El lugar no puede haber sido mejor escogido: al centro de un cráter provocado por impacto de meteorito, en la pequeña ciudad medieval de Nördlingen al interior de Baviera, están reunidos 140 geólogos de todo el mundo. Su tarea es - según el Centro Alemán de Investigación Aeronáutica y Aeroespacial (DLR en sus siglas en alemán)- investigar los impactos de los meteoritos en la tierra, elaborar modelos y teorías.... para el caso de que nos caiga el cielo sobre la cabeza.

Las interrogantes

Durante la 3ra. Conferencia Internacional sobre el impacto de meteoritos en la tierra, los científicos exponen sus trabajos e investigaciones más recientes que se centran en el cálculo del número de asteroides que rodean la Tierra, el cálculo de su trayectoria, qué efectos tendrían impactos de meteoritos pequeños, grandes y medianos en la tierra o en el mar, y si la extinción de los saurios en América Central hace 65 millones de años fue un caso único. El énfasis de sus investigaciones está en las estructuras terrestres y planetarias, que han tenido influencia en la formación y evolución del planeta. De especial interés son las observaciones y nuevas interpretaciones de los inmensos cráteres terrestres Chicxulub en México, Sudbury en Canadá y Vredefort en Sudáfrica.

Sólo las ratas sobrevivieron

Según las estadísticas, cada 1000 o 2000 años un meteorito de mayor volumen impacta el planeta Tierra, y crea un cráter de un kilómetro de diámetro. Si bien sería una catástrofe local, así el geólogo alemán Thomas Kenkmann, la humanidad no peligra por ello. Además, de cada tres meteoritos, dos caen en el agua. Otra cosa sería si el meteorito fuese igual al que produjo el cráter del Chicxulub en el actual México. "La humanidad no lo sobreviviría", explica el experto alemán. En aquel entonces, a consecuencia del impacto se extinguió el 70% de las especies animales, entre ellas los saurios. Sólo una especie de rata sobrevivió; y por ella existen hoy los mamíferos sobre la faz de la tierra, asegura Kenkmann.

"Nunca digas nunca"

El de Nördlingen es un cráter ejemplar: hace 15 millones de años un meteorito de aproximadamente un kilómetro de diámetro atravesó a una velocidad de 10.000 kilómetros por hora la atmósfera e impactó en el joven sistema montañoso de la actual Franconia. Hizo una perforación de 4 kilómetros de profundidad y 25 kilómetros de diámetro; trocitos del asteroide llegaron hasta la actual Chequia. Expertos del DLR declaran que, de acuerdo a sus cálculos e investigaciones, la humanidad no debe preocuparse porque le caigan del cielo asteroides del calibre del de Chicxulub o del de Nördlingen. Sin embargo, en cosas celestiales, nunca se puede estar seguro.