"Lo conseguiremos" (Wir schaffen das): esas palabras pronunciadas por la canciller alemana Angela Merkel en medio de la crisis de los refugiados europeos hace tres años, se convirtieron en el lema de la política migratoria alemana y núcleo de la controversia. Cuando el número de refugiados en Europa alcanzó su pico, en el verano de 2015, Alemania, a diferencia de algunos países vecinos, decidió mantener sus fronteras abiertas.

Pero con esa decisión, Merkel levantó muchas críticas en su contra, también dentro de sus propias filas. El más ruidoso de ellos: Horst Seehofer, entonces primer ministro de Baviera, ahora ministro del Interior en el gabinete de Merkel.

El jefe de los conservadores bávaros opina que Alemania no lo conseguiría. Luchó con toda su fuerza contra la política de Merkel. Como jefe de gobierno de Baviera, amenazó a Berlín en 2015 con una demanda ante el Tribunal Constitucional contra la afluencia de refugiados. Para que su partido, la Unión Social Cristiana (CSU) participara en el gobierno federal, puso como condición que se pusiera un techo al ingreso de inmigrantes.

Seehofer quiere reformar la política de asilo

Seehofer elaboró un "Plan Maestro de Migración" con el que quería regular de manera completamente nueva la política de inmigración y asilo en Alemania. Entre otras cosas, Seehofer quiere que se impida la entrada de solicitantes de asilo que ya hayan sido registrados en otro país de la UE.

La canciller Angela Merkel rechaza este tipo de acciones unilaterales por parte de Alemania. Entre otras cosas, ella apoya la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea contra los controles fronterizos sistemáticos en el espacio de Schengen.

Sin embargo, los nubarrones de la resistencia contra la canciller no solo se forman dentro de su propio partido. Seehofer y otros críticos conservadores de Merkel buscan públicamente aliados en otros países. Por ejemplo, en forma de un "eje de los dispuestos", tal como la presentó Seehofer tras su encuentro con el canciller austríaco, Sebastian Kurz.

Después de una conversación telefónica entre Seehofer y el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, Seehofer y Kurz anunciaron en la conferencia de prensa que querían formar un "eje de los dispuestos" en contra de la migración ilegal junto con Italia.

Un eje que desató la polémica

La idea detrás de ese "eje" causa bastante controversia. Kurz es el jefe del partido austriaco ultraconservador FPÖ, y Salvini es el jefe del partido de derecha Liga Norte. El "eje de los dispuestos" es solo una pequeña parte de los conservadores europeos que actualmente intentan formar alianzas entre ellos.

Las cuestiones que ahora están en juego en este conflicto entre Seehofer y Merkel son fundamentales, afirma la Secretaria General de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer. En Europa se lucha por una política común de refugiados y con ello se podría decidir si Europa sigue unida o no.

Aquí es precisamente donde la canciller encuentra aliados. El ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, calificó en un reciente discurso la alianza entre Alemania y Francia como "catalizador de coraje" para Europa. Anteriormente, el presidente francés había criticado la decisión de Italia de no abrir sus puertos al barco de refugiados "Aquarius". La propia Merkel todavía no comentó la crisis entre Italia y Francia. Sin embargo, dejó bien claro que sigue defendiendo sus principios políticos.

Autor: Maximiliane Koschyk (GG/ CP)

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