Messi: 20 años de dolores y éxitos con la camiseta argentina
4 de septiembre de 2025
Campeón del mundo sub-20 en 2005, oro olímpico en Beijing 2008, campeón de la Copa América en 2021 y 2024 y, ante todo, campeón del mundo en Qatar 2022... difícilmente alguien podría criticar la carrera de Lionel Messi con la camiseta de Argentina. Sin embargo, la relación con su selección del futbolista nacido en Rosario, consolidado en Barcelona y que actualmente juega en Estados Unidos, no siempre fue dulce.
Y ahora que posiblemente no volverá a jugar en territorio argentino tras el choque de este jueves, 4 de septiembre de 2025, con Venezuela en Buenos Aires, los analistas, expertos y fanáticos han comenzado a repasar la historia del talentoso 10 con la albiceleste, una que comenzó en agosto de 2005 y tuvo largos períodos de decepciones y falta de títulos, hasta el cierre lleno de trofeos digno de una de las principales estrellas del balompié mundial.
En sus primeros dos mundiales (Alemania 2006 y Sudáfrica 2010), Messi anotó apenas un gol en total. Del mundial africano, de hecho, su equipo -dirigido por Diego Armando Maradona, quien nombró a Messi su sucesor- quedó fuera en cuartos de final tras una humillante derrota ante Alemania. En esos años, las críticas contra el desempeño del astro vistiendo la casaquilla argentina eran duras y muchos hablaban de la existencia de dos Messi: el extraordinario de Barcelona y el otro, que defendía a Argentina.
Una relación con altibajos
"Es difícil poner en pocas palabras el vínculo de Messi con la selección”, dice a DW Santiago Lucía, periodista deportivo en Radio Nacional de Argentina y FutuRock. Pero un concepto importante, dice el experto, sería "insistencia”, porque "evidentemente hubo más de un capítulo donde la historia de Leo Messi no terminaba de consolidarse con la selección". Las decepciones se fueron sumando al ver que el mejor jugador argentino de las últimas décadas no conseguía demostrar con la camiseta de su país lo que lucía semana a semana en las canchas españolas.
"En algún momento hubo rechazo, fundamentalmente en la Copa América de 2011, y hubo frustraciones. Tuvo también un regreso tras haber renunciado al equipo después de haber perdido la final de Brasil 2014 y dos finales de la Copa América frente a Chile (2015 y 2016)”, explica el especialista. Fueron momentos amargos porque parecía que no lograba llenar las expectativas de la hinchada argentina, siempre exigente con su combinado adulto.
"No tiene que ver solo con su desempeño individual, sino, fundamentalmente, con lo que pasaba colectivamente con un equipo, que tenía todos los recursos y no podía acercarse al éxito”, añade el periodista desde Buenos Aires. "Esa historia pudo quebrarse en los últimos años. Este equipo que formó Lionel Scaloni le permitió terminar a Messi con otra sensación y lograr algo que en otra época parecía improbable: que fuera profeta en su tierra”.
Deudas saldadas
Siempre un partido por las clasificatorias mundialistas se vive como una fiesta en los países sudamericanos. Las sociedades se detienen transitoriamente para vibrar con la pasión desatada del fútbol. Pero esta vez en Argentina será especial. Con 38 años, es poco probable que Messi vuelva a jugar un partido oficial en su país. Las próximas clasificatorias comenzarán previsiblemente en 2028, y Argentina no las jugará por estar ya dentro del mundial de 2030 como país anfitrión.
Por eso, el juego contra Venezuela cobró un sabor distinto. "Ojalá no sea el último de Messi en Argentina, pero si él decide despedirse, organizaremos un homenaje como corresponde. Se lo merece", dijo Scaloni el miércoles 3 de septiembre, visiblemente emocionado. El mismo Messi había adelantado que "va a ser un partido muy especial para mí, porque es el último" de las clasificatorias.
"Para esta despedida, hay dos conceptos: expectativa y gratitud", dice Santiago Lucía. "La expectativa, mayúscula, como no había pasado en otro momento, y todo tamizado por el nombre de Leo. Y la gratitud, porque decir gracias en el estadio es casi la única intención del pueblo argentino", sostiene el experto, que además destaca que, pese a haberse ido a temprana edad a España, el jugador nunca dudó qué camiseta vestiría. "Messi siempre tuvo un convencimiento a la hora de elegir dónde jugar, y también un amor y un sentido de pertenencia inmenso vinculado a la camiseta del seleccionado argentino", apunta.
¿Y queda alguna deuda pendiente de Messi con el fútbol argentino? "Evidentemente, ninguna", señala Santiago Lucía de forma tajante. "Todos los desafíos que le pusieron por delante los pudo completar, y por ello es icónica la imagen después de la consagración en Qatar contra Francia, cuando mira a su familia y moviendo los brazos dice ‘ya está, ya está'. En ese momento, el 18 de diciembre de 2022, quedó absolutamente saldado todo lo que podía tener como deuda la carrera de Messi en la selección".
Sin embargo, agrega el periodista de Radio Nacional, algunos hinchas sí le reclaman a Messi no haber jugado profesionalmente en Argentina. "Parece que, inevitablemente, su carrera se terminará en el Inter de Miami, sin haber tenido un paso con el fútbol argentino. Por ahí, si queda algo para endilgarle, para una parte del público, es que no haya tenido un paso por el torneo doméstico, por Newell's, fundamentalmente".
(ms)