Miles de desplazados siguen esperando en la frontera turca
7 de febrero de 2016
Decenas de miles de civiles sirios esperan la llegada de ayuda humanitaria y la posibilidad de cruzar la frontera con Turquía, tras haber huido de los bombardeos y combates en el norte de la provincia de Alepo.
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Después de haber huido del infierno de los bombardeos y combates en el norte de la provincia de Alepo, los refugiados sirios se han topado con que la frontera con Turquía está cerrada y se ven obligados a acampar al raso, a esperar. Expuestos al viento y la lluvia, los hombres en un grupo y las mujeres en otros, las familias intentan encontrar algo de refugio bajo los árboles hasta que amanezca y envuelven a sus hijos con mantas para mantenerlos abrigados.
El director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahmán, aseguró este domingo (07.02.2016) que la situación de los desplazados es "muy difícil" en estos momentos, porque los refugios y los suministros no son suficientes para todos ellos. Abderrahmán informó de que han empezado a llegar desde Turquía tiendas de campaña y ayuda humanitaria, pero esta no es suficiente para todos los desplazados, que son entre 20.000 y 25.000 según los cálculos del Observatorio. La ONG Socorro Humanitario (IHH, por sus siglas en turco) elevó ese número hasta 45.000.
Nuevos ataques
IHH informó hoy a través de su cuenta de Twitter que está distribuyendo comida caliente a 30.000 desplazados que se encuentran en la frontera de Siria con Turquía. La organización ha empezado a levantar dos campamentos temporales a pocos centenares de metros de la frontera turca, en territorio sirio, adonde los empleados y voluntarios de IHH pueden acceder. Por su parte, el portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Siria, Pawel Krzysiek, dijo que su organización todavía no ha podido acceder a la zona ni entregar ayuda humanitaria debido a los combates y a la muy complicada situación de seguridad.
Según el Observatorio Sirio, aviones de combate que se cree que son rusos atacaron hoy la población de Haratin y los alrededores de los pueblos de Bashkui y Kafr Hamra, en la periferia norte de Alepo, así como los pueblos de Qabasin y Bazaa, al noreste de la ciudad y en manos del grupo terrorista Estado Islámico. El director del Observatorio precisó que no solo los bombardeos rusos están provocando la huida de los civiles de estas regiones, sino también el acoso de los yihadistas.
MS (dpa/efe)
Así se vive bajo el dominio del Estado Islámico
Raqqa y otras ciudades están bajo el control de la milicia islamista. Allí imponen su régimen de terror.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
La bandera del terror
Allá, al fondo, se ve la bandera del terror. El Estado Islámico domina un tercio del territorio de Siria. En ese tercio, justo en el límite con Turquía, se encuentra Tel Abyad, que forma una sola ciudad junto a la localidad turca de Akcakale. Activistas aseguran que desde que el EI controla Tel Abyad, la frontera se encuentra cerrada.
Imagen: Reuters
Raqqa, la capital del EI
En Raqqa impera el negro: los edificios públicos tienen la bandera del EI, que es de ese color. Hasta los pasaportes emitidos por la guerrilla son oscuros. Las mujeres no pueden salir solas a la calle y siempre deben ir cubiertas por completo con vestimentas... negras. En los antiguos edificios públicos ahora operan los "ministerios" del EI.
Imagen: Reuters
Rezar o morir
Todos los días se hace un llamado a realizar plegarias. Entonces, los comerciantes deben cerrar sus tiendas y las personas deben salir de sus casas para ir a las mezquitas. De lo contrario, podrían ser detenidos y eso, bajo el dominio del EI, puede significar derechamente la muerte.
Imagen: Reuters
Todo es de Alá, todo es del EI
Pese a la aparente normalidad que podría deducirse al observar estas fotografías, la realidad es bien distinta. Los más jóvenes deben entrenarse en campos militares del EI, los comerciantes deben pagarles un tributo y si los combatientes quieren, pueden llegar a una casa, desalojarla y hacerla propia... Ellos dicen que todo es de Alá, entonces todo es de ellos.
Imagen: Reuters
Jugando con la guerra
Los niños de la foto cargan restos de basura y de un avión de la Fuerza Aérea de Siria abatido en las afueras de Raqqa el pasado 16 de septiembre. Fue la primera vez que los milicianos, usando armas antiaéreas, derribaron a una aeronave de las fuerzas de Bashar al Assad.
Imagen: Reuters
Beneficios para los combatientes
En las localidades controladas por el EI no se puede fumar, escuchar música ni vestir de forma poco recatada. CNN mostraba cómo un hombre increpaba a una mujer en Raqqa, porque podía ver sus facciones a través de su burka. Los combatientes, en cambio, disfrutan de privilegios: cobran un salario, pueden visitar bares y portar armas, imponiendo el terror. "Son una mafia", dice un residente.
Imagen: Reuters
Exhibición de músculo militar
En todas las ciudades conquistadas, los combatientes del EI realizan paradas militares para exhibir su músculo guerrero. Ahí abundan los fusiles de asalto y armas cortas, pero también se les ha visto vanagloriarse de tanques capturados a los Ejércitos de Siria e Irak, así como vehículos blindados e incluso misiles Scud robados de los arsenales iraquíes, país donde incluso han atacado usando cloro.