Migrantes del “Open Arms” se recuperan en Lampedusa
22 de agosto de 2019
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"Casi me vuelvo loco”. Mohamed, un joven libio, vivió una espera interminable a bordo del "Open Arms”, antes de llegar el martes por la noche al atestado centro de acogida de Lampedusa. "Éramos unos cincuenta, cociéndonos como espaguetis en nuestro barco, el motor se paró y fuimos rescatados por el ‘Open Arms'”, contó este miércoles (21.08.2019) Mohamed, de 23 años. "Después de eso, me aislé durante varios días en el fondo del barco”.
El martes por la mañana, el fiscal de Agrigento (Sicilia) inspeccionó el barco y decidió, para sorpresa general, que los rescatados debían desembarcar en esa isla, situada entre Italia y Túnez. Algunos, desesperados, se habían lanzado al agua para alcanzar la isla a nado.
El informe del fiscal, citado por medios italianos, describe pasajeros sumidos en un "contexto emocional extremo [...] entre la percepción de la muerte en caso de retorno a su país y la esperanza de una nueva vida, aunque haya que lanzarse al mar y nadar hasta la isla para conseguirla”. Un contexto que hacía "imposible la evaluación de los riesgos individuales y colectivos”, y que lo convenció para ordenar su desembarco y abrir una investigación "contra desconocidos” por secuestro de personas.
Los 147 ocupantes del "Open Arms”, algunos de los cuales llevaban 19 días en el mar, llegaron el martes por la noche al centro de acogida de la pequeña isla, llamado "hot spot”. El miércoles, bajo un calor abrasador, la policía empezó a controlar la identidad de los rescatados del barco humanitario, principalmente africanos, confinados en el centro de acogida con muchos tunecinos que llegaron en otros buques.
"No es una cárcel”, subraya uno de los policías del centro, donde el ejército controla las llegadas y salidas. Para "aliviar” la carga del centro, los migrantes son transferidos al cabo de unos cuantos días a otros lugares de acogida, sobre todo en Sicilia. Los migrantes que iban a bordo del "Open Arms” se quedaron el centro durante todo el día, descansando tras una larga travesía. Gran parte de la tripulación del navío, declarado secuestrado por la Justicia italiana en un puerto siciliano, regresó a España. (AFP)
Alemania, país de inmigración
Alemania es, después de EE. UU., el segundo país con mayor afluencia de inmigrantes. Una muestra en la Casa de la Historia de Bonn ofrece una sinopsis de las corrientes inmigratorias de los últimos 60 años.
Imagen: DW/J. Hennig
Segundo mayor país de inmigrantes
Solo en 2013, la inmigración neta a Alemania fue de 437.000 personas. A partir de los años 50, La RFA y la RDA atrajeron a trabajadores extranjeros. Hoy los inmigrantes provienen principalmente de los nuevos países miembros de la Unión Europea, quienes enriquecen la cultura y las tradiciones alemanas. En el museo Casa de la Historia, en Bonn, se puede ver una retrospectiva de los últimos 60 años.
Imagen: DW/J. Hennig
Los "trabajadores del extranjero"
En los años 50, la República Federal de Alemania vive un boom económico, y para abastecer el mercado laboral, el gobierno se esfuerza en atraer trabajadores extranjeros. La mayoría de ellos llegan con muy poco, dejando atrás una vida en su país de origen.
Imagen: DW/J. Hennig
Búsqueda de empleo
Entre 1955 y 1968, Alemania firma nueve acuerdos de inmigración con otros países: España, Grecia, Turquía, Marruecos, Corea del Sur, Portugal, Túnez y Yugoslavia. Quienes buscaban empleo podían postularse desde su país de origen en las “Oficinas de enlace”.
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Controles de salud
Antes de que un inmigrante pudiera trabajar en Alemania se le realizaban estudios médicos. Los análisis se llevaban a cabo en el país de origen. Solo quien estaba sano y era capaz de desempeñarse en sus tareas obtenía un puesto en Alemania Occidental.
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El inmigrante número 1 millón
En 1974 llegó a Alemania el inmigrante 1.000.000. era Armando Rodrigues de Sá, de Portugal, un carpintero de 38 años, quien recibió como premio un ciclomotor. Cuando fue nombrado por altoparlante en una estación de tranvía de Colonia con motivo de su llegada, creyó que querían deportarlo.
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Recorriendo Europa con un Ford Transit
El turco Sabri Güler recorrió Europa con este Ford Transit. El comerciante compró ese automóvil para viajar de Alemania a Turquía. Era un modelo muy cómodo y popular entre los trabajadores provenientes de Turquía.
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Trabajadores para Alemania Oriental
También en la RDA se atrajo a inmigrantes a mitades de los años 60. Se los llamó “contratados” y trabajaban, sobre todo, en la industria textil. Llegaban de países comunistas como Vietnam, Cuba y Argelia. En la RDA había, sin embargo, menos inmigrantes que en la RFA. En 1989 sólo eran 190.000, mientras en el oeste alcanzaban los cinco millones.
Imagen: DW/J. Hennig
Comida multicultural
Muchos inmigrantes trabajaban para luego recoger a sus familias y llevar una vida juntos en Alemania. Trajeron con ellos gran número de tradiciones, entre ellas, sus hábitos culinarios, que hoy forman parte de la cocina alemana, como, por ejemplo, el Döner, hecho de láminas de carne de cordero o pollo.
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Aumento de delitos xenófobos
Durante los años 80 y 90, se comenzó a generar una atmósfera de crítica a la inmigración en la opinión pública alemana, y en los medios se debatía el temor a la criminalidad de jóvenes, hijos de extranjeros. El resultado fue una ola de actos violentos xenófobos y racistas contra inmigrantes.
Imagen: DW/J. Hennig
Tradición vs. multiculturalidad
También dentro de muchas familias de inmigrantes se produjeron conflictos culturales. En su film “Contra la pared”, el cineasta alemán Fatih Akin, de origen turco, trata el choque de la educación tradicional musulmana con la vida occidental. En la Berlinale de 2004, la película fue la primera cinta alemana en recibir un Oso de Oro después de 17 años.
Imagen: DW/J. Hennig
Príncipe Balam I.
La asociación de carnaval “Koe Jonge e.V.” nombró príncipe de su desfile a Balam Byarubanga en 2011. Balam I es el primer príncipe afroalemán de carnaval. Los responsables de la asociación enviaron una clara señal contra el racismo y a favor de la integración. Su traje puede verse en la exposición en la Casa de la Historia, en Bonn.