El reciclaje de plásticos y otros materiales sintéticos requiere de mucho trabajo. Ahora, unos investigadores han descubierto una enzima que descompone el PET y permite la producción rentable de botellas plásticas.
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Investigadores de la Universidad de Portsmouth (Inglaterra) han examinado alrededor de 100.000 microorganismos diferentes hasta que finalmente lograron encontrar lo que estaban buscando en un montón de hojas de árbol.
La enzima bacteriana mutada, que fue presentada en la revista científica "Nature", desintegra los componentes del politereftalato de etileno (PET) en poco tiempo. Después de diez horas, la enzima mutada desintegró el 90% de los componentes de una tonelada de botellas de plástico viejas.
¿Una solución para el problema mundial de la basura?
Hay muchas esperanzas de que los microorganismos puedan resolver el problema de los residuos plásticos en el futuro. Después de todo, el reciclaje efectivo de plásticos no ha sido hasta ahora más que un mito. Cada año se producen 359 millones de toneladas de plásticos en todo el mundo, de las cuales se estima que entre 150 y 200 millones terminan en vertederos o en el medio ambiente.
Con casi 70 millones de toneladas, el PET es el poliéster más utilizado. En su forma más pura, el PET se utiliza en la industria alimenticia, por ejemplo, para la producción de botellas de bebida, láminas y envases de alimentos. Las fibras textiles también están hechas de poliéster resistente al rompimiento, a la intemperie y a las arrugas. Sin embargo, el PET no puede ser realmente reciclado, solo ‘infrarreciclado' (downcycling). Con esto se fabrican alfombras o vellones de baja calidad.
Siguiendo el resultado de una investigación japonesa
En 2016, los investigadores japoneses del Instituto de Tecnología de Kyoto (Japón) ya habían descubierto que ciertas enzimas podían degradar los plásticos. Tras examinar las aguas residuales, los sedimentos y el lodo en una planta de reciclaje de botellas de PET, los científicos descubrieron la bacteria ‘Ideonella sakaisensis 201-F6'.
Dos enzimas de la bacteria son responsables del proceso de descomposición natural. La enzima ‘ISF6_4831' convierte el PET en un producto intermedio y la otra enzima ‘ISF6_0224' modifica aún más este producto. Al final de este proceso solo quedan los inofensivos ácido tereftálico y el glicol.
Sin embargo, como este proceso de descomposición natural se demora más de un año, los científicos de la Universidad de Portsmouth y del Laboratorio de Energía Renovable del ministerio de Energía de EE. UU. continuaron sus investigaciones y, por casualidad, crearon una novedosa enzima que descompone el PET mucho más rápido. Los resultados fueron publicados en 2018, en la revista "Proceedings of the American Academy of Sciences" (PNAS).
Alemanes dan con la bacteria de descomposición del poliuretano
Desde hace mucho tiempo se sabe que ciertos hongos pueden descomponer no solo el PET, sino que también el poliuretano (PU), polímero utilizado para fabricar millones de toneladas de productos plásticos cada año, entre los que se encuentran la espuma aislante, esponjas para cocina, pañales o zapatillas deportivas. El poliuretano suele ser depositado en vertederos o incinerado porque el material es demasiado resistente para ser reciclado.
Cuando el poliuretano se degrada suelen liberarse sustancias químicas tóxicas y cancerígenas que también matarían a la mayoría de las bacterias. No obstante, una bacteria encontrada en un vertedero por el Centro de Investigación Ambiental Helmholtz (UFZ) con sede en Leipzig no sufre ningún efecto con el polímero. Proviene de la cepa de la bacteria Pseudomonas, que es capaz de sobrevivir incluso en condiciones duras como altas temperaturas y ambientes ácidos.
Aunque es mucho más fácil producir las bacterias que los hongos, el integrante del centro UFZ Hermann Heipieper considera que aún podrían pasar diez años antes de que las bacterias puedan ser utilizadas e introducidas a gran escala. Mientras tanto, es importante reducir el uso de plásticos y reducir su cantidad en el medio ambiente, agregó Heipieper.
Perspectivas de rentabilidad
No solo el medio ambiente se beneficia del descubrimiento de esta enzima, sino que también la empresa francesa Carbios, que trabaja hace años en la descomposición de PET utilizando enzimas y que también ha financiado el desarrollo de esta misma.
Dentro de los próximos años, Carbios pretende llevar el nuevo proceso de reciclaje a escala industrial. Esto podría valer la pena porque el costo de la enzima corresponde solo el 4% del costo del petróleo crudo necesario para producir una cantidad comparable de botellas de plástico nuevas.
(ju/jov)
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Nada se bota, todo se aprovecha: ideas innovadoras en América Latina
Con motivo del Día Mundial del Reciclaje, que se celebra cada 17 de mayo, DW repasa algunas de las soluciones más innovadoras en América Latina para aprovechar residuos y evitar generar más plástico.
Imagen: Gerhard Bär
Rumbo a la ansiada sostenibilidad
Cada año se producen en el mundo 300.000 toneladas de cerámica plástica, de las cuales 25.000 son residuos. A partir de este material, el colombiano Mauricio Esguerra, cofundador de la empresa Magment, creó un hormigón magnetizable que caracteriza por crear campos magnéticos y recargar vehículos eléctricos tanto estáticos como en movimiento. Una innovación reconocida en Alemania el pasado 2018.
Imagen: Magment
México le saca partido al aguacate
Las pajitas de plástico son unos de los principales productos que contaminan los océanos. Aunque existen alternativas con pajitas reutilizables hechas de metal, bambú o vidrio, en México, Scott Munguía creó Biofase, una empresa dedicada a la fabricación de utensilios hechos de plástico biodegradable a partir de restos industriales de hueso de aguacate como materia prima que se degradan en 8 meses.
Imagen: Biofase
Chile le dice 'chao' a las bolsas de plástico
Dos emprendedores chilenos sorprendieron al mundo con SoluBag, bolsas de plástico que se disuelven en un vaso de agua de manera instantánea. Esta innovación utiliza caliza en lugar de petróleo, una materia que una vez disuelta la bolsa, sólo deja carbono y no es dañina. Para confirmar la inocuidad del producto los inventores se suelen beberse su contenido en las presentaciones que llevan a cabo.
Imagen: Reuters/I. Alvarado
Una mirada joven al futuro en Ecuador
En Ecuador, Daniel Espinoza Díaz, estudiante de ingeniería civil, propuso usar el tallo que sostiene el fruto del banano para la fabricación de hormigón y usarlo en construcción. El tallo, llamado raquis, contiene fibras naturales que una vez extraidas y secadas son resistentes. Igualmente, evita fisuras y reparaciones costosas. La idea fue reconocida en los Premios Latinoamérica Verde de 2017.
Imagen: picture-alliance/F. May
Resolviendo problemas medioambientales y sociales en Argentina
Ganadores del "Desafío Google.org 2017”, los argentinos Fabián Saieg, Leandro Lima y Leandro Míguez crearon la ONG "EcoInclusión”, que aúna reutilización, reducción, inclusión y reciclaje a partir de la fabricación de ladrillos ecológicos de bajo costo. Se necesitan unas 20 botellas de plástico para cada ladrillo, que posteriormente se pueden utilizar para la construcción.
Imagen: Ecoinclusion
Viajes a cambio de botellas en Colombia
En Colombia, el reciclaje rima con viaje. La empresa Ecobox, que trabaja en asociación con Ecored, que recoge el plástico para reciclarlo, desarolla máquinas que canjean botellas de plástico, vidrio o latas por viajes de metro que se cargan en una Tarjeta Cívica. (En la foto, una máquina en la estación de metro de Universidad de Medellín). Una original medida que aúna reciclaje y transporte.
Imagen: Ecobox
Reciclaje en favor de los más necesitados
La Sachetera convierte los envases plásticos de leche y yogur en bolsas de dormir para personas que se encuentran durmiendo en la calle y productos impermeables para chicos de escuelas rurales. Iniciada por la modista Goga Dodero en 2013 en Béccar (Argentina), la iniciativa dispone de una decena de filiales en el país y se replicó en otros países de la región como Uruguay, Ecuador y Colombia.
Imagen: La Sachetera
Involucrando a los más jóvenes en Guatemala
Además de botellas de vidrio y de plástico usadas, los neumáticos viejos son otro de los materiales que la ONG Long Way Home reutiliza para construir casas. En San Juan Comalpa (Guatemala), se construyó un complejo educativo que también alberga una escuela técnica vocacional. De este modo, hasta los más pequeños aprenden a reutilizar la basura y a construir casas autosuficientes energéticamente.
Imagen: picture-alliance/maxppp/B. Bechard
Cepillarse los dientes sin remordimientos en Argentina
Aunque es recomendable cambiar de cepillo de dientes cada tres meses, esto genera muchos residuos plásticos. Afortunadamente, existen alternativas como los cepillos de madera o de bambú que empiezan a venderse en muchos lugares. También en Argentina, donde la compañía Meraki lanzó al mercado el primer cepillo de dientes biodegradable. El bambú con el que se fabrican los mangos puede ser degradado.
Imagen: Meraki
Cuando la basura se vuelve arte en México
Desde hace más de 20 años, el diseñador alemán Gerhard Bär crea objetos de arte y de uso diario a partir de basura. Con envases de botellas, bolsas de plástico y otros desechos que acabarían en la basura, el artista crea coloridos objetos de utilidad como mesas, sillas, lámparas, floreros, fruteros... Con su proyecto Social Plastics, ha llevado su experiencia a la comunidad de Miravalle, México.