Miguel Díaz-Canel elegido como nuevo presidente de Cuba
19 de abril de 2018
El Parlamento cubano eligió hoy a Miguel Díaz-Canel para suceder a Raúl Castro en la presidencia de Cuba, con lo que se convierte así en el primer político sin el apellido Castro en gobernar la isla en casi 60 años.
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El Parlamento cubano eligió hoy a Miguel Díaz-Canel para suceder a Raúl Castro en la presidencia de Cuba con el 99,83 por ciento de los votos, convirtiéndolo así en el primer político sin el apellido Castro en gobernar la isla en casi seis décadas.
Díaz-Canel es un ingeniero de 57 años que representa el paso al poder de una generación más joven, que nació después del triunfo revolucionario de 1959.
Los diputados aprobaron también la propuesta de Salvador Valdés como vicepresidente primero del Gobierno cubano para los próximos cinco años.
Los vicepresidentes
Para las cinco vicepresidencias restantes los designados son el "histórico" Ramiro Valdés; el ministro de Salud Roberto Morales; la contralora general, Gladys Bejerano; la directora del Instituto de Recursos Hidráulicos de Cuba, Inés María Chapman; y la presidenta de la Asamblea provincial de Santiago de Cuba, Beatriz Johnson.
El Consejo de Estado está integrado además por otros 23 vocales y un secretario, cargo en el que repetirá Homero Acosta.
De manera poco usual, el Parlamento cubano sesionó durante dos días, el miércoles y el jueves. En la primera jornada se presentó y votó la candidatura para el presidente y los miembros del Consejo de Estado, que es el órgano que gobierna el país, pero los resultados se dieron a conocer hoy jueves.
Traspaso de la presidencia
Como presidente del órgano legislativo del Consejo de Estado, Díaz-Canel es automáticamente el presidente de la República y del Consejo de Ministros de Cuba. Anteriormente, Díaz-Canel había sido ministro de Educación Superior y dirigió al Partido Comunista de Cuba en la central provincia de Villa Clara y la oriental Holguín.
Raúl Castro abandona la Presidencia cubana pero se mantendrá al frente del poderoso Partido Comunista de Cuba hasta el 2021, cuando la organización comunista celebre su próximo congreso. La entrega del testigo de Raúl Castro a Díaz-Canel se producirá en la jornada en que se conmemora el 57 aniversario de la victoria de Playa Girón, conocida también como la invasión de Bahía de Cochinos, cuando las milicias de Fidel Castro derrotaron a las tropas mercenarias que llegaron desde EEUU con el propósito de derrocar la naciente revolución en la isla.
ER (dpa, efe)
El fin de la era Castro en Cuba
Casi nadie en Cuba puede recordar una vida sin los Castro. Desde el 19 de abril de 2018, ya no habrá un Castro al frente del Estado. Durante casi 60 años, los hermanos Fidel y Raúl gobernaron el país con mano de hierro.
Imagen: Reuters
1959 - La revolución triunfa
Los rebeldes liderados por Fidel Castro llegan al poder tras huir el dictador Fulgencio Batista en enero. EE.UU. reconoce al nuevo gobierno. Pronto "leyes revolucionarias" (como la reforma agraria) afectan a empresas estadounidenses. En diciembre, el presidente republicano Dwight D. Eisenhower aprueba un plan de la CIA para derrocar a Castro en un año y sustituirlo por "una junta amiga de EE. UU."
Imagen: AP
1960 − Nacionalizaciones y acercamiento a la Unión Soviética
Eisenhower prohíbe la exportación a Cuba (salvo alimentos y medicinas) y suspende la importación de azúcar. Cuba responde nacionalizando bienes y empresas estadounidenses, y estableciendo relaciones diplomáticas y comerciales con la Unión Soviética. En el funeral de las víctimas de la explosión del vapor "La Coubre" (foto), que Cuba achacó a la CIA, Castro lanza su consigna "¡Patria o Muerte!"
Imagen: AP
1961 − Ruptura e invasión
EE. UU. rompe relaciones diplomáticas con Cuba y cierra su embajada el 3 de enero. Tras una serie de bombardeos a aeropuertos e incendios en tiendas de los que Cuba acusa a EE. UU., Fidel Castro proclama el carácter socialista de la revolución el 16 de abril. Del 17 al 19, cubanos entrenados por EE. UU. intentan infructuosamente invadir la Isla por Playa Girón y Playa Larga, en Bahía de Cochinos.
Imagen: AP
1962 - La crisis de los misiles
En 1960, Kruschev dijo: “No sé si Fidel es comunista, pero yo soy fidelista”. Moscú reanudó las relaciones diplomáticas con La Habana e incrementó el apoyo. La Unión Soviética instaló bases de misiles nucleares en Cuba. Eso desencadenó la “crisis de los misiles”. Moscú cedió a la presión de Kennedy a cambio de que EE.UU. no invadiría a Cuba y desmantelaría sus bases nucleares en Turquía.
Imagen: imago/UIG
1971 – Fidel Castro en Chile
El episodio de Bahía Cochinos aceleró la proclamación del carácter socialista, marxista-leninista, de la revolución. Cuba terminó siendo expulsada de la Organización de Estados Americanos. Castro quedó aislado en el continente, pero no indefinidamente. Castro fue recibido en Chile por el presidente Salvador Allende (foto), que fue derrocado por Augusto Pinochet en 1973.
Imagen: AFP/Getty Images
1989 – La hora de la Perestroika
La llegada al poder de Mijail Gorbachov en Moscú marcó el inicio de la era del Glasnost y Perestroika. La Cortina de Hierro comenzó a caer en pedazos y el imperio soviético terminó derrumbándose. Cuba perdió a su principal base de sustento exterior, sumiéndose en una aguda crisis. Miles de cubanos intentaron huir a Miami en precarias embarcaciones. Muchos vaticinaban el fin del régimen castrista.
Imagen: picture-alliance/dpa
1998 – Primera visita papal
Un decreto de Pío XII prohibía a los católicos el apoyo a los regímenes comunistas. En virtud del mismo, el Vaticano había excomulgado a Fidel Castro en enero de 1962. Pero las décadas pasaron y, luego del término de la Guerra Fría, llegó el momento del acercamiento: en 1996, Castro visitó al Papa Juan Pablo II y éste retribuyó la visita dos años más tarde, en un gesto considerado histórico.
Imagen: picture-alliance/AP/Michel Gangne
2002 - Fidel Castro y Jimmy Carter juegan béisbol
Desde que Estados Unidos impuso su embargo comercial, económico y financiero en 1962, hubo pocos momentos de distensión entre Washington y La Habana. Uno de los pocos signos en esa dirección fue el viaje del expresidente estadounidense Jimmy Carter en 2002, motivado por la intención de encontrar puntos de acercamiento. Tampoco sus buenos oficios provocaron cambios sustanciales en Cuba.
Imagen: Adalberto Roque/AFP/Getty Images
2006 - Fidel y Hugo
Desde los años 90, Cuba dejó de ser vista como un peligroso exportador de revoluciones. Con el estrepitoso derrumbe del bloque del Este, las ideologías de izquierda naufragaban. Pero en Venezuela llegó al poder un nuevo dirigente dispuesto a propagar la “Revolución Bolivariana”. Hugo Chávez, declarado admirador de Fidel Castro, le dio a La Habana un efectivo respaldo, también en lo económico.
Imagen: picture-alliance/dpa/dpaweb
2006 - La entrega del poder
La enfermedad forzó a Fidel Castro a abandonar el poder. En 2006, lo dejó en manos de su hermano Raúl, garante de que no habría vuelco radical en un sistema que, pese a los avances en educación y salud, cobró un alto precio: falta de libertad y represión. Mientras afloraban los primeros cambios, Castro se fue despidiendo de a poco, defendiendo hasta el final su visión desde las páginas del Granma
En diciembre de 2014, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el de Cuba, Raúl Castro, anunciaron que retomarían las relaciones diplomáticas. Obama visitó Cuba en marzo de 2016. Habían pasado 88 años desde la última vez que un presidente estadounidense viajara a la isla. EE. UU. retiró a Cuba de la lista de terrorismo y el deshielo comenzó a afianzarse.
Tantas veces anunciada y denegada, pocos creyeron la noticia de su fallecimiento en un primer momento. No obstante, el 25 de noviembre de 2016, los bares empezaron a cerrar y las reuniones callejeras se dispersaron cuando corrió el rumor de su deceso. Durante años, Castro desmintió a quienes lo daban por muerto publicando fotografías o artículos de opinión de innegable actualidad.
Imagen: Getty Images
2018 – La sucesión
Después de 10 años, Raúl Castro se retira del poder. El 19 de abril, el Parlamento cubano elige a un sucesor que por primera vez en casi 60 años no lleva el nombre de Castro. Sin embargo, los analistas sostienen que es poco probable que el curso político en Cuba cambie tan pronto.