa y Polonia. Todos se oponen a cualquier redistribución de refugiados.