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Merkel en España

3 de febrero de 2011

Simbólicamente, la actual cumbre germano-hispana pasará a la historia como una de las más importantes de las 22 ya celebradas. Para Madrid, la visita de la canciller alemana se contaba entre las citas relevantes de 2011.

En Madrid se celebra la XXII Cumbre Germano-Hispana.Imagen: picture alliance/dpa

Cierto resquemor se respiraba en España con respecto a la actitud germana para con los países europeos en crisis a finales de 2010. Berlín, reforzado por su rápida recuperación económica, no hacía sino aumentar la desconfianza de los mercados al exigir de los Estados miembros mayores esfuerzos presupuestarios y más estrechura en el cinturón, se criticaba.

Sin embargo, el 17 de diciembre pasado, la canciller alemana, Angela Merkel, aseguró al margen de una reunión del Consejo Europeo estar “impresionada” por los planes de ahorro presentados por España y Portugal, y la Península Ibérica volvió a respirar aliviada. Era el primer espaldarazo a los socios del sur de Europa.

El segundo- al menos para España- llegó como estaba previsto este jueves (03.02.2011). Merkel viajaba a Madrid para celebrar la anual cumbre hispano-germana. Tras conversar con el rey anfitrión, Juan Carlos I, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la mandataria declaró en rueda de prensa que “España ha hecho los deberes y va por buen camino”. A Madrid, el elogio no le salió gratis.

La canciller alemana, Angela Merkel, con el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.Imagen: AP

Alemania marca el paso

“No puede ser que unos inviertan y los otros consuman”, había dicho Merkel ante delegados de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), la semana pasada en un encuentro celebrado en el sur de Alemania. No puede ser que las próximas generaciones de trabajadores alemanes se vayan a jubilar a los 67 años, mientras que en otros países del continente- entre ellos a los que ahora se rescata- el fin de la vida laboral siga estando en los 65 años o menos.

Alemania exige unidad europea también en los estándares sociales, y ayer el Gobierno español terminaba de sacar adelante una reforma de las pensiones que equipara la edad de jubilación española a la germana, lo que sin duda la canciller se habrá anotado en su lista de avances hispanos.

Además, a Berlín le preocupa la competitividad de la zona euro. El ministro de Economía alemán, Wolfgang Schäuble, el pasado sábado en el Foro Económico Mundial de Davos, y en los últimos días varios políticos de la coalición gubernamental berlinesa han sacado reiteradamente el tema a relucir. Merkel tiene un plan para que los Estados de la Unión se puedan “medir con los mejores del mundo”. Lo presentará el próximo viernes en Bruselas junto con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y hoy se ha asegurado en Madrid el apoyo explícito de Zapatero.

“Un grano de arena en el desierto”

En los encuentros de los mandatarios europeos en Bruselas mucho depende de los apoyos.Imagen: picture-alliance/ dpa

“Me alegro de que España se muestre tan colaborativa”, comentó Merkel el sí del presidente a las medidas pro competitividad germano-galas, y en relación a la perspectiva económica del país sureño rechazó que existan motivos para “más especulaciones”. Que la canciller despejase los temores de que España pueda llegar a necesitar la ayuda comunitaria para salir de la crisis era importante. El hecho de que la reforma laboral española se haya introducido con el consenso de patronal y sindicatos fue calificado por Merkel de “señal tranquilizadora”.

Y algo de tranquilidad se habrá extendido por La Moncloa después de la visita alemana. Las encuestas no les pronostican nada bueno a los socialistas de Zapatero en las próximas- y relevantes- elecciones municipales y autonómicas. En el país todavía se sigue especulando acerca de la cantidad real de créditos nocivos que las entidades bancarias tienen en su haber. Y, pese al consenso alcanzado para sacar ciertos cambios adelante, el ambiente general está lejos de ser armónico.

¿Son comparables las reformas de Zapatero con las que en Alemania introdujo el ex canciller Gerhard Schröder, y que después tantos votos les costaron a los socialdemócratas?, le preguntaron al corresponsal en Madrid durante el noticiero en la emisora de radio alemana WDR 5. “No”, concluyó el periodista, “porque con un 40 por ciento de desempleo entre los jóvenes, la situación de España no es comparable a la de la Alemania de aquel momento. España necesita trasformaciones mucho más profundas. La actual reforma no es más que un grano de arena en el desierto”.

Autora: Luna Bolívar/ dpa/ afpd/ rtrd

Editor: Enrique López

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