La oleada de malestar entre los musulmanes se desató luego de que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo "no renunciaremos a las caricaturas" el pasado 21 de octubre, en referencia a los dibujos de Mahoma. El profesor Samuel Paty fue decapitado por fanáticos tras mostrar caricaturas del profeta. En la imagen, protestas en la Franja de Gaza contra el líder galo.

En Francia, tras el horrendo crimen, se desató una oleada de solidaridad y de defensa de los valores de la República, entre ellos la libertad de expresión. Macron se posicionó inmediatamente del lado de Paty, a quien elogió en su funeral. El mensaje del presidente francés fue mal recibido por los musulmanes. En la foto, un pequeño grupo protesta frente a la embajada gala en Moscú.

La caricatura de Macron como si fuera el demonio fue publicada en el periódico conservador iraní Vatan Emrooz, y ha sido adoptada por los manifestantes como un símbolo contra el dirigente occidental. En la imagen, una mujer sostiene una pancarta, sobre la cual se ha puesto un zapato, que para los fieles musulmanes representa la impureza.

La oleada de rabia llegó hasta Indonesia, el país con más musulmanes del mundo. Cientos de ciudadanos se congregaron el 28 de octubre de 2020 en Surakarta, Java Central. Allí pidieron a gritos que se llamara a un boicot contra los productos franceses, como una forma de expresar el descontento del mundo musulmán contra las declaraciones de Macron.

Miembros del partido político Islami Andolan Bangladesh marchan por las calles de Dacca, en Bangladesh, llamando también a un boicot contra los productos franceses. Lo que más molesta a los fieles es que Macron defendiera el derecho de los franceses a dibujar a Mahoma. Para los musulmanes, representar a Mahoma es un insulto, pues se trata de un profeta, alguien superior, incognoscible.

Banderas de Francia e imágenes con el rostro de Macron fueron algunas de las cosas que quemaron los manifestantes en Karachi, Pakistán, durante una protesta contra el presidente francés. Al profesor Paty lo decapitaron por mostrar a sus alumnos unas imágenes de Mahoma, en el marco de un debate sobre la libertad de expresión. Antes había pedido a sus alumnos musulmanes que abandonaran la sala.

En Estambul también hubo protestas contra Macron. "Atacar las creencias de las personas no es libertad, es arrogancia", dice uno de los letreros. "Los sitios de culto son sagrados", dice otro. Turquía fue el primer país que llamó a un boicot contra los productos franceses. Tras la publicación de una caricatura del presidente Recep Erdogan en Charlie Hebdo, el malestar no hizo sino aumentar.