Ministra francesa pide a Italia no meterse en temas internos
8 de enero de 2019
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La ministra francesa de Asuntos Europeos, Nathalie Loiseau, pidió este martes (08.01.2019) a Roma respeto y no entrometerse en asuntos internos, después de que los dos vicepresidentes italianos expresaran su apoyo a los "chalecos amarillos".
"Cada Gobierno tiene como prioridad ocuparse del bienestar y del futuro de sus propios compatriotas, así que pienso que la prioridad del Gobierno italiano es ocuparse del bienestar del pueblo italiano. No estoy segura de que interesarse por los 'chalecos amarillos' tenga que ver con el bienestar del pueblo italiano", afirmó la política al llegar a una reunión de ministros en Bruselas.
Loiseau dijo haber escuchado "mucho" al Gobierno italiano del antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga pedir "respeto" a la manera en que dirige su país, en referencia a las declaraciones del Ejecutivo durante su enfrentamiento con la Comisión Europea después de que Bruselas rechazara los presupuestos del país transalpino para 2019.
"Creo que ese respeto es debido, pero se debe a cualquier país, sobre todo, cuando somos vecinos, aliados y amigos", constató, y añadió que durante la reunión de este martes en Bruselas abordaría la cuestión con el ministro italiano de Exteriores, Enzo Moavero Milanesi.
Este lunes, los dos vicepresidentes del Gobierno de Italia, Luigi Di Maio y Matteo Salvini, líderes del antisistema M5S y la ultraderechista Liga, respectivamente, expresaron su apoyo a los "chalecos amarillos" de Francia. Di Maio fue quien más se explayó sobre estas protestas en el país vecino y, en un artículo en su blog, animó a los "chalecos amarillos" a "no rendirse", pues "una nueva Europa está naciendo".
"Tanto en Francia como en Italia la política se ha vuelto sorda a las exigencias de los ciudadanos, excluidos de las decisiones más importantes que afectan al pueblo. El grito que se eleva fuerte de las calles franceses es, en definitiva, 'dejadnos participar'", dijo. Di Maio recordó que el "espíritu" de las protestas en Francia es "el mismo" que derivó en 2009 en la fundación del Cinco Estrellas. (EFE)
¿Por qué protestan los "chalecos amarillos" en Francia?
Las concesiones del presidente Emmanuel Macron no han logrado disipar las protestas, marcadas por la violencia. Acá revisamos una cronología de estas manifestaciones, que se han tomado las calles francesas.
Imagen: Reuters/G. Fuentes
Caída libre de Macron
Desde que fue elegido, en mayo de 2016, la popularidad de Emmanuel Macron no ha parado de caer, no solo por sus discutidas políticas financieras sino también por su actitud, que muchos consideran arrogante. Pero fue su propuesta de subir el impuesto a los combustibles, una medida ambientalista, la que desató los problemas. Un video que se volvió viral acusó a Macron de estar "cazando conductores".
Imagen: Reuters/C. Platiau
Protestas a nivel nacional
El malestar, aireado primero en redes sociales, pasó a las calles: más de 290.000 personas protestaron, el 17 de noviembre de 2018, usando los fosforescentes chalecos amarillos que los conductores galos deben tener en sus vehículos por ley. Al menos una persona murió y más de 150 fueron detenidas. Coordinados a través de redes sociales, los "chalecos amarillos" carecen de estructura y liderazgos.
Imagen: Reuters/E. Gaillard
Choques y destrucción
El Gobierno de Macron dijo que mantendría su curso, y las marchas continuaron. El 24 de noviembre, unas 100.000 personas protestaron en todo el país, de ellas, 8.000 en París, donde se desató la violencia. La Policía se enfrentó con manifestantes en los Campos Elíseos (foto) usando gases lacrimógenos y cañones de agua. Los daños a la propiedad fueron estimados en más de un millón de euros.
Imagen: Reuters/B. Tessier
Concesiones ante la presión
Los "chalecos amarillos" se convirtieron en un problema para Macron. Si bien al comienzo se negó a ceder, luego propuso ajustar la medida según el precio del petróleo. Los manifestantes no se mostraron satisfechos y volvieron a las calles el 1 de diciembre, desatando el caos. Macron convocó un comité de crisis y el 5 de diciembre, en medio de amenazas de más protestas, descartó el impuesto.
Imagen: Getty Images/AFP/B. Guay
París bloqueado
Macron, sin embargo, se negó a restituir el impuesto a la riqueza y rechazó otros pedidos de los manifestantes, que exigen su renuncia. Es difícil clasificar a los "chalecos amarillos", toda vez que tienen apoyo de extremistas de derecha e izquierda. El 8 de diciembre hubo protestas a nivel nacional. Vehículos blindados tomaron las calles de París cuando buena parte de la ciudad quedó bloqueada.
El 10 de diciembre, Macron respondió con un discurso televisado desde el Palacio del Elíseo. Más de 21 millones de personas vieron el tono conciliatorio que adoptó el mandatario, quien aceptó su parte de la responsabilidad en la crisis. Introdujo nuevas medidas, incluyendo un alza del salario mínimo, pago de horas extraordinarias libres de impuestos y exenciones fiscales a los jubilados.
Imagen: Reuters/L. Marin
Descontento en el vecindario
Mientras tanto, las protestas de los "chalecos amarillos" traspasaron las fronteras y llegaron a Bélgica, donde los manifestantes expresaron su malestar por los altos impuestos y los precios de los alimentos, así como los bajos salarios y pensiones. Agentes antidisturbios respondieron con cañones de agua, luego de que los manifestantes lanzaran piedras contra la oficina del primer ministro.
Imagen: Reuters/Y. Herman
Calma de fin de año
Las protestas siguieron hasta fines de diciembre en Francia, aunque la masividad disminuyó visiblemente. Eso no desalentó a los líderes oficiosos del movimiento, que usaron las redes sociales para llamar a continuar con las movilizaciones. En la víspera del Año Nuevo, varias celebraciones parisinas contaron con personas que, en ánimo festivo, se unieron a la fiesta con "chalecos amarillos".
Imagen: Reuters/C. Hartmann
Prometen seguir en 2019
Cualquier esperanza de que el cambio de año calmaría las aguas se disiparon cuando, el 5 de enero, una nueva ronda de protestas congregó a unas 50.000 personas, más que las últimas de 2018, aunque menos que en los inicios del movimiento. En París, algunos manifestantes se enfrentaron con la Policía, incendiaron vehículos y atacaron edificios gubernamentales. Macron condenó la violencia.
Imagen: Reuters/G. Fuentes
También puede haber protestas pacíficas
Vistiendo chalecos amarillos, varios cientos de mujeres marcharon por París este 6 de enero, en un esfuerzo por restaurar la imagen pacífica de las protestas. En un momento de la manifestación, las mujeres se pusieron de rodillas para recordar con un minuto de silencio a las diez personas muertas y a aquellos que han resultado heridos desde que comenzó el movimiento.