Teniendo en cuenta la historia de espionaje y vigilancia del país, los alemanes se muestran escépticos con los extranjeros que quieren tomarles fotografías. Este vendedor nocturno, uno de los muchos en el área de ocio nocturno del puente de Warschauer, no es una excepción. Al principio rechaza mi petición para hacer la foto, pero al final cede: "Bien, pero solo una".

Empecé a fotografiar a medianoche y a las 5 de la mañana ya puedo simpatizar con estos dos hombres en el metro de Berlín. Pero estoy impresionado por la educación del hombre de la derecha, que se sacó los zapatos para no ensuciar el asiento. Mientras estos berlineses descansan, muchos otros todavía están despiertos y gozando plenamente de la fiesta.

Berghain es la discoteca más prestigiosa de Berlín y se clasifica constantemente como una de las mejores del mundo. Situada en el interior de una antigua central eléctrica, la música electrónica mantiene a sus clientes bailando hasta el amanecer y más. A menudo hay una larga cola en la puerta vigilada por estrictos porteros. Sin embargo, esta noche parece una buena noche para tentar a la suerte.

Me marcho de los clubes de Berlín para ir al corazón turístico de la ciudad: la Potsdamer Platz, la puerta de Brandeburgo y el Reichstag. Quiero saber qué turistas están levantados tan temprano. Sobre todo, tengo Berlín para mí. Encuentro estas dos "estatuas vivientes" en un parque, esperando también a que lleguen los turistas para entretenerlos. Con una donación de 50 céntimos compro esta foto.

Ahora me duelen los pies y necesito deseperadamente un café. Por suerte, la estación central está cerca. Tomo un descanso dentro de la estación, el paraíso de un fotográfo: vigas de acero, ventanas de cristal y escaleras mecánicas. Tras una dosis de cafeína, encuentro a esta familia preparándose tranquilamente para subir a su tren, un fuerte contraste con la gran cantidad de viajeros apresurados.

Admito que ésta es una de las pocas fotografías que planeé hace tiempo. Me encanta este pasaje peatonal en la periferia del Este de Berlín, cerca del centro de exposiciones de la ciudad. El largo pasillo de columnas con baldosas naranjas es el escenario perfecto para una foto. No tengo que esperar mucho para que una madre y su hija entren en mi plano. Parecen estar de camino a una aventura.

Hoy es el primer día de calor del año y es perfecto para capturar Berlín en esta esencia. Cuando el verano llega, la ciudad pasa de ser gris y melacólica a estar rebosante de vida. La energía se palpa en los parques de Berlín, incluyendo el Friedrichshain's Volkspark. Cada metro cuadrado de césped está lleno de urbanitas tocando la guitarra, estudiantes bebiendo cerveza y amigos asando carne.

Encontré este parque gigante de patinadores haciendo de las suyas en las escaleras de un memorial dedicado a los soldados polacos y a los combatientes de la resistencia alemana que murieron durante la Segunda Guerra Mundial. Hice unas cuantas tomas de Danny, de Inglaterra, en acción. Quiere convertirse en un patinador de talento y la cita "nuestra libertad" detrás de él parece muy apropiada.

Estoy de vuelta al metro de Berlín. La ciudad es tan extensa que nunca sería capaz de cubrir tanto terreno sin él. En la línea 8 del metro estoy apiñado en un vagón con otras 50 personas que parecen estar relacionadas entre sí. No puedo resistir fotografiar esta chica joven estrujada entre otras dos mujeres de su familia. Esta diversad es lo que que hace de Berlín una ciudad vibrante.

En Alemania es legal beber alcohol en las calles, por lo que los fines de semana quienes no quieren gastarse el precio de la consumición en un bar, llevan un "Wegbier", o -lo que es lo mismo- una "cerveza para el camino", para abaratar costes. Aunque los resultados no son tan caóticos como se podría esperar, miles de botellas de vidrio hechas añicos cubren las calles el domingo por la mañana.

Es más de medianoche y mi proyecto fotográfico de 24 horas acabó. Termino en Kottbusser Tor, o "Kotti", como le llaman los locales. Esta rotonda tiene una actividad frenética las 24 horas del día, los 7 días de la semana con bares, restaurantes y mercados de frutas. Este fotomatón es uno de las muchos escondidos al azar en Berlín, exactamente el tipo de sitios que intenté documentar hoy.