La ola de protestas contra el Gobierno venezolano ya supera las siete semanas, con un saldo de 50 muertos, sin que se vislumbre una salida ante las posiciones inflexibles del Gobierno de Nicolás Maduro y de la oposición.

En algunos medios alemanes, este fin de semana sorprendió la noticia de que los disturbios de las grandes ciudades venezolanas habían llegado hasta uno de los remansos de la tranquilidad en Venezuela: Colonia Tovar, una especie de museo germano del siglo XIX, habitado por 14 mil personas, no solo de descendencia alemana. 

 

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"La sede local de la autoridad a cargo de los parques nacionales fue blanco de un ataque, automóviles fueron incendiados y calles fueron bloqueadas para evitar que la Guardia Nacional –la policía militar– llegara a la Colonia Tovar. Al final, los gendarmes ocuparon la ciudad y controlaron sus salidas y entradas", reportaron diversas agencias. "La situación es extremadamente tensa", le comentó, además, la empleada de un hotel a un corresponsal de la agencia de noticias dpa, acotando que la escasez de alimentos y medicamentos también ha afectado seriamente a la Colonia Tovar, un lugar situado a una hora de Caracas que, antes de la crisis, solía ser visitado masivamente por quienes buscaban una oferta culinaria y cultural singular, además de sosiego y contacto con la naturaleza.

¿Quién pone la cara en Colonia Tovar?

DW quiso hablar directamente con el alcalde de Colonia Tovar, Henry Vásquez, para saber, de primera mano, qué fue lo pasó en dicha ciudad, capital del Estado de Aragua. Y, sobre todo, qué es lo que está pasando en Venezuela. Lamentablemente no logramos obtener respuesta alguna, por ningún medio, del señor Vásquez. Aparte de reportes sobre mejoras en Colonia Tovar, el alcalde solo parece figurar en disputas con la oposición, igual de furibunda y que difunde imágenes falsas de Vásquez con pistola en mano. El alcalde se define a sí mismo en su Twitter como un "militante revolucionario".

Por esto mismo parecen inverosímiles los titulares como el del Badische Zeitung: "Militär besetzt von Deutschen gegründeten Ort Colonia Tovar", en el que se insinúa que el Ejército venezolano está ocupando pueblos. Da el caso que el mismo alcalde de Colonia Tovar pertenece al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el mismo partido del gobierno de Nicolás Maduro.

DW tampoco tuvo suerte en la búsqueda de un funcionario o un diputado de la Asamblea Nacional del PSUV para que nos expusieran la grave situación en Venezuela y, sobre todo, en la frontera con Colombia, en donde el fantasma de una confrontación parece seguir vivo. Allí la pregunta es ¿a quién le sirve ahora una guerra, o es simple provocación?

De provocación, en provocación…

Justamente, como una "insólita e inadmisible provocación", por parte de Colombia, tildó este 21 de mayo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela la presunta "presencia militar en el sector colombiano de Paraguachón, localidad de la fronteriza Guajira. Una airada acusación a la que el Ministerio de Defensa de Colombia respondió con calma: "Las unidades militares de Colombia apostadas cerca de la frontera con Venezuela realizan tareas de vigilancia desde 2015 en cumplimiento de acuerdos bilaterales con Venezuela".

Las acusaciones de Venezuela a Colombia tienen lugar después de que el 17 de mayo el ministro venezolano de Defensa, Vladimir Padrino, ordenara lo siguiente: "Hemos decidido elevar a una segunda fase el nivel de concentración (...) en Táchira, fronterizo con Colombia. He ordenado el traslado de 2.000 guardias nacionales (policía militarizada) a Táchira y 600 tropas de operaciones especiales para esta segunda fase", reseñó dpa.  

En marzo pasado, cerca de 60 militares venezolanos incursionaron en territorio colombiano de Arauca, en donde armaron un campamento e izaron su bandera. Si bien, la frontera común tiene una longitud de 2.200 kilómetros, en este caso "no había lugar a una ocupación por error", pues el río fronterizo tiene allí más de 200 metros de ancho.

"Esto sí que es una provocación del Gobierno de Venezuela", señaló entonces la ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, María Ángela Holguín, y advirtió ya el 5 de abril: "Estamos seguros de que este tipo de actos se van a repetir, debido a la situación por la que atraviesa el Gobierno del país vecino". ¿Quién en el Gobierno de Nicolás Maduro responde a esta preocupación?

José Ospina-Valencia (DZC)