El presupuesto para el año entrante era el tema de debate este miércoles en el Parlamento alemán. Pero, en estos días, no se puede hablar de presupuestos sin caer de lleno en la gran discusión del momento: la crisis del euro. El jefe de la bancada socialdemócrata, Frank-Walter Steinmeier, abrió fuego enumerando los pasos, a su juicio erráticos, dados por el gobierno. Recordó que inicialmente el mensaje de la canciller Angela Merkel había sido “ni un centavo para Grecia”, pero luego Alemania entregó miles de millones para su rescate. Posteriormente, el gobierno prometió que el “salvavidas” no sería utilizado. Y entonces se produjo el problema de Irlanda y Portugal. Steinmeier prosiguió indicando que ahora la canciller ha descartado la emisión de “eurobonos”, y afirmó: “no deben ustedes sorprenderse de que eso sea interpretado en la opinión pública justamente como el anuncio de que habrá bonos comunitarios”. Su veredicto fue categórico: la gente ya no confía en que el gobierno pueda resistir hasta el 2013.

"Desafío histórico”

Merkel reaccionó con más dureza que la habitual en ella, acusando a la oposición de hablar “de manera descontrolada e irresponsable”. Pero, en realidad, sus palabras iban dirigidas a sus propias huestes, de las que por el momento tiene más que temer que de parte de la oposición. Varios parlamentarios del bando gubernamental han anunciado que no dará su aprobación a la próxima etapa del rescate del euro. Las crecientes sumas destinadas a aplacar la crisis de la deuda provocan rechazo sobre todo en las filas cristianodemócratas y liberales. Pero, al menos, Merkel ha superado ya un obstáculo: la Corte Constitucional Federal de Alemania dio su visto bueno a los paquetes de ayuda, condicionando eso sí los pagos a la aprobación del Parlamento.

Angela Merkel alabó los positivos indicadores económicos del país, subrayando que “no hay síntoma alguno de recesión”. Destacó, además, que Alemania ha salido fortalecida de la crisis financiera y manifestó su esperanza de que con Europa ocurra lo mismo. A su juicio, éste es un desafío que bien se puede calificar de “histórico”.

“Filosofía errónea”

Es necesario poner fin a “décadas de filosofía errónea”, puntualizó la jefa del gobierno alemán, refiriéndose a la política de endeudamiento. A su juicio, Europa debe convertirse en una “unión de estabilidad” y eso es lo que está ocurriendo, en un “proceso controlado”. Con vehemencia, volvió a declarar en este contexto que “si fracasa el euro, fracasa Europa”. Y, una vez más, es probable que el mensaje haya ido dirigido en primer lugar a sus propias filas.

El tono trascendente de Merkel no evitó las réplicas. Por ejemplo, el jefe de la bancada de La Izquierda, Gregor Gysi, habló de una “dictadura de los mercados financieros”, que amenaza a la democracia. Refiriéndose a los liberales, que según dijo “han hecho acopio de valor” para amenazar con abandonar el gobierno si se emiten eurobonos”, indicó: “Ahora debo explicarles que ya tenemos eurobonos”. Con ello aludía al hecho de que el Banco Central Europeo ya ha comprado bonos de deuda de algunos países, de modo que los países de la eurozona otorgan de hecho garantías en conjunto.

Autor: Mathias Bölinger / Emilia Rojas

Editor: Pablo Kummetz