Un total de 100.000 personas, según cifras de la Policía alemana, y 250.000, según datos entregados por los organizadores, salieron a la calle este sábado (10.10.2015) en Berlín para manifestarse en contra de la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés), un acuerdo de libre comercio que es tramitado entre la Unión Europea y Estados Unidos, y también contra el ya negociado pacto con Canadá (CETA).

La marcha comenzó en la estación central de ferrocarriles de la capital alemana y se dirigió hasta la famosa Columna de la Victoria, en medio del Tiergarten. La gran afluencia de participantes hizo que miles de manifestantes aún se encontraran en el punto de inicio de la marcha cuando ya comenzaban a llegar los primeros al final del recorrido. Unos 600 buses repletos de personas llegaron a la ciudad desde todo el país para sumarse a la protesta.

Los críticos del TTIP aseguran que, de concretarse, el acuerdo socavará las reglas europeas y rebajará los estándares alimenticios, laborales, sociales y ecológicos. Consideran, además, que el planeado pacto es antidemocrático y, por lo mismo, exigen que no sea aprobado. Además, piden no ratificar el documento concordado con Canadá. La policía desplegó a cerca de mil agentes para velar por la seguridad durante el recorrido, que se desarrolló en absoluta normalidad.

Derecho a saber

“Esta es la protesta más grande que se ha visto en este país en muchos, muchos años”, dijo Christoph Bautz, director del movimiento ciudadano “Campact”. “Lo que más me molesta es que nuestras leyes en beneficio de los consumidores se verán afectadas, y eso no lo quiero”, dijo a Reuters Oliver Zloty. “No quiero tener una dictadura de las compañías”, agregó el manifestante. Dieter Bartsch, parlamentario de La Izquierda, exigió saber qué se está negociando. “Necesitamos saber qué supuestamente se está decidiendo”, señaló.

El enorme nivel de rechazo que despierta el acuerdo, que busca generar un mercado común de más de 800 millones de personas que serviría como contrapeso al poderío económico chino, ha tomado por sorpresa al gobierno de la canciller Angela Merkel. El gobierno, que ha apoyado e impulsado el TTIP, señala que éste ayudará las compañías más pequeñas y a las medianas a competir en el mercado mundial gracias a una reducción de la burocracia.

DZC (dpa, AP, Reuters)