No puede sentirse envidia por los automovilistas de Gran Bretaña en este momento. Cualquiera que conduzca un auto ahí y necesite llenar el tanque de combustible, se enfrenta a una de dos situaciones. La primera se ve en esta imagen: una gasolinera abarrotada con coches esperando en largas filas.

La segunda situación es esta: una gasolinera completamente vacía. Sin autos. Sin largas colas. Y sin gasolina. En Gran Bretaña, en este momento las estaciones de servicio que tienen combustible están casi invadidas - o atropelladas - por automóviles. Las gasolineras que, por el contrario, se quedan sin combustible, quedan desiertas.

Las gasolineras se convirtieron cada vez más en escenario de caos, ya que muchos conductores tienen poca paciencia. A veces hay que esperar varias horas antes de llegar a la gasolinera. Pero cuando se acaba el combustible disponible, es fácil imaginar lo que pasa. No es de extrañar que a veces haya discusiones e incluso peleas.

Las colas frente a las estaciones de servicio, como aquí en Ashford, a veces superan los 100 automóviles. Medios británicos muestran videos que hacen temblar de miedo o de risa: un conductor que amenaza a otro con un cuchillo, o una mujer que vacía su botella de agua frente a la bomba de gasolina y la llena de combustible.

En general, se utiliza todo depósito que se pueda llenar con gasolina. Este hombre de Bracknell ha reunido botes de formas varias. Uno se pregunta cómo intentará colarse en la fila de autos. Se siente el potencial de conflicto. Las gasolineras del Reino Unido no son actualmente un lugar para relajarse.

Aunque este conductor en una gasolinera de la autopista M3, en el oeste de Londres, muestra buen humor, la mayoría de los demás conductores no están tan relajados. Muchos necesitan el auto para ir a trabajar. Por eso también hay discusiones sobre si ciertos grupos profesionales, como los médicos, deberían gozar de trato preferencial al recargar combustible. Esto ya se hace en algunas gasolineras.

A veces también se puede ver a la policía empujando sus patrullas, a causa del desabastecimiento. Algunas gasolineras racionan el combustible. En esta gasolinera de Manchester, se puede cargar un máximo de 30 libras (unos 35 euros) de combustible. No hay problema si se conduce un coche pequeño, pero la cosa cambia si se conduce un minibús.

Según estimaciones de la asociación industrial PRA, hasta el 90 por ciento de las bombas de gasolina están averiadas en algunas partes del país. Y eso a pesar de que, según el ministro de Transporte británico, Grant Shapps, hay suficiente combustible en los 47 depósitos británicos y seis refinerías. No llega a las gasolineras porque no hay camioneros. Por eso la falta de combustible afecta ...

... a todas las cadenas de gasolineras por igual. Según la Road Haulage Association, Reino Unido faltan unos 100.000 conductores de camiones. Una razón es el brexit. Muchos conductores de camiones han regresado a Europa continental, pues a menudo son orignarios de Europa del Este. Otros no han podido regresar debido a las restricciones por la pandemia de coronavirus.

Algunos transportistas de Europa continental han dejado de prestar servicios en Gran Bretaña a raíz del "brexit". Al mismo tiempo, muchas pruebas para conductor de camiones no se pudieron realizar en Gran Bretaña por la pandemia. Al problema básico, que es una combinación de "brexit" y coronavirus, se suma y la incapacidad del gobierno para prevenir estos efectos.

El gobierno trata de contrarrestar la carestía. Y para ello usa al ejército: soldados llevan combustible a las estaciones de servicio. Examinadores del ejército aplican pruebas de conducción adicionales. Al mismo tiempo, el gobierno repentinamente quiere emitir 10.500 visas de trabajo, 5.000 de las cuales son para camioneros y 5.500 para procesamiento de aves de corral.

Letreros como este, en el que los expendedores se disculpan por la escasez, pronto deberían ser cosa del pasado. Las nuevas visas de trabajo se emitirán a partir de octubre, pero solo son vigentes hasta la víspera de Navidad. Queda por verse si esto irradiará suficiente atractivo para los posibles solicitantes.

Los clientes más afortunados se alegran cuando han llegado a una bomba de gasolina y han podido cargar el tanque. Esta dama del oeste de Londres está feliz, pero no está claro cuándo se repetirá esa sensación. La industria de la logística y la industria alimentaria acogieron con beneplácito las medidas del gobierno, pero admitieron que no eran suficientes.

Si continúa la escasez de conductores de camiones y la falta de combustible asociada, entonces solo una cosa ayudará: un carruaje empujado por caballos, como se muestra en la foto. Eso, y tomar las cosas con humor. Al menos, eso es lo que, según los británicos, jamás debería faltar.