Hubo tiempos en los que un acuerdo económico con China por 150 mil millones de euros era considerado algo así, como un pequeño regalo para una visita en Pekín. Y, en otras épocas, la canciller alemana, Ángela Merkel, hablaba con un religioso chino sobre su estadía en la cárcel de ese país ante las cámaras. Lo cierto es que hoy los tiempos han cambiado.

La canciller de Alemania viajará este jueves (05.09.2009) a China por dos días junto a una delegación comercial alemana. El programa incluye encuentros con líderes políticos del país asiático y también una reunión con estudiantes.

Sin embargo, la relación con China es más compleja que nunca, y la lista de temas incómodos es larga. Aquí, una panorámica.

Derechos Humanos: Xinjiang y Hong Kong

Poco antes de que Merkel iniciara su viaje a China, el líder del movimiento de protestas en Hong Kong, Joshua Wong, le envió una carta abierta a la Canciller para solicitarle su ayuda. "Le pedimos su apoyo como canciller de Alemania, un país que intercede en favor de la libertad de expresión y de los derechos humanos, y esperamos que exprese su preocupación sobre nuestra catastrófica situación y traslade nuestras exigencias al Gobierno chino durante su estancia en China”, se indicaba en la misiva.

El diálogo hoy entre China y Alemania sobre las crecientes violaciones a los Derechos Humanos es cada vez más difícil. Ya en el pasado se han suspendido las conversaciones entre ambos países, tras las críticas del ministro de Relaciones Exteriores alemán debido al tratamiento de la etnia uigur por parte del país asiático con. Se estima que existe cerca de un millón de uigures que están detenidos en la provincia occidental de Xinjiang.

Amenazante desaceleración económica

China es el proveedor más importante de Alemania y, después de EE. UU. y Francia, el comprador más relevante de productos alemanes de exportación. En 2018, entre ambos países hubo un intercambio de bienes del orden de 199.300 millones de euros. Pero China no es solo uno de los socios comerciales más importante de Alemania, sino que, al mismo tiempo, un fuerte competidor económico.

A principios de 2019, la Asociación de la Industria Alemana advirtió en un documento que este país se podría ver enfrentado a una "competencia de sistemas” por un modelo económico chino que es "dominado por el Estado”. En ese sentido, los economistas sostuvieron que Alemania podría enfrentar una recesión económica, por lo que existiría un esfuerzo del país europeo de mejorar las relaciones comerciales con China.

La "Nueva Ruta de la Seda”

A través de la iniciativa Belt and Road (BRI), China quiere expandir las rutas marítimas y terrestres hacia África y Europa con un mega proyecto de infraestructura global que incluye, entre otras cosas, nuevos puertos y rutas ferroviarias.

Algunos Estados miembros de la Unión Europea (UE) ya han acordado cooperar con el proyecto, como Grecia. Sin embargo, existen otros países que ven con temor el hecho que China no solo pueda influir en la esfera económica, sino también en la política a través de la Nueva Ruta de la Seda. Por ejemplo, en 2017, Grecia vetó una declaración conjunta de la UE para denunciar las violaciones de Derechos Humanos en China. Los expertos temen que otros países de la región puedan seguir en un futuro ese ejemplo.

Estados Unidos, Irán y Huawei

La actual disputa comercial entre Estados Unidos y China también está teniendo consecuencias en la relación de Alemania con ambos países. Mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abandonó el acuerdo nuclear que existía con Irán, China, al contrario, le dio la bienvenida al ministro de RR. EE. iraní, Mohammad Yavad Zarif, a las conversaciones en Bejing, para crear incentivos económicos con el fin de que Irán permanezca en el acuerdo nuclear. Alemania aún no ha tomado una postura acerca del tema.

Asimismo, la nueva disputa entre Estados Unidos y China por la empresa Huawei pone en una situación incómoda a Alemania. El grupo chino de telecomunicaciones es un proveedor líder de tecnología 5G, pero con varios detractores en materia de seguridad. El Gobierno de Trump ya excluyó a Huawei de su expansión de red, y Alemania en tanto, se encuentra aún indecisa con su postura.

Acuerdo UE-China

Uno de los recuerdos de viaje de la visita de Merkel que podría alegrar especialmente a Francia, escéptico de la política china y socio en la UE, sería la confirmación, por parte de China, del tratado de comercio planeado entre la UE y ese país. Berlín ya ha señalado que promoverá, durante su mandato en el Consejo de la Unión Europea en 2020, una cumbre conjunta UE-China, en Alemania. De hecho, se espera que, en China, Merkel pueda desarrollar un importante trabajo preparatorio para un eventual encuentro.

El estado de la relación

La Comisión de la Unión Europea declaró recientemente a la República Popular China como "rival sistémico”. Berlín mantiene actualmente una relación con Bejing que ambas partes definen como una "asociación estratégica integral”. Los representantes del gobierno alemán y del gobierno chino ya se han reunido cinco veces para consultas conjuntas. Durante este año se llevó a cabo, por primera vez, un ejercicio militar conjunto entre soldados alemanes y chinos, en Alemania. "China es un socio estratégico, pero también un competidor”, dijo la canciller Merkel. Pero esta ambivalencia causa inseguridad, no solo en Alemania, sino también en el extranjero.

(ng/cp)

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