El tema de Corea, como era de esperar, ocupó las primeras palabras del presidente estadounidense nada más empezar la declaración que abrió la rueda de prensa conjunta entre Merkel y Trump. Pero hubo otros temas.
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Tras el encuentro celebrado este viernes (27.04.2018) en la Casa Blanca, el presidente de EE.UU., Donald Trump, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, ofrecieron una rueda de prensa conjunta.
El tema de Corea, como era de esperar, ocupó las primeras palabras del presidente estadounidense: "La campaña de máxima presión nos ha ayudado a que llegue este paso". El mandatario reconoció que la situación con Corea del Norte ha cambiado "radicalmente" en los últimos meses y deseó que su futura reunión con Kim Jong-un, para cuya celebración hay "dos países posibles", sea "productiva".
Trump también tuvo palabras para Irán, a quien llamó "régimen asesino", que "propaga la violencia". Además, recalcó que Irán "no construirá armas nucleares". Por otro lado, dijo que los países de Cercano Oriente también deben contribuir a la lucha contra el Estado Islámico.
Más inversión en Defensa
Por su parte, Angela Merkel destacó el encuentro entre las dos Coreas como "un primer paso". La canciller alabó la "fuerza" del mandatario estadounidense al establecer una política de sanciones contra Pyongyang que "ha abierto nuevas posibilidades", aunque advirtió que ambos países se mantendrán "vigilantes" hasta que el programa nuclear norcoreano llegue a su fin.
Por otro lado, reaccionó a la crítica de Trump de que los europeos deben ocuparse de invertir en su propia defensa e invertir en ella el dos por ciento de su Producto Interno Bruto. "Y ojalá que más", dijo el presidente de EE.UU. Alemania está lejos de ese dos po ciento. De momento, tiene previsto hasta 2021 invertir el 1.25 por ciento.
Sobre el acuerdo nuclear con Irán, Merkel lo ha defendido, pero ha destacado la necesidad de mayor negociación para pacificar la región. "El acuerdo ha supuesto un primer paso", que ha contribuido a ralentizar la actividad nuclear de Irán y a poder vigilarla mejor. "Pero eso no basta para convertir a Irán en un país en el que se pueda confiar". Merkel se mostró dispuesta a seguir hablando con el presidente estadounidense, Donald Trump, sobre cómo mejorar el arreglo y "contener" la influencia iraní en la región.
MS (dpa/ap)
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Merkel y su relación con algunos hombres poderosos
Nadie puede envidiar a Angela Merkel cuando visita la Casa Blanca: aranceles, Irán, etc. La postura del presidente Donald Trump es la confrontación. La relación de Merkel con sus antecesores fue mejor.
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¿Nos damos la mano?
La canciller preguntó amablemente en marzo de 2017 y durante su primera cita al recién estrenado presidente estadounidense, Donald Trump. Su anfitrión no reaccionó y miró claramente hacia otro lado. Más tarde este dijo que no había oído la pregunta.
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Situación desesperante
En la Cumbre del G20 en Hamburgo, el rechazo obstinado de Trump con respecto a la protección climática fue muy agotador para Merkel. Tras intentar convencerlo en vano dándole explicaciones lógicas, solo le quedó una opción: documentar las diferencias con palabras claras.
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Al final, ambos estaban muy, muy cerca
En cambio, la canciller y Barack Obama tenían una relación de mucha confianza, como se puede ver en la imagen durante la última visita a Berlín de Obama como presidente. En noviembre de 2016, pocos días tras la victoria de Trump, Obama cedió la responsabilidad de la democracia occidental a Merkel. Los medios de comunicación de EE.UU. dijeron entonces que ella era la nueva líder del mundo libre.
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Condecoración para Merkel en la Casa Blanca
En 2011 y elegantemente vestida para la ocasión, Merkel recibió de Obama la Medalla Presidencial de la Libertad en la Casa Blanca, la condecoración civil más importante de Estados Unidos. Obtuvo este premio por su compromiso con la política europea. Los analistas evaluaron dicha condecoración como señal de excelente relación entre ambos países.
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Invitado y casi amigo
En la Cumbre del G7 en los Alpes bávaros en junio de 2015, ya se podía observar una relación casi amistosa entre ambos mandatarios. La canciller podía contar entonces con el apoyo estadounidense para luchar contra el cambio climático. Con el nuevo presidente, Donald Trump, la situación cambió totalmente.
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De visita en Texas
Con su esposo, Joachim Sauer, la canciller alemana visitó George W. Bush en su rancho en Crawford, Texas, en noviembre de 2007. Les mostró un pequeño cañón. Entoces había un tema muy candente, que con Trump vuelve a estarlo: Irán.
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De barbacoa en casa
George W. Bush disfrutó visiblemente en julio de 2006 al servirle a Merkel un lechón recién salido de la barbacoa. Merkel lo invitó a conocer el lugar donde ella reside, cuando no está en Berlín, en la costa de Mecklemburgo-Pomerania Occidental.
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De manos con Bill Clinton
Durante el funeral del excanciller alemán Helmut Kohl en julio de 2017, el expresidente Bill Clinton habló con melaconlía y humor sobre el fallecido. "Yo le tuve mucho cariño", dijo Clinton. Cuando se sentó, le tomó la mano a Merkel y estaba visiblemente muy conmovido.
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¿Hablando con la hija para poder relacionarse mejor con el padre?
La canciller alemana también conoció a la hija de Trump, Ivanka Trump, en marzo de 2017 en la Casa Blanca. Para Merkel fue más fácil entablar conversación con la hija que con el padre.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha sabido cómo relacionarse con Trump, según los medios de comunicación estadounidenses. Sin embargo, Macron no es capaz de hacer cambiar de opinión a Trump sobre los aranceles y el acuerdo con Irán. Mientras siga siendo así, Alemania y Francia comparten las mismas preocupaciones.
