Merkel: “Ignoramos demasiado tiempo” la crisis de refugiados
31 de agosto de 2016
La canciller alemana admitió errores en la política de refugiados en su país. Sin embargo, en su opinión, estos se cometieron sobre todo en el pasado. La inmigración no traerá grandes cambios a Alemania, asegura.
Publicidad
“Lo vamos a lograr”: este ha sido el lema de la canciller alemana, Angela Merkel, en la crisis de refugiados. Sin embargo, en entrevista con el periódico germano Süddeutsche Zeitung, la mujer fuerte de Berlín admitió este miércoles (31.08.2016) que tanto el problema de los refugiados como la necesidad de una solución europea se han ignorado demasiado tiempo.
Ya en los años 2004 y 2005 llegaron muchos refugiados a Europa. Pero en aquel entonces, no se apoyó a los países en las fronteras exteriores de la Unión Europea. “Es cierto que, en ese momento, también nosotros rechazamos una distribución proporcional de los refugiados”, dijo Merkel.
La mandataria explicó que tras haber acogido a un gran número de refugiados de la antigua Yugoslavia, Alemania había estado agradecida de que ahora le tocaba a otros países lidiar con la crisis de refugiados. “Eso no lo puedo negar”, agregó.
“Alemania seguirá siendo Alemania”
Hoy día, se necesita mucha paciencia y perseverancia para llegar a una solución justa en Europa, señaló. La canciller admitió que en el pasado también Berlín se opuso a las reformas necesarias en la UE, por ejemplo en lo referente a la protección de las fronteras exteriores del espacio Schengen.
Hace un año, cuando miles de refugiados intentaban llegar desde Hungría a Alemania y oleadas de solicitantes de asilo cruzaban las fronteras de manera irregular en dirección al norte de Europa, Merkel pronunció una frase que le ha perseguido desde entonces: "Lo lograremos".
Según apunta hoy, fue una "profunda convicción" la que la movió a decirlo, consciente de la "gran tarea, todo menos sencilla", que supone acoger e integrar a cientos de miles de personas.
En su entrevista con el diario alemán, Merkel insistió en que la inmigración e integración de cientos de miles de refugiados no traerán grandes cambios al país: “Alemania seguirá siendo Alemania, con todo lo que amamos y apreciamos”. Asimismo, agregó que los cambio son normales, pero no malos.
VT (dpa, efe, afp, SZ-online, SC, haz)
Francia: la miseria de los refugiados kurdos
En la localidad de Grande-Synthe, cerca de Dunkerque, 2.000 refugiados kurdos aguardan una posibilidad para continuar su viaje a Gran Bretaña. El lodo y el frío agudizan su miseria. El Estado francés no interviene.
Imagen: DW/B. Riegert
Refugiados varados en Francia
Unos 2.000 hombres, mujeres y niños viven en el campamento improvisado en la localidad francesa de Grande-Synthe, cerca de Dunkerque. Allí los refugiados kurdos han construido pequeñas tiendas de campaña. Aquí documentamos sus extremas condiciones de vida.
Imagen: DW/B. Riegert
Esperando
Lizman es originario de la región del Kurdistán iraquí. “En casa hay guerra”, dice. Su meta es llegar a Inglaterra. En el campamento ha instalado un pequeño café en una barraca de madera. Este es el punto de encuentro de los jóvenes.
Imagen: DW/B. Riegert
Meta: Gran Bretaña
El iraquí Asis ha pedido prestado un martillo para repara su tienda de campaña y evitar que entren el lodo y el frío. El joven kurdo quiere atravesar el Canal de la Mancha. Para ello, tendría que pagar a un “coyote” hasta 5.000 euros. “Del otro lado todo tiene que ser mejor”, espera Asis.
Imagen: DW/B. Riegert
Una chispa de esperanza
No se sabe cuántos niños viven en el campamento en medio de la basura y el lodo. Voluntarios han recolectado peluches, y de vez en cuando los reparten en la “tienda de campaña de los niños”.
Imagen: DW/B. Riegert
Hundimiento
Esta muñeca se le cayó a un niño en el lodo. Muchas esperanzas se hunden en el campamento. En las noches el frío es inclemente y no hay luz eléctrica. Solo hay unos cuantos inodoros químicos portátiles y un par de duchas.
Imagen: DW/B. Riegert
Voluntarios de Inglaterra
Chris Bailey fue soldado en Irak. Ahora ayuda a los migrantes que quieren llegar a Inglaterra. “Las condiciones aquí son peores que algunas cosas que vi en la guerra”, dice el veterano. En el campamento, reparte cobijas y botas de hule.
Imagen: DW/B. Riegert
Bienvenidos a Francia
Denise (izq.) y Maryse ofrecen té a los migrantes y platican con ellos. Las señoras viven en una bonita casa particular enfrente del campamento: dos mundos separados por una calle. “Las autoridades no se ocupan” de los refugiados, dice Denise. Muchos de sus vecinos quieren que los migrantes desaparezcan.
Imagen: DW/B. Riegert
¿Dónde están los políticos?
Los voluntarios han bautizado los caminos lodosos con nombres de políticos europeos. La avenida “François Hollande” se llama así porque el Gobierno francés no ha mostrado ningún interés por el campamento improvisado. La Policía tampoco interviene, pese a que algunos habitantes del campamento informan de enfrentamientos violentos entre grupos de migrantes, sobre todo en las noches.
Imagen: DW/B. Riegert
Ayuda alemana
A la ciudad alemana de Múnich ya no arriban tantos refugiados. “Aquí nos necestian”, dice Sinan von Stietencorn, de la cocina popular “Volxküche München”. Junto con amigos ha viajado de Baviera al Canal de la Mancha para repartir comida a los migrantes.
Imagen: DW/B. Riegert
Auxilio
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) vacuna a los refugiados contra sarampión y gripe. La humedad, el frío y la falta de higiene afectan sobre todo a los niños. MSF construye un nuevo campamento en Grande-Synthe, puesto que el Estado pareciera no sentirse responsable. Se trata del primer campamento de la organización humanitaria en ese país de la UE.
Imagen: DW/B. Riegert
Una cueva en el infierno
Asim cuenta que huyó del Estado Islámico en Irak. En el campamento ha luchado por un lugar limpio. En su pequeña cueva incluso ofreció un té a nuestra reportera de Deutsche Welle Catherine Martens. “Todos quieren continuar su viaje”, dice Asim.
Imagen: DW/B. Riegert
Tan lejos del sueño
El puerto de Dunkerque se encuentra a diez kilómetros del campamento improvisado. No obstante, las posibilidades de los migrantes kurdos de llegar a Inglaterra son mínimas. Casi ninguno quiere solicitar asilo en Francia. ¿Pagarán a algún “coyote”? ¿Regresarán a Bélgica o Alemania? ¿O simplemente seguirán aguardando?