Indígenas van a Bogotá a reclamar que "paz se haga efectiva"
15 de octubre de 2020
Miles de indígenas esperan llegar el lunes para plantear directamente al presidente Iván Duque sus demandas y manifestar su rechazo a la violencia. “Queremos que la paz se haga efectiva”, reclaman.
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"Nosotros, 10 mil indígenas, no vamos detrás de plata, no estamos pidiendo plata, estamos pidiendo que la paz se haga efectiva en todos los resguardos y municipios del departamento del Cauca", dijo a Efe la autoridad del pueblo nasa Emerson Chilgueso.
Las peticiones de los indígenas del Cauca -una convulsa región del suroeste de Colombia azotada por los grupos armados ilegales, el narcotráfico y otras actividades criminales-, llevan décadas en lista de espera por las promesas incumplidas o cumplidas a medias por los Gobiernos de turno.
Indígenas entre el fuego cruzado de grupos criminales
El Cauca vive en una espiral de violencia cuyo combustible principal son las disputas territoriales que libran disidencias de las FARC, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y carteles del narcotráfico.
En la mitad de esa guerra están las comunidades nativas y sus líderes que arriesgan la vida por defender sus tierras al tiempo que son estigmatizados por sectores que los acusan de colaborar o ser peones de organizaciones ilegales. Cansados de la violencia y el abandono estatal, los indígenas iniciaron la "minga" el fin de semana pasado para reclamar al Gobierno que los proteja de las amenazas que buscan silenciar sus luchas. Según la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN), solo este año 76 comuneros han sido asesinados en esa región que con 84 resguardos es el departamento que alberga la mayor población indígena de Colombia.
"Matan a la gente y no pasa nada. (Queremos) dejarle un precedente al país porque nos están acompañando afrodescendientes, nuestros hermanos campesinos, mestizos, estudiantes, ancianos, todos nos están acompañando porque nos cansamos de esta matanza", agregó Chilgueso.
Amenazas, masacres, desplazamientos
En el Cauca, escenario de masacres, desplazamientos y amenazas, surgieron desde la época de la Colonia disputas entre comunidades nativas y terratenientes que se apropiaron de esas tierras para convertirlas en latifundios, conflictos que aún persisten. La violencia, recrudecida con el tiempo, disminuyó con el acuerdo de paz de 2016 del Gobierno con las FARC, pero la calma fue fugaz porque en la región comenzaron a operar disidentes de esa guerrilla.
La desmovilización de las FARC, que llegaron a controlar grandes partes del Cauca, dejó un vacío de poder que fue aprovechado por disidentes y carteles de la droga que hoy buscan apropiarse de territorios donde se cultivan coca y marihuana, así como de las rutas hacia el Pacífico para sacar las drogas al exterior.
El Ministerio del Interior recordó este jueves que el Gobierno nacional le ha cumplido a la "minga" con inversiones que superan los 344.000 millones de pesos (unos 89 millones de dólares de hoy) entre 2019 y 2020, pero los indígenas insisten en que más allá del dinero, es su indefensión ante esos grupos la que pone en riesgo su vida.
Iván Duque se niega aún a hablar directamente a los indígenas
El pasado fin de semana, al iniciar la manifestación, los indígenas exigieron la presencia de Duque en Cali, pero el jefe de Estado envió el lunes desde Bogotá una comisión de alto nivel conformada por varios ministros y otros funcionarios para dialogar con los líderes de la protesta.
La "minga" insistió sin embargo en un encuentro directo con el presidente en un lugar abierto, solicitud que hasta ahora el Gobierno rechaza con los argumentos de la seguridad y de que la concentración de miles de personas es de alto riesgo por la pandemia del coronavirus.
Defensoría del Pueblo ofrece mediación
Con el reloj en contra, la Defensoría del Pueblo se ofreció para facilitar el encuentro entre el presidente Duque y unos 100 representantes de la "minga" en la sede de esa entidad en Bogotá, advirtiendo los riesgos de contagio que supone una aglomeración de ese nivel.
En el panorama todavía queda la opción de que Duque acepte reunirse con los manifestantes antes de que lleguen a Bogotá, pero los indígenas advierten que si el presidente no los escucha se unirán a la jornada nacional de protestas convocada para el próximo 21 de octubre.
"En este viaje esperamos que toda Colombia y toda la gente (de los lugares) a donde vamos a ir salga y nos apoye en esta gran 'minga'. Vamos a ir a Bogotá a ver si (el presidente) sale o no. Si no, vamos a tapar la vía, pero esperamos no llegar a esto para no hacerle daño a la comunidad", dijo a Efe el joven nasa Kevin Yande.
jov (efe, eltiempo,elpaís.co)
La diversidad de los pueblos indígenas en América Latina
Según datos de UNICEF, en América Latina existen actualmente 522 pueblos indígenas. México, Bolivia, Guatemala Perú y Colombia aglutinan el 87% de los pueblos indígenas de América Latina y el Caribe.
Imagen: Christopher Pillitz
Amazonia, fuente de diversidad
Según el Atlas Sociolingüístico de Pueblos Indígenas en América Latina de UNICEF, la Amazonia es la región con mayor diversidad de pueblos indígenas (316 grupos), seguida por Mesoamérica, la cuenca del Orinoco, los Andes y la región del Chaco. Brasil (foto) es el país con más diversidad de pueblos indígenas con un total de 241. Colombia es el segundo con (83), seguido por México (67) y Perú (43).
Imagen: DW/T. Fischermann
Diversidad de pueblos y lenguas
Cinco pueblos agrupan varios millones de personas: Quechua (foto), Nahua, Aymara, Maya yucateco y Ki'che; y seis aglutinan entre medio y un millón de habitantes: Mapuche, Maya q'eqchí, Kaqchikel, Mam, Mixteco y Otomí. Cerca de una quinta parte de los pueblos indígenas perdió su idioma nativo en las últimas décadas. De 313 idiomas indígenas, el 76% es hablado por menos de 10.000 personas.
Imagen: picture-alliance/Robert Hardin
Cada vez más urbanos
Aunque más del 60% de la población indígena de Brasil, Colombia, Ecuador, Honduras y Panamá todavía vive en zonas rurales, más del 40% de la de El Salvador, México y Perú reside en áreas urbanas. En Chile (foto) y Venezuela, la población que vive en ciudades supera el 60% del total. Éstos tienen 1,5 veces más acceso a electricidad y 1,7 veces más acceso a agua corriente que los de zonas rurales.
Imagen: Rosario Carmona
Conviviendo con la pobreza
Según un informe del Banco Mundial, la pobreza afecta al 43% de los hogares indígenas, más del doble de la proporción de no indígenas. El 24% de todos los hogares indígenas vive en condiciones de pobreza extrema, es decir 2,7 veces más que la proporción de hogares no indígenas. En 2011, en Guatemala, tres de cada cuatro habitantes de zonas con pobreza crónica pertenecían a un hogar indígena.
Imagen: picture-alliance/Demotix
Educación superior: un privilegio para muy pocos
El reporte del Banco Mundial 'Latinoamérica indígena en el siglo XXI' apunta que la finalización de estudios primarios entre indígenas urbanos es 1,6
veces mayor que entre los que habitan en zonas rurales, mientras que los que terminan la educación secundaria es 3,6 veces mayor y los que cursan estudios superiores es 7,7 veces mayor. El acceso a la universidad es un privilegio para muy pocos.
Imagen: Uskam Camey
Brecha digital: exclusión social
A pesar de la aparente familiaridad de este miembro de la tribu Kayapó (Brasil) con la tecnología, los miembros de pueblos indígenas no se han beneficiado de su masificación. Estos tienen cuatro veces menos acceso a internet que los no indígenas en Bolivia y seis veces menos acceso en Ecuador. Asimismo, los indígenas tienen la mitad de acceso a un computador que los no indígenas en Bolivia.
Imagen: AP
Implicados en la vida política
Los pueblos indígenas participan activamente en la vida política de sus comunidades, ya sea a través de parlamentos locales o nacionales, en los municipios o a nivel estatal. Sus líderes están involucrados en partidos políticos nacionales o han creado sus propios partidos. Así, existen partidos indígenas muy influyentes en Bolivia y Ecuador, pero también en Venezuela, Colombia y Nicaragua.
Imagen: Reuters/J. L. Plata
Empoderamiento ciudadano
Con una población de más de 800.000 habitantes, principalmente de origen aymara (foto), El Alto (Bolivia), comenzó a organizarse en juntas vecinales. A través de éstas, exigieron tener acceso a sus propios recursos financieros y ejercer control sobre ellos. Las Juntas se crearon con el objetivo de que éstas planificaran, financiaran y construyeran infraestructura básica y proporcionaran servicios.
Imagen: picture-alliance/dpa/EPA/BOLIVIAN INFORMATION AGENCY
Protección vulnerada
Cerca del 45% de cuenca del Amazonas está protegida en el marco de diversas formas legales. A pesar de que 15 de los 22 países de la región han ratificado el Convenio Nr. 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a menudo se vulnera el proceso de Consentimiento Libre, Previo e Informado (CLPI) que pretende garantizar su participación en cambios que pueden afectar su estilo de vida.
Imagen: Survival International
Indígenas en el punto de mira
Los representantes de pueblos indígenas son víctimas de criminalización y hostigamiento y suelen sufrir amenazas, violencia e incluso la muerte al posicionarse en contra de la instalación de grandes infraestructuras en su territorio. En la fotografía, miembros de las comunidades indígenas en contra del proyecto hidroeléctrico Las Cruces, ubicado en el río San Pedro Mezquital, en Nayarit (México).
Imagen: AIDA/C. Thompson
Minería: fuente de conflictos
La minería también es una amenaza para los pueblos indígenas y provoca migraciones y conflictos. Se calcula que una quinta parte de la cuenca amazónica tiene potencial minero: 1,6 millones de kilómetros cuadrados, 20% de los cuales están en tierras indígenas. La extracción ilegal de oro también se ha propagado en la región, provocando deforestación, contaminación de los ríos y violencia.
Imagen: Jorge Mario Ramírez López
Defendiendo el territorio
Los Munduruku (foto), que cuentan con una población de entre 12.000 y 15.000 personas que viven en la orilla del río Tapajós, en los estados de Pará, Amazonas y Mato Grosso (Brasil), sufren el peligro de ambas actividades. Durante tres siglos, han tratado de demarcar oficialmente su territorio, una área de 178.000 hectáreas amenazado por actividades de extracción y proyectos hidroeléctricos.
Imagen: DW/N. Pontes
Socios clave en la lucha contra el cambio climático
El reconocimiento y la protección de los territorios indígenas es una estrategia eficaz para prevenir la deforestación y combatir el cambio climático. Entre 2000 y 2012, la deforestación en la Amazonia brasileña fue de 0,6% dentro de los territorios indígenas protegidos legalmente, mientras que fuera llegó al 7%, lo que produjo 27 veces más emisiones de dióxido de carbono.
Imagen: Ádon Bicalho/IPAM
Los grandes desconocidos
Algunas comunidades indígenas siguen negándose a tener contacto con el mundo exterior y viven en áreas aisladas, usando lanzas y dardos envenenados para cazar monos y aves. Es el caso de los Waorani (foto) que viven en la selva amazónica, en Ecuador. En las últimas décadas, muchos de ellos han pasado de vivir como cazadores a asentarse en el Parque Nacional Yasuní.
Imagen: AP
Contacto mortal
Lamentablemente algunos de los que han sido contactados han sufrido las consecuencias. Los indígenas matsés o “mayorunas” que viven en la ribera del río Yaquerana, en la frontera entre Brasil y Perú, conocidos como “el pueblo del jaguar" (foto) fueron contactados por primera vez en 1969. A raíz de este encuentro muchos murieron por enfermedades como tuberculosis y hepatitis.