Miles de monos aterrorizan histórico paraíso turístico indio
29 de octubre de 2020
Cuando no atacan a seres humanos, los más de 130.000 monos estimados en el nórdico Estado de India comen o destruyen las frutas y las cosechas en los campos, causando cada año millones de dólares de pérdidas.
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Miles de monos mantienen bajo férreo acoso a Shimla, la antigua capital de verano de la época colonial británica en el norte de la India: atacan a los lugareños y a los visitantes, y a veces les causan heridas graves.
Nand Lal, de 46 años, muestra las heridas que le causaron unos monos en plena calle. "Pasaba frente a un grupo de monos cuando el macho dominante me atacó de repente y otros tres se le unieron".
"Afortunadamente", agarré un palo y pude hacer que se fueran. Tengo moretones por toda la cabeza y la cara. Sangraba por una mordida en la espalda", cuenta. Tuvo que recibir varias inyecciones antirrábicas.
"La gente tiene mucho miedo y no sabe qué hacer", afirma Kuldeep Chand Sood, antiguo juez de la Corte Suprema ya retirado, mostrando el hueco que le dejó en su pierna la mordedura de un mono cuando estaba sentado en su terraza.
"Estaba leyendo cuando un gran mono me atacó de repente", contó a la AFP. En su barrio de Sanjauli, muchas casas protegen sus terrazas y ventanas con rejas. Los monos no dudan en llegar a vaciar los refrigeradores.
Estricto confinamiento nacional
Durante el estricto confinamiento nacional que rigió de marzo a junio, la mayoría de los macacos abandonaron esta famosa estación de montaña con edificios victorianos refinados en las estribaciones del Himalaya para partir en busca de alimentos a las zonas rurales circundantes.
Pero después de la flexibilización de las restricciones, estuvieron de regreso. Unos 50 grupos de monos hambrientos volvieron al acoso, robando bolsas de comida y mordiendo a los transeúntes.
Shimla, ciudad de 160.000 habitantes y capital del Estado de Himachal Pradesh, atrae a los turistas, sobre todo el verano para escapar al calor, pero también a los monos que se deleitan con los residuos que dejan de hamburguesas o pizzas.
Declarados animales nocivos
Venerados en este país mayoritariamente hindú, los monos son declarados ahora como animales nocivos por el Gobierno, susceptibles de ser eliminados. Pero no se ha iniciado ninguna campaña oficial de exterminio, aunque los campesinos han envenenado ilegalmente a cientos de animales.
En Shimla, como en otras ciudades del Estado, las autoridades iniciaron una campaña de esterilización de monos, de los cuales 157.000 han sido esterilizados en cinco años.
"La esterilización es el único medio de controlar esta población", explicó Pooja Kanwar, un especialista del centro de esterilización de monos de Shimla. Pero los monos se acostumbran a las tácticas para atraparlos con bananas o pan dejados en una jaula.
FEW (AFP, The New Indian Express)
Los bonobos luchan por su supervivencia
Son los parientes más cercanos del ser humano, y sin embargo el hombre es su mayor amenaza. En todo el mundo solo quedan unos 10.000 bonobos que luchan por sobrevivir. Una iniciativa en el Congo los ayuda.
Los bonobos de la República Democrática del Congo están en peligro de extinción. Solo quedan cerca de 20.000 de esos primates. Hace 40 años todavía había aproximadamente 100.000. El peligro más grande:el hombre. Los bonobos jóvenes son cazados y vendidos como mascotas. Su carne es famosa por ser “exótica” y se los vende en mercados locales. Pierden su hábitat por la deforestación de las selvas.
Bonobos solo hay en la República Democrática del Congo. Habitan en la Cuenca del Congo, una selva enorme, casi tres veces más grande que Francia, en el oeste del país. Esta región está limitada por varios ríos, también por el río Congo. Según expertos, esa es la razón por la que estos antropoides nunca salieron de esa región: los bonobos no saben nadar.
Un 98 por ciento del ADN de los bonobos es idéntico al de los seres humanos. Eso significa que los bonobos son parientes más cercanos del ser humano que gorilas. Por eso, los bonobos y los seres humanos son tan parecidos. Pero también hay diferencias fundamentales. Un ejemplo: los bonobos pueden sufrir de enfermedades como sida, pero son inmunes a la malaria.
Imagen: picture-alliance/imageBROKER/I. Kuzmin
"Haz el amor, no la guerra"
Los bonobos parecen vivir según esa divisa. Evitan las peleas, y, en situaciones de conflicto, tratan de tranquilizar al grupo. Se abrazan y comparten cosas en lugar de luchar. El método más popular de los bonobos para resolver tensiones: tener sexo y acariciarse unos a otros. Otra razón por la que los bonobos son tan pacíficos: las hembras son las jefas.
Eso significa "Paraíso de los bonobos”, y es el nombre de la única reserva natural del mundo para bonobos huérfanos. Se encuentra a media hora en automóvil de la capital del Congo, Kinshasa. “Lola ya Bonobo” fue fundado en 1994 por Claudine Andre. Allí se cuida a los bonobos salvados por los trabajadores de la reserva de ser vendidos en los mercados locales, y luego son liberados de su cautiverio.
Imagen: DW/S. Fröhlich
Preparados para vivir en la selva
En las 75 hectáreas de selva de la reserva “Lola ya Bonobo” viven más de 60 bonobos. Estos monos han sido encontrados y atrapados por los trabajadores de la reserva, y son criados y cuidados para prepararlos para su futuro en libertad, juntos con sus congéneres. Desde el año 2009, los trabajadores de la reserva pusieron en libertad a dos grupos de bonobos huérfanos.
Imagen: DW/S. Fröhlich
El país de los bonobos
Tan pronto como los bonobos sean mayores, pueden volver a su tierra natal. Son llevados en grupos a una reserva protegida que tiene más de 20.000 hectáreas de selva, en la provincia de Equateur. La reserva se llama “Ekolo ya Bonobo”, que significa “País de los bonobos”. Se planea ampliar el área a 100.000 hectáreas de selva, para poder proteger a los bonobos a largo plazo.
Los pequeños cuyas madres fueron asesinadas están gravemente traumatizados. Los bebés bonobos necesitan el cariño de sus madres hasta que cumplen aproximadamente cuatro años, y, si no lo reciben, mueren por el estrés. Por eso, los bebés tienen una madre sustituta humana en la reserva que los cuida, todo el día, dándoles seguridad para que puedan sobrevivir. Incluso lleva a los bonobos a la cama.
Imagen: DW/S. Fröhlich
Educación contra la extinción
Según los trabajadores de la reserva, más de 30.000 personas visitan el área protegida cada año. La mayoría son alumnos congoleses. El concepto de “Lola ya Bonobo” es educar para acabar con la caza de bonobos. Un guía acompaña a los turistas por la reserva y nativos informan sobre la vida de los familiares más cercanos de los seres humanos.
Imagen: DW/S. Fröhlich
¿Del enemigo al amigo?
75 años: ese tiempo les queda a estos primates sobre la Tierra, según los ecologistas. Si la gente no cambia su comportamiento, no habrá un futuro seguro en la República Democrática del Congo para los bonobos, ya que en 2100 podrían haberse extinguido para siempre.